La Ciudad
Vieja de Jerusalén fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la
Unesco en 1981.
En el
tiempo de Abraham se llamaba Salem o ciudad de paz (Génesis 14:18).
Antes que David la conquistara era una ciudad amorrea llamada Jebús
(Génesis 15:21; Jueces 19:10, 11). Isaías la llamó Ariel o Sion de
Dios (Isaías 29:1,2). Otros nombres bíblicos son Sion o monte de
Sion, Ciudad de David, Ciudad del Gran Rey, Ciudad Santa, El
Santuario, Ciudad de Justicia, etcétera. El nombre mismo significa
posesión de paz.
Está a
unos 762 ms. sobre el nivel del mar, en la cima de un monte de la
cordillera de Judea; se dice que fue edificada sobre cuatro montes,
dos de los cuales, Sion y Moria, se discuten en otro lugar. Está
como a 53 Kms. al este de Jaffa en el mar Mediterráneo, y a 28 ó 32
Kms. al oeste del punto más al norte del mar Muerto, donde desemboca
el río Jordán. Está situada en la línea fronteriza entre las
tribus de Judá y Benjamín como a 225 Kms. al sur de Damasco.
El
abastecimiento del agua natural es muy escaso, pues hay solamente un
manantial intermitente en el valle de Cedrón, que es insuficiente
para la población; de modo que desde tiempos antiguos se han usado
cisternas, y el agua ha sido llevada a la ciudad por conductos
externos, como los estanques de Salomón.
Evidentemente
esta ciudad no fue conquistada por Josué, pues continuó en manos de
los jebuseos hasta que David, en el año octavo de su reinado en
Hebrón, la atacó y la subyugó. Con la ayuda del rey Hiram de Tiro,
quien proveyó material y obreros hábiles, David la reparó, la
ensanchó y la fortificó, y entonces llegó a ser el centro político
y religioso del reino de los judíos. Salomón (970-931 a. de J.C.)
la convirtió en una de las ciudades más importantes y hermosas del
mundo. Extendió y fortaleció los muros, edificó el templo y varios
palacios, incluyendo uno muy hermoso y costoso para su esposa
egipcia, y reunió grandes tesoros dentro de los muros de la ciudad.
Después de
la división del Reino, del establecimiento de una capital rival en
el norte, y centros religiosos rivales en Betel y Dan, Jerusalén
llegó a ser solamente la capital de Judá, y desde entonces su
condición fue muy variada. Floreció bajo buenos reyes y sufrió
bajo malos. Durante el reinado de Roboam fue capturada, y los tesoros
del templo fueron llevados por Sisac de Egipto; en el tiempo de
Amasías, Joás rey de Israel la venció, destruyó parte del muro y
tomó todo el oro, la plata y los vasos del templo. Fue fortificada
por Uzzías, Jotam y Ezequías, pero pronto fue tomada por los
asirios y tuvo que pagar un tributo pesado.
Aquí
empezó un período de cambios frecuentes. Pronto fue conquistada por
los babilonios (607-587 a. de J.C.), quienes despojaron y quemaron la
ciudad y el templo, destruyeron los muros y llevaron en cautiverio a
todos, menos a los ciudadanos más pobres y a los incapacitados.
Después de
70 años vino la restauración con la reedificación del muro y el
templo, y la institución de ciertas grandes reformas y el
establecimiento de nuevo de su adoración antigua. La historia de la
restauración se encuentra en los libros de Esdras y Nehemías.
Luego cayó
bajo el poder de Alejandro el Grande, 332 a. de J. C.; después de
Egipto hasta 204 a. de J. C, después bajo los seleucidas de Siria,
hasta 167 a. de J. C; y por fin los macabeos la independizaron hasta
que cayó bajo el gobierno de Roma en 63 a. de J. C.
Esto marcó
el comienzo de otro período largo que estuvo lleno de calamidades.
Durante este tiempo fue cuando Cristo nació, vivió, enseñó, murió
y resucitó, y también surgió y creció el cristianismo.
