viernes, 25 de septiembre de 2015

¡Es el momento!


Kim Potter: 
Unos días atrás, me desperté de una serie de sueños dados por el Señor, que me impactaron grandemente, pero antes de compartirlos contigo déjame empezar diciéndote lo que está sucediendo en mi familia en este momento. Tengo un sobrino que va a casarse en septiembre. He estado ocupada ayudando a mi hermana con edredones, regalos y celebraciones. Cuando el Señor me dio estos sueños unas noches atrás me podía relacionar fácilmente por la emoción alrededor de esta futura boda.

Una serie de sueños: ¡No faltes a la boda!
 
Sueño número 1: En mi primer sueño, estábamos arreglando una iglesia para una boda, al principio yo estaba confundida y dije: "No, todavía no; no es el momento", pero los encargados dijeron: "Es el momento, tenemos que arreglarlo todo para la gran celebración que ocurrirá mañana". Era una vista esplendorosa, algo que nunca había visto antes. Nos preparamos rápidamente para el evento que se llevaría a cabo en las siguientes 24 horas. Cuando me desperté de ese sueño, estaba hablando en voz alta y dije: "¡No es en septiembre, es AHORA!" Estaba emocionada en el espíritu, luego volví a dormir.
 
Sueño número 2: De nuevo soñé que estaba preparando cosas para el gran evento que tomaría lugar el día siguiente y estaba preparando una mesa para el evento. La cita bíblica que vino a mi mente está en el
Salmo 23: 5-6, "Tú preparas una mesa delante de mí en presencia de mis enemigos; Has ungido mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando. Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa del SEÑOR moraré por largos días".
 
Empecé a ver lo que Dios me estaba enseñando. Este evento, por lo menos parte de este evento, era el Señor preparando una mesa para MÍ en la presencia de mis enemigos. Él estaba ungiendo mi cabeza con aceite y por claramente mi copa rebozaba. Al despertar declaré: "¡Él está preparando una mesa para mí en la presencia de mis enemigos!". En ese momento eran las 3:00 de la madrugada y luego volví a dormir y, una vez más, soñé. (Foto cortesía de Flickr)
 
Sueño número 3: Esta vez eran unas horas antes de la boda. Mi familia quería ir a ver una película. Yo les preguntaba: "¿Por qué haríamos eso?" Estaba preocupada de perderme la boda. Todos dijeron que estaba bien y fuimos a ver la película, pero no podía concentrarme y finalmente se rindieron y nos fuimos al sitio de la boda porque no quería perdérmela y desperté.
 
Sueño número 4: Finalmente, soñé el último sueño. En este sueño estábamos arreglados y preparados para la boda como si literalmente estuviera encima de nosotros, a menos de una hora. Fue así que un hombre tocó en mi puerta que necesitaba que le ayudara con algún tipo de trabajo y me sentí obligada a terminar el trabajo. Todos los demás se me adelantaron y les dije que los miraría en la boda. Sin embargo este hombre me seguía deteniendo hasta que le dije a la persona que me acompañaría que se adelantara y yo los alcanzaría allí ¡Pero no los alcancé!... ¡Me perdí la boda!
 
Mi hermana vino hacia mí después y estaba muy entristecida. "Perdón", le dije y ella me respondió: "Si hubieras llegado al último instante hubieras de cualquier manera formado parte de esta sorprendente celebración". Me desperté...y estaba llorando al despertar.
 
¡No te lo pierdas! ¡Está aquí ahora!

Al despertar le dije a Dios: "Yo no me voy a perder esto. ¡Yo sé que no viene SINO QUE ESTÁ AQUÍ! ¡Yo sé que está aquí y no me lo voy a perder! No dejare que gente, cosas, trabajo u obligaciones causen perderme de este maravilloso evento que está encima de mí". Él empezó a guiarme a la Palabra para confirmar mis sueños.
 
El reino de los cielos es semejante a un rey que hizo fiesta de bodas a su hijo; y envió a sus siervos a llamar a los convidados a las bodas; mas éstos no quisieron venir. Volvió a enviar otros siervos, diciendo: Decid a los convidados: He aquí, he preparado mi comida; mis toros y animales engordados han sido muertos, y todo está dispuesto; venid a las bodas. Mas ellos, sin hacer caso, se fueron, uno a su labranza, y otro a sus negocios. Mateo 22: 2-5.  
(Foto de Pixabay)
 
Esta es la advertencia del sueño: Algunos entendieron el significado de la boda, otros escogieron su propio camino y otros regresaron a sus negocios en otras palabras - Dios no era su prioridad. Te preguntarás: ¿Qué significan estos sueños? Le pedí al Señor que me diera una cita para lo que me estaba enseñando y Él fue fiel y lo hizo.
 
