viernes, 29 de marzo de 2019

Las tribulaciones de una invidente cubana, en Cuba




 Ana Ibis Ramírez Cairo, de 39 años de edad y residente en: Calle A e/ 17 y 19. Edificio 406, en la capitalina barriada del Vedado, además de ser invidente ahora involuntariamente es una candidata a morir de hambre y miseria, gracias a la inhumana burocracia revolucionaria.

Miércoles, marzo 27, 2019 | Manuel Alberto Morejón Soler
LA HABANA, Cuba. – Nunca antes he tenido que lidiar con un caso  – como ministro evangélico – tan doloroso como el de esta historia. La protagonista de esta tragedia pudo aprovechar bien su etapa de estudiante y logró alcanzar un título de Ciencias Informáticas antes de perder totalmente la vista.
La pérdida de funcionalidad en el nervio óptico puede estar originada por múltiples causas y Ramírez Cairo, al nacer prematuramente no fue atendida con la inmediatez que requería su caso y por falta de oxigenación se le afecto el nervio óptico causándole, entre otras enfermedades, una neuropatía óptica.
Algunas de las enfermedades ópticas que causan esta dolencia no disponen aún de un tratamiento efectivo. Cuando la neuropatía óptica llega a una fase en la que los daños afectan al nervio óptico, estos son irreversibles.

El último trimestre del año 2018 fue fatídico para Ramírez Cairo. En el mes de octubre fallece su hermana Enma Rosa, en noviembre Oscar Ramírez Núñez, su papá, y en diciembre Rosa Cairo Carvajal, su mamá. Ella quedó desolada y desamparada económicamente, por lo que inició los trámites para adjudicarse la chequera de su mamá desde el mismo mes de enero.
Remitióse a la Oficina de Seguridad Social, sita en la calle B, e/29 y Zapata de su misma localidad. Allí fue atendida por la Directora Diana, la cual le asignó a la especialista de casos sociales Niurka, esta a su vez le indica que debe remitirse al Comité de Defensa de la Revolución (CDR) y solicitarle una carta de su situación al presidente de la organización o al responsable de vigilancia.
Ramírez Cairo, sin demoras se personó en el CDR Nº 5 “Frank Hidalgo Gato”, cuya presidenta responde al nombre de Margarita. Esta le indica ir a ver al responsable del frente de vigilancia, aunque estos después puestos de común acuerdo, le dijeron que la persona indicada es una Trabajadora Social, quien tiene que ir a verla a ella, con una carta de la Asociación Nacional del Ciego (ANCI).

Independientemente que los factores de la comunidad – CDR, MININT, PCC y Médico de la Familia – conocen bien el caso de Ramírez Cairo, indolentemente apabullan con trámites innecesarios a esta desdichada cubana pasándole por arriba a toda la humanidad que profesan solo verbalmente, a pesar que dominan bien su situación. Ridiculizando sus mismos dictámenes, pues en el mismo carnet de la ANCI reza:

La ANCI solicita a los organismos estatales, las organizaciones políticas, sociales y de masas y de la ciudadanía en general, se preste al titular de este caso la ayuda que fuere necesaria en concordancia con los principios de la solidaridad humana y proletaria.

Si algo repetidamente ratifica Cuba en la ONU, además del Noticiero Estelar, y del Órgano Oficial del Partido Comunista de Cuba, el Granma, es su posición con respecto a los Derechos Humanos en Venezuela.

¿Y sobre los derechos Humanos de los cubanos qué?

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