El hombre advierte siempre dentro de sí
aquella exigencia moral o aquella atracción imprecisa hacia el bien
que los escolásticos llamaban inclinaciones naturales y los
fenomenólogos Sentimiento de los valores.
Este tipo de atracción a priori o
anterior a toda reflexión consciente sobre la misma corresponde a la
obligación que nosotros llamamos moral, que está presente en todo
ser humano.
Lo que nosotros advertimos por dentro
corresponde a lo que se ha verificado a lo largo de los siglos en la
historia de la humanidad, manifestándose en las diversas épocas
históricas y en las diversas áreas geográfico-culturales como
característica peculiar de la humanidad entera.
Así es como tiene vida el fenómeno
moral, entendido en el sentido más amplio de la palabra, que es
posible describir en las líneas más significativas de su
manifestación.
Este dato de hecho le interesa a la
ética descriptiva para captar el punto de partida y las modalidades
genéticas de la reflexión moral, a fin de describir sus
características, divergentes o convergentes, asumidas en el tiempo y
en el espacio, en el momento de asumir sus dimensiones formales así
como sus redimensiones histórico-culturales siempre diversas y
diversificadoras.
La ética descriptiva destaca las
características que ha tomado y sigue tomando continuamente el
fenómeno.No va más allá de esta descripción y no se distingue,
por tanto, de las otras ciencias (la historia, la etnología, la
sociología, etc.) que se proponen igualmente describir de una manera
o de otra el comportamiento del individuo o de un pueblo entero. No
se trata más que de poner de relieve el ethos
existente.
S. Privitera
Bibl.: 5. Privitera, Ética descriptiva,
en NDTM, 666-670: como ejemplo de una obra de ética
histórico-descriptiva, es conocida la de M. Weber. La ética
protesta,7te y el espíritu del capitalismo, Aguilar, Madria 1980
No hay comentarios:
Publicar un comentario