Jerusalén
fue destruida por Tito en 70 d. de J.C.; reedificada por Adriano en
138; conquistada por los musulmanes en 637; cayó en las manos de los
turcos en 1077; sufrió muchas calamidades durante el período de las
cruzadas; y de 1517 hasta que fue tomada por el general Allenby en
1917, estuvo casi continuamente en manos de los turcos o árabes.
Durante este tiempo sus muros han sido parcialmente destruidos y
reedificados muchas veces, y se dice que, desde el tiempo de los
jebuseos, la ciudad fue vencida en diecisiete grandes guerras que
virtualmente la destruyeron, sin mencionar las muchas derrotas menos
destructivas.
Durante su
larga historia su importancia como centro religioso fue
sobresaliente, especialmente durante el reinado de David. La
edificación del templo por Salomón, seguida por la construcción de
santuarios y templos a otros dioses, parece ser un esfuerzo para
concentrar toda la adoración allí. Se esperaba que tal condición
la haría más segura, porque otras naciones no estarían dispuestas
a atacarla por temor a pelear contra sus propios dioses. El templo de
YHWH ha sido siempre el asiento de interés principal para judíos y
cristianos, y su gloria antigua era una de las maravillas
sobresalientes de todos los tiempos.
Después de
la I Guerra Mundial Jerusalén era la capital del territorio de
Palestina bajo el gobierno de Inglaterra por acuerdo de la Sociedad
de las Naciones Unidas. El nuevo estado de Israel fue sacado de
Palestina en 1948, y en 1949 Jerusalén fue dividida por un acuerdo
entre Israel y Jordán, en dos partes: la ciudad vieja que era árabe
y la nueva que pertenecía a Israel, y que era la capital de ese
país. La ciudad tiene ahora más de 773.000 residentes en un área
de 125,1 kilómetros cuadrados si se incluye Jerusalén Este.
En 1956
hubo guerra entre los israelitas y los árabes, y bajo la presión de
las Naciones Unidas, los Estados Unidos y Rusia, se terminó la
guerra.
Otra vez en
1967 las naciones árabes procuraron destruir a Israel, pero Israel
en
una guerra
relámpago de seis días obtuvo la victoria sobre sus enemigos; el
resultado fue que Israel se quedó con territorio que antes era de
los árabes, parte del cual es la antigua ciudad de Jerusalén que
pertenecía a los árabes y ahora toda la ciudad está en manos de
los judíos.
La ciudad
tiene muchos edificios hermosos, residencias, hoteles, tiendas,
escuelas, hospitales y templos. Es muy moderna, es la ciudad más
sagrada de todo el mundo, y sin disputa es la más importante de la
historia bíblica. Se menciona más de 800 veces en la Biblia en 36
diferentes libros.
En el Nuevo
Testamento, en las Epístolas y Apocalipsis hay referencias a la
Nueva Jerusalén. La ciudad había sido el orgullo, el gozo, la paz y
la esperanza de Israel, y pronto llegó a ser un tipo de la esperanza
espiritual para los cristianos. En este sentido nuestro hogar futuro
celestial se llama "la Jerusalén de arriba" (Gálatas
4:26), "Jerusalén la celestial" (Hebreos 12:22), y "la
nueva Jerusalén" (Apocalipsis 3:12; 12:2). Estos versículos la
describen como la ciudad de nuestro Dios, la esposa de Cristo el
Cordero, y como nuestro futuro hogar en el cielo. Está descrita de
manera muy hermosa en Apocalipsis 21-22, como la habitación final y
gloriosa de los redimidos. Muchos piensan que la idea descansa sobre
la profecía de la gloria futura de Jerusalén (Isaías 52), que
parece nunca fue cumplida en la ciudad terrestre.
Era la
ciudad de Melquisedec, a quien Abraham pagó su diezmo, Génesis
14:17-28.
Allí Josué
mató a su rey, quien juntamente junto con otros cuatro reyes hizo un
complot en contra de él, Josué 10:1-27.
La tribu de
Judá la conquistó, Jueces 1:1-8.
Fue
capturada, fortificada y embellecida por David, 2 Samuel 5:6-16.
