jueves, 24 de septiembre de 2015

LA MIRADA FIJA




Por Pr Manuel A Morejón Soler -El Vedado, La Habana.

Apoblepein se utiliza sólo una vez en el NT y aphoran dos, pero son palabras tan sumamente expresivas, que compensan el estudio más intenso.

El ejemplo importante de apoblepein está en Hebreos 11:26, donde leemos que Moisés renunció al placer, al ocio y al lujo del que pudo haber disfrutado en Egipto, a fin de identificarse con las luchas y tristezas de su pueblo, se dice que actuó así porque "miraba a la remuneración". La Versión Reina Valera, revisión de 1960, traduce: "porque tenía puesta la mirada en el galardón", la VP, "tenía la vista puesta en la recompensa". El significado es que se despreocupó de las recompensas de la tierra para concentrarse en las de los cielos.

El ejemplo importante de aphoran está en Hebreos 12:2, donde se nos manda "poner los ojos en Jesús". VP dice "fijemos nuestra mirada en Jesús", y la Versión Reina Valera, revisión de 1960, "puestos los ojos en Jesús". También se puede sugerir como: “no teniendo ojos nada más que para Jesús” . La idea es que hemos de apartar nuestra mirada de todo lo demás para fijarla en Jesús.

Todo este contenido nos da una magnífica imagen de la forma en que el verdadero cristiano ha de mirar la santidad de Dios y la maravilla de Jesucristo, esto es: con absoluta fijeza y total concentración; con extraordinario asombro, como el que contempla admirado un campeón y un salvador, como el que examina un proyecto magistral que es modelo de vida, como el amado que mira embelesado a su amante, como el hombre que mira a su amigo íntimo, como el hombre que mira a Dios cuando Dios ha llegado a ser para él la única realidad de su vida.

Aphoran y apoblepein describen el mirar de un alma que está "perdida en lo maravilloso, en el amor y en la alabanza".

A través de la historia de la humanidad el mundo siempre ha resultado ser difícil para los cristianos. La sucia contaminación mundanal siempre ha procurado infectar a los cristianos de cualquier parte y de todos los tiempos. Desde el principio del cristianismo, los cristianos morían de forma terrible por su fe, lo único necesario era mirar fija, resuelta y anhelantemente a los cielos, a Dios y a Jesucristo. Sólo eso podía confortar, fortalecer y esperanzar al cristiano para seguir siéndolo… y todavía es así.

@AlianzaCristian

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