jueves, 17 de diciembre de 2015

Jerusalén (en hebreo יְרוּשָׁלַיִם Yerushaláyim; en árabe القُدس al-Quds) es la capital de Israel



La Ciudad Vieja de Jerusalén fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1981.

En el tiempo de Abraham se llamaba Salem o ciudad de paz (Génesis 14:18). Antes que David la conquistara era una ciudad amorrea llamada Jebús (Génesis 15:21; Jueces 19:10, 11). Isaías la llamó Ariel o Sion de Dios (Isaías 29:1,2). Otros nombres bíblicos son Sion o monte de Sion, Ciudad de David, Ciudad del Gran Rey, Ciudad Santa, El Santuario, Ciudad de Justicia, etcétera. El nombre mismo significa posesión de paz.
Está a unos 762 ms. sobre el nivel del mar, en la cima de un monte de la cordillera de Judea; se dice que fue edificada sobre cuatro montes, dos de los cuales, Sion y Moria, se discuten en otro lugar. Está como a 53 Kms. al este de Jaffa en el mar Mediterráneo, y a 28 ó 32 Kms. al oeste del punto más al norte del mar Muerto, donde desemboca el río Jordán. Está situada en la línea fronteriza entre las tribus de Judá y Benjamín como a 225 Kms. al sur de Damasco.
El abastecimiento del agua natural es muy escaso, pues hay solamente un manantial intermitente en el valle de Cedrón, que es insuficiente para la población; de modo que desde tiempos antiguos se han usado cisternas, y el agua ha sido llevada a la ciudad por conductos externos, como los estanques de Salomón.
Evidentemente esta ciudad no fue conquistada por Josué, pues continuó en manos de los jebuseos hasta que David, en el año octavo de su reinado en Hebrón, la atacó y la subyugó. Con la ayuda del rey Hiram de Tiro, quien proveyó material y obreros hábiles, David la reparó, la ensanchó y la fortificó, y entonces llegó a ser el centro político y religioso del reino de los judíos. Salomón (970-931 a. de J.C.) la convirtió en una de las ciudades más importantes y hermosas del mundo. Extendió y fortaleció los muros, edificó el templo y varios palacios, incluyendo uno muy hermoso y costoso para su esposa egipcia, y reunió grandes tesoros dentro de los muros de la ciudad.
Después de la división del Reino, del establecimiento de una capital rival en el norte, y centros religiosos rivales en Betel y Dan, Jerusalén llegó a ser solamente la capital de Judá, y desde entonces su condición fue muy variada. Floreció bajo buenos reyes y sufrió bajo malos. Durante el reinado de Roboam fue capturada, y los tesoros del templo fueron llevados por Sisac de Egipto; en el tiempo de Amasías, Joás rey de Israel la venció, destruyó parte del muro y tomó todo el oro, la plata y los vasos del templo. Fue fortificada por Uzzías, Jotam y Ezequías, pero pronto fue tomada por los asirios y tuvo que pagar un tributo pesado.
Aquí empezó un período de cambios frecuentes. Pronto fue conquistada por los babilonios (607-587 a. de J.C.), quienes despojaron y quemaron la ciudad y el templo, destruyeron los muros y llevaron en cautiverio a todos, menos a los ciudadanos más pobres y a los incapacitados.
Después de 70 años vino la restauración con la reedificación del muro y el templo, y la institución de ciertas grandes reformas y el establecimiento de nuevo de su adoración antigua. La historia de la restauración se encuentra en los libros de Esdras y Nehemías.
Luego cayó bajo el poder de Alejandro el Grande, 332 a. de J. C.; después de Egipto hasta 204 a. de J. C, después bajo los seleucidas de Siria, hasta 167 a. de J. C; y por fin los macabeos la independizaron hasta que cayó bajo el gobierno de Roma en 63 a. de J. C.
Esto marcó el comienzo de otro período largo que estuvo lleno de calamidades. Durante este tiempo fue cuando Cristo nació, vivió, enseñó, murió y resucitó, y también surgió y creció el cristianismo.
