martes, 5 de febrero de 2019

Adulterio




En la Escritura “adulterio” denota cualquier cohabitación voluntaria que una persona casada efectúa con cualquier otra persona que no sea su esposa u esposo legítimo. 

Sin embargo, otras veces la Biblia señala a este pecado con el término Porneia, esto es, “fornicación” (1 Co. 5:1), aunque propiamente hablando esta palabra designa la ofensa de la cohabitación voluntaria entre una persona que no está casada y otra del sexo opuesto. 

Cuando se quiere hacer una distinción entre estos dos tipos de perversidad, la Escritura los denomina con términos diferentes: pornoi, “fornicarios” y moichoi “adúlteros” (1 Co. 6:9). 

La Escritura prohíbe el adulterio para salvaguardar especialmente la santidad del hogar y la familia (Ex. 20:14; Dt. 5:18). El pecado es descrito más específicamente en Lv. 18:20: “Además, no tendrás acto carnal con la mujer de tu prójimo, contaminándote con ella.” 

La falta era considerada tan grande que su pena era la muerte. (Lv. 20:10). “Y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres" (Jn. 8:5). En Eze. 16:40; 23:43-47 se menciona la lapidación como el castigo apropiado. 

Así también en Dt. 22:23s.; se dice que una mujer desposada que cometa adulterio, debe ser lapidada junto con su cómplice.

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