Todos sabemos que hay obscuridad en nuestra tierra, Dios nos dijo en la Escritura que esto sería así pero Él no paró ahí. Su Palabra dice:
En los últimos días, dice el Señor, "Derramaré mi Espíritu sobre todos los hombres y profetizarán sus hijos y sus hijas; los jóvenes verán visiones y los ancianos tendrán sueños proféticos. Más aún, derramaré mi Espíritu sobre mis servidores y servidoras, y ellos profetizarán. Haré prodigios arriba, en el cielo, y signos abajo, en la tierra: verán sangre, fuego y columnas de humo. El sol se convertirá en tinieblas y la luna en sangre, antes que llegue el Día del Señor, día grande y glorioso. Y todo el que invoque el nombre del Señor se salvará". (Hechos 2:17-21).
 
No creo que la boda sea literal pero sí una gran asamblea para celebrar lo que el Señor está haciendo en nuestra tierra. Creo que habla de la Escritura enIsaías 62:11: He aquí, el SEÑOR ha proclamado hasta los confines de la tierra:
Decid a la hija de Sion: "He aquí, tu salvación viene; he aquí, su galardón está con Él, y delante de Él su recompensa".
 
¡Prepárate para el derramiento! ¡Su recompensa esta con Él!

Creo que el Señor nos está diciendo: "¡Prepárense! ¡El Señor viene ya y su recompensa está con É!" Creo que esta recompensa es la abundancia de la gloria que sabemos está a punto de ser derramada y en esa gloria esta la trasferencia de riqueza que hemos leído que nos permitirá cubrir el mundo con su Palabra y su poder sanador.
 
Creo que la boda (la asamblea) es un derramiento de Dios como jamás nos hemos imaginado. Creo que es el momento de que Él derramará su gloria de manera gloriosa y magnífica. Estamos invitados al evento. Es el momento de entrar a un lugar con Dios que solo nos habíamos imaginado. Un momento donde su gloria es derramada en toda persona, un momento donde las visiones y los milagros sean sucesos comunes. (Foto de Flick)
 
Creo que es el tiempo del que leemos en
Isaías 60: Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Yahvé ha nacido sobre ti. Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones; mas sobre ti amanecerá Yahvé, y sobre ti será vista su gloria. Y andarán las naciones a tu luz, y los reyes al resplandor de tu nacimiento. Alza tus ojos alrededor y mira, todos éstos se han juntado, vinieron a ti; tus hijos vendrán de lejos, y tus hijas serán llevadas en brazos. Entonces verás, y resplandecerás; se maravillará y ensanchará tu corazón, porque se haya vuelto a ti la multitud del mar, y las riquezas de las naciones hayan venido a ti.
 
Será una celebración gloriosa... si estamos preparados. Piensa en mi sueño. Me perdí la boda. Soy una persona que diariamente busco el rostro de Dios, su dirección y sus planes para mi vida. Y aun así me perdí la boda. ¿Por qué?Porque estaba ocupada con otras cosas sin discernir los tiempos en los que estamos. Adicionalmente, yo pensé que mi hermana estaba en el lugar equivocado cuando estaba en el cine, pero ella no se perdió la boda ni la mesa preparada para ella en la presencia de sus enemigos. Entonces, ¿ves?, todo lo que tenemos que hacer es ir cuando llegue la invitación.
 
Me perdí este momento extraordinario con Dios por hacer lo que pensaba era "bueno y necesario", pero claramente no era el plan de Dios o el tiempo para lo que se tenía que hacer. Era una distracción y fue mandada para causar que me perdiera del plan divino de Dios.
 
Es absolutamente vital que oremos y discernamos los tiempos y temporadas en las que estamos. Tenemos que discernir lo que es bueno y lo que es de Dios. Tenemos que discernir dónde tenemos que estar, lo que se supone tenemos que hacer... de acuerdo al plan de Dios, y asegurarnos que lo estamos haciendo. Estamos en tiempos que necesitamos el discernimiento de Isacar. Al ser cuidadosos para discernir los tiempos, podemos descansar seguros que no nos pasará. Amigos, oigan y escuchen lo que el Señor está diciendo. Pude sentir la seriedad de estos sueños cuando me despertaba. (Foto de Pixabay)
 
La buena noticia es...El Señor está preparando una mesa para nosotros en la presencia de nuestros enemigos - Él está a punto de derramar sus bendiciones sobre nosotros en medio del enemigo. ¿Estás preparado(a)? ¿Estás vestido(a)? ¿Llegarás a tiempo o te lo perderás?
Dios nos invita a venir. Él está diciendo: "¿Ves lo que he preparado? está listo...¡ven!" No dejes que nada te distraiga. ¡Ven! ¡Él viene y su recompensa con Él! Estoy emocionada sobre este gran evento y quiero ser parte de Su gloria derramada en la tierra. Él quiere que vengas también, ven a este gran derroche de su gloria. Está a momentos de distancia, ¿Vendrás?

Kim Potter
A New Thing Ministries

Correo electrónico: kpotter@anewthingministries.com
Sitio web: anewthingministries.com
 
Motivaciones diarias en español: www.anewthingministries.com


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