Jerusalén fue destruida por Tito en 70 d. de J.C.; reedificada por Adriano en 138; conquistada por los musulmanes en 637; cayó en las manos de los turcos en 1077; sufrió muchas calamidades durante el período de las cruzadas; y de 1517 hasta que fue tomada por el general Allenby en 1917, estuvo casi continuamente en manos de los turcos o árabes. Durante este tiempo sus muros han sido parcialmente destruidos y reedificados muchas veces, y se dice que, desde el tiempo de los jebuseos, la ciudad fue vencida en diecisiete grandes guerras que virtualmente la destruyeron, sin mencionar las muchas derrotas menos destructivas.
Durante su larga historia su importancia como centro religioso fue sobresaliente, especialmente durante el reinado de David. La edificación del templo por Salomón, seguida por la construcción de santuarios y templos a otros dioses, parece ser un esfuerzo para concentrar toda la adoración allí. Se esperaba que tal condición la haría más segura, porque otras naciones no estarían dispuestas a atacarla por temor a pelear contra sus propios dioses. El templo de YHWH ha sido siempre el asiento de interés principal para judíos y cristianos, y su gloria antigua era una de las maravillas sobresalientes de todos los tiempos.
Después de la I Guerra Mundial Jerusalén era la capital del territorio de Palestina bajo el gobierno de Inglaterra por acuerdo de la Sociedad de las Naciones Unidas. El nuevo estado de Israel fue sacado de Palestina en 1948, y en 1949 Jerusalén fue dividida por un acuerdo entre Israel y Jordán, en dos partes: la ciudad vieja que era árabe y la nueva que pertenecía a Israel, y que era la capital de ese país. La ciudad tiene ahora más de 773.000 residentes en un área de 125,1 kilómetros cuadrados si se incluye Jerusalén Este.
En 1956 hubo guerra entre los israelitas y los árabes, y bajo la presión de las Naciones Unidas, los Estados Unidos y Rusia, se terminó la guerra.
Otra vez en 1967 las naciones árabes procuraron destruir a Israel, pero Israel en
una guerra relámpago de seis días obtuvo la victoria sobre sus enemigos; el resultado fue que Israel se quedó con territorio que antes era de los árabes, parte del cual es la antigua ciudad de Jerusalén que pertenecía a los árabes y ahora toda la ciudad está en manos de los judíos.
La ciudad tiene muchos edificios hermosos, residencias, hoteles, tiendas, escuelas, hospitales y templos. Es muy moderna, es la ciudad más sagrada de todo el mundo, y sin disputa es la más importante de la historia bíblica. Se menciona más de 800 veces en la Biblia en 36 diferentes libros.
En el Nuevo Testamento, en las Epístolas y Apocalipsis hay referencias a la Nueva Jerusalén. La ciudad había sido el orgullo, el gozo, la paz y la esperanza de Israel, y pronto llegó a ser un tipo de la esperanza espiritual para los cristianos. En este sentido nuestro hogar futuro celestial se llama "la Jerusalén de arriba" (Gálatas 4:26), "Jerusalén la celestial" (Hebreos 12:22), y "la nueva Jerusalén" (Apocalipsis 3:12; 12:2). Estos versículos la describen como la ciudad de nuestro Dios, la esposa de Cristo el Cordero, y como nuestro futuro hogar en el cielo. Está descrita de manera muy hermosa en Apocalipsis 21-22, como la habitación final y gloriosa de los redimidos. Muchos piensan que la idea descansa sobre la profecía de la gloria futura de Jerusalén (Isaías 52), que parece nunca fue cumplida en la ciudad terrestre.
Era la ciudad de Melquisedec, a quien Abraham pagó su diezmo, Génesis 14:17-28.
Allí Josué mató a su rey, quien juntamente junto con otros cuatro reyes hizo un complot en contra de él, Josué 10:1-27.
La tribu de Judá la conquistó, Jueces 1:1-8.
Fue capturada, fortificada y embellecida por David, 2 Samuel 5:6-16.
