Ana Ibis Ramírez Cairo, de 39 años de edad y
residente en: Calle A e/ 17 y 19. Edificio 406, en la capitalina barriada del
Vedado, además de ser invidente ahora involuntariamente es una candidata a
morir de hambre y miseria, gracias a la inhumana burocracia revolucionaria.
Miércoles,
marzo 27, 2019 | Manuel Alberto Morejón Soler
LA HABANA,
Cuba. – Nunca antes he tenido que lidiar con un caso – como ministro evangélico – tan doloroso
como el de esta historia. La protagonista de esta tragedia pudo aprovechar bien
su etapa de estudiante y logró alcanzar un título de Ciencias Informáticas
antes de perder totalmente la vista.
La pérdida
de funcionalidad en el nervio óptico puede estar originada por múltiples causas
y Ramírez Cairo, al nacer prematuramente no fue atendida con la inmediatez que
requería su caso y por falta de oxigenación se le afecto el nervio óptico
causándole, entre otras enfermedades, una neuropatía óptica.
Algunas de
las enfermedades ópticas que causan esta dolencia no disponen aún de un
tratamiento efectivo. Cuando la neuropatía óptica llega a una fase en la que
los daños afectan al nervio óptico, estos son irreversibles.
El último
trimestre del año 2018 fue fatídico para Ramírez Cairo. En el mes de octubre
fallece su hermana Enma Rosa, en noviembre Oscar Ramírez Núñez, su papá, y en
diciembre Rosa Cairo Carvajal, su mamá. Ella quedó desolada y desamparada
económicamente, por lo que inició los trámites para adjudicarse la chequera de
su mamá desde el mismo mes de enero.
Remitióse a
la Oficina de Seguridad Social, sita en la calle B, e/29 y Zapata de su misma
localidad. Allí fue atendida por la Directora Diana, la cual le asignó a la
especialista de casos sociales Niurka, esta a su vez le indica que debe
remitirse al Comité de Defensa de la Revolución (CDR) y solicitarle una carta
de su situación al presidente de la organización o al responsable de vigilancia.
Ramírez
Cairo, sin demoras se personó en el CDR Nº 5 “Frank Hidalgo Gato”, cuya
presidenta responde al nombre de Margarita. Esta le indica ir a ver al
responsable del frente de vigilancia, aunque estos después puestos de común acuerdo,
le dijeron que la persona indicada es una Trabajadora Social, quien tiene que ir
a verla a ella, con una carta de la Asociación Nacional del Ciego (ANCI).
Independientemente
que los factores de la comunidad – CDR, MININT, PCC y Médico de la Familia – conocen
bien el caso de Ramírez Cairo, indolentemente apabullan con trámites
innecesarios a esta desdichada cubana pasándole por arriba a toda la humanidad
que profesan solo verbalmente, a pesar que dominan bien su situación.
Ridiculizando sus mismos dictámenes, pues en el mismo carnet de la ANCI reza:
La ANCI
solicita a los organismos estatales, las organizaciones políticas, sociales y
de masas y de la ciudadanía en general, se preste al titular de este caso la ayuda
que fuere necesaria en concordancia con los principios de la solidaridad humana
y proletaria.
Si algo
repetidamente ratifica Cuba en la ONU, además del Noticiero Estelar, y del
Órgano Oficial del Partido Comunista de Cuba, el Granma, es su posición con
respecto a los Derechos Humanos en Venezuela.
¿Y sobre los
derechos Humanos de los cubanos qué?
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