viernes, 18 de diciembre de 2015

EL NIÑO QUE HACE TEMBLAR REYES







Según el Evangelio de Mateo podemos leer que:
Jesús nació en Belén, un pueblo de la región de Judea, en el tiempo en que Herodes el Grande era rey del país y llegaron por entonces a Jerusalén unos sabios del Oriente que se dedicaban al estudio de las estrellas y preguntaron:
 -¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido? Pues vimos salir su estrella y hemos venido a adorarlo.
El rey Herodes se inquietó mucho al oír esto y lo mismo les pasó a todos los habitantes de Jerusalén. Entonces mandó el rey llamar a todos los jefes de los sacerdotes y a los maestros de la ley, y les preguntó dónde había de nacer el Mesías.
Ellos le dijeron:
 -En Belén de Judea; porque así lo escribió el profeta:
 “En cuanto a ti, Belén, de la tierra de Judá, no eres la más pequeña entre las principales ciudades de esa tierra, porque de ti saldrá un gobernante que guiará a mi pueblo Israel.”
 
Entonces Herodes llamó en secreto a los sabios y se informó por ellos del tiempo exacto en que había aparecido la estrella. Luego los mandó a Belén, y les dijo:
“Vayan allá y averigüen todo lo que puedan acerca de ese niño y cuando lo encuentren, avísenme, para que yo también vaya a rendirle homenaje”.

Con estas indicaciones del rey, los sabios se fueron. Y la estrella que habían visto salir iba delante de ellos, hasta que por fin se detuvo sobre el lugar donde estaba el niño.
Cuando los sabios vieron la estrella, se alegraron mucho.
Luego entraron en la casa, y vieron al niño con María, su madre y arrodillándose le rindieron homenaje. Abrieron sus cofres y le ofrecieron oro, incienso y mirra.

Después, advertidos en sueños de que no debían volver a donde estaba Herodes, regresaron a su tierra por otro camino. (Mateo 2:1-12) 

La Biblia como libro histórico:
Ha demostrado ser un preciso y fidedigno registro de hechos, lugares y de muchas vidas famosas, que se caracterizaron tanto en las buenas como en las malas obras. Uno de estos personajes tristemente célebre por la dictadura con que gobernó fue Herodes el Grande. Este fue un gobernante tan eficaz como despótico, que aunque desarrolló el comercio y la economía de su pueblo en una época de hambruna durante su gobierno, tampoco escatimó en ejecutar a toda la familia rival derrocada, incluyendo al abuelo (Aristóbulo II) y al hermano (Aristóbulo III), sumo sacerdote.

Como el título de Herodes no era legítimo, siempre estuvo preocupado y temeroso de perder el poder, por eso cuando oyó de los magos que buscaban al nuevo rey, inmediatamente quiso localizar y matar al niño antes de que le fuera a causar problemas. La matanza de los niños que ordenó es una lección trágica de lo que puede suceder cuando las acciones están motivadas por el egoísmo.

La desconfianza de Herodes afectó aún a su familia, este inescrupulosamente  ordenó ejecutar a su esposa Marianmna y un año después a la madre de esta. Asimismo eliminó a dos de sus propios hijos (Aristóbulo y Alejandro), atendiendo a rumores de conspiración en contra de su persona, levantados por otro hijo, Antípater, a quien también ejecutó años más tarde por intentar envenenarle.

En la Biblia se mencionan cuatro generaciones de la familia de Herodes, donde cada líder de la estirpe de este dejó bien grabada su malévola marca en la historia, aquí se puede apreciar nítidamente que tanto para bien o para mal, las familias ejercen una influencia duradera y poderosa sobre su descendencia, donde los errores y pecados se trasladan de los hijos de una generación hasta la siguiente generación.

Herodes el Grande, por temor al “Niño Rey”  ordenó el asesinato de los niños de Belén. Herodes Antipas tomó parte en el juicio de Jesús e hizo ejecutar a Juan el Bautista. Herodes Agripa I asesinó al apóstol Jacobo (La historia de este se narra en: (Hechos 12:1-23), cuyos versículos claves son:
“La gente comenzó entonces a gritar: "¡Este que habla no es un hombre, sino un dios!"
En el mismo momento, un ángel del Señor hizo que Herodes cayera enfermo, por no haber dado honor a Dios y murió comido de gusanos. (Hechos 12:22-23) Herodes Agripa II fue uno de los jueces del apóstol Pablo”.

Los dictadores aún hoy, tiemblan ante el “Niño Rey” y acrecientan la persecución hacia
quienes reflejen su carácter:   
“Porque nos ha nacido un niño, Dios nos ha dado un hijo, al cual se le ha concedido el poder
de gobernar. Y le darán estos nombres:
“Admirable, Dios invencible, Padre Eterno, Príncipe de Paz”. (Isaías 9:6) 



  

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