El Arca fue trasladada a esta ciudad por David, 2 Samuel 6:1; 1 Crónicas 13-
16; Salmo 24. David hizo planes para el templo, 2 Samuel 7; 1 Crónicas 17:22-29.
Fue Preservada de la pestilencia, 2 Samuel 24.
Las empresas de edificación por Salomón, 1 Reyes 6-9.
Fue saqueada por Sisac y otros, 1 Reyes 14:25-28; 11:23, 24; 2 Reyes 14:13, 14.
Fortalecida por Uzías, 2 Crónicas 26:9-15; 1 Crónicas 21. Salvada de Asiria, 2 Reyes 18:13-20, 36-39: Salmo 46, 48.
Sufrió muchas guerras, 2 Reyes 25; 2 Crónicas 12, 25, 36; Jeremías 39, 52. Fue capturada por Babilonia, 2 Reyes 24-25.
Fue lamentada por los desterrados, Lamentaciones 1-2; Salmo 130, 137.
El retorno de los desterrados fue predicho, Isaías 40:1-11; 43:1-21; 35:10; 52:2-6.
Los muros de la ciudad reedificados, Nehemías 1-4; Salmo 126, 147.
Cristo estuvo allí cuando era un nene, Lucas 2:22; a la edad de doce años,
Lucas 2:41-52; en la entrada triunfal, Mateo 21:1 en adelante.
Cristo lloró sobre la ciudad y predijo su fin, Mateo 23:37; 24; Marcos 13. Cristo fue crucificado (Relato de los Evangelios).
El Espíritu Santo descendió en el día de Pentecostés, Hechos 2.
INTERIOR DE LA CIUDAD DE JERUSALÉN
En la ciudad hay muchos lugares de interés, por ejemplo la Iglesia de Santo
Sepulcro, que conmemora la sepultura de Jesús; la Iglesia del Redentor; la Vía
Dolorosa; el Muro de las Lamentaciones; la tumba de David; la calle de David; escuelas; hospitales; talleres; los establos de Salomón bajo el área del templo y las praderas de él debajo de la ciudad; la mezquita de Omar; los muros de la ciudad; las puertas, etcétera. Junto con estos lugares hay otros que deben llamarnos la atención porque son de importancia especial para el estudiante de la Biblia y del cristianismo. A continuación veremos algunos de los más importantes:
El Área del Templo
El templo de Salomón estaba situado en la cumbre del monte Moriah, uno de los montes de la ciudad. El sitio fue hecho sagrado por primera vez cuando Abraham ofreció a Isaac ahí. Es un área cubierta con piedra (como 300 ms.2). En su centro hay una gran piedra de cerca de 9.14 ms. de largo sobre la cual se cree que Abraham ofreció a Isaac. Sobre esta piedra fue construida la costosa y hermosa Mezquita de Omar. Esta piedra se hace inaccesible por una tapia circular en donde solamente pueden entrar los sacerdotes y esto muy raras veces.
Aquí David dio su encargo a Salomón, 1 Reyes 2:1-9; 1 Crónicas 28:1-29:22.
Salomón construyó el templo, 1 Reyes 5-8; 2 Crónicas 2:1-7:10. Reconstruido por Zorobabel. Esdras 1-3.
Zacarías vio una visión acerca del nacimiento de Juan el Bautista, Lucas 1:5-25. Ahí Simeón pudo ver a Jesús, Lucas 2:22-38.
Jesús visitó la ciudad a la edad de doce años, Lucas 2:41-51. Jesús enseñó ahí durante las fiestas, Juan 7:1-52; 10:22-42.
Limpió el templo, Juan 2:13-16; Mateo 21:12, 13; Marcos 11:15-17;
Lucas 19:45, 46.
Jesús y la mujer hallada en adulterio, Juan 8:2-11. Jesús y la ofrenda de la viuda, Marcos 12:41-44. Pedro y Juan sanan al hombre cojo. Hechos 3:1-4:4. Pablo arrestado, Hechos 21:15; 22:29.

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