El Arca fue
trasladada a esta ciudad por David, 2 Samuel 6:1; 1 Crónicas 13-
16; Salmo
24. David hizo planes para el templo, 2 Samuel 7; 1 Crónicas
17:22-29.
Fue
Preservada de la pestilencia, 2 Samuel 24.
Las
empresas de edificación por Salomón, 1 Reyes 6-9.
Fue
saqueada por Sisac y otros, 1 Reyes 14:25-28; 11:23, 24; 2 Reyes
14:13, 14.
Fortalecida
por Uzías, 2 Crónicas 26:9-15; 1 Crónicas 21. Salvada de Asiria, 2
Reyes 18:13-20, 36-39: Salmo 46, 48.
Sufrió
muchas guerras, 2 Reyes 25; 2 Crónicas 12, 25, 36; Jeremías 39, 52.
Fue capturada por Babilonia, 2 Reyes 24-25.
Fue
lamentada por los desterrados, Lamentaciones 1-2; Salmo 130, 137.
El retorno
de los desterrados fue predicho, Isaías 40:1-11; 43:1-21; 35:10;
52:2-6.
Los muros
de la ciudad reedificados, Nehemías 1-4; Salmo 126, 147.
Cristo
estuvo allí cuando era un nene, Lucas 2:22; a la edad de doce años,
Lucas
2:41-52; en la entrada triunfal, Mateo 21:1 en adelante.
Cristo
lloró sobre la ciudad y predijo su fin, Mateo 23:37; 24; Marcos 13.
Cristo fue crucificado (Relato de los Evangelios).
El Espíritu
Santo descendió en el día de Pentecostés, Hechos 2.
INTERIOR DE
LA CIUDAD DE JERUSALÉN
En la
ciudad hay muchos lugares de interés, por ejemplo la Iglesia de
Santo
Sepulcro,
que conmemora la sepultura de Jesús; la Iglesia del Redentor; la Vía
Dolorosa;
el Muro de las Lamentaciones; la tumba de David; la calle de David;
escuelas; hospitales; talleres; los establos de Salomón bajo el área
del templo y las praderas de él debajo de la ciudad; la mezquita de
Omar; los muros de la ciudad; las puertas, etcétera. Junto con estos
lugares hay otros que deben llamarnos la atención porque son de
importancia especial para el estudiante de la Biblia y del
cristianismo. A continuación veremos algunos de los más
importantes:
El Área
del Templo
El templo
de Salomón estaba situado en la cumbre del monte Moriah, uno de los
montes de la ciudad. El sitio fue hecho sagrado por primera vez
cuando Abraham ofreció a Isaac ahí. Es un área cubierta con piedra
(como 300 ms.2). En su centro hay una gran piedra de cerca de 9.14
ms. de largo sobre la cual se cree que Abraham ofreció a Isaac.
Sobre esta piedra fue construida la costosa y hermosa Mezquita de
Omar. Esta piedra se hace inaccesible por una tapia circular en donde
solamente pueden entrar los sacerdotes y esto muy raras veces.
Aquí David
dio su encargo a Salomón, 1 Reyes 2:1-9; 1 Crónicas 28:1-29:22.
Salomón
construyó el templo, 1 Reyes 5-8; 2 Crónicas 2:1-7:10. Reconstruido
por Zorobabel. Esdras 1-3.
Zacarías
vio una visión acerca del nacimiento de Juan el Bautista, Lucas
1:5-25. Ahí Simeón pudo ver a Jesús, Lucas 2:22-38.
Jesús
visitó la ciudad a la edad de doce años, Lucas 2:41-51. Jesús
enseñó ahí durante las fiestas, Juan 7:1-52; 10:22-42.
Limpió el
templo, Juan 2:13-16; Mateo 21:12, 13; Marcos 11:15-17;
Lucas
19:45, 46.
Jesús y la
mujer hallada en adulterio, Juan 8:2-11. Jesús y la ofrenda de la
viuda, Marcos 12:41-44. Pedro y Juan sanan al hombre cojo. Hechos
3:1-4:4. Pablo arrestado, Hechos 21:15; 22:29.
No hay comentarios:
Publicar un comentario