INTRODUCCIÓN
Tesalónica
era una de las ciudades en Macedonia (la parte norte de la Grecia
moderna)
visitada por Pablo y sus compañeros, Silas y Timoteo, durante su
segunda
campaña misionera (Hechos 16—18). La ciudad era la capital de la
provincia
romana, un centro comercial situado en la ruta más importante, la
Vía
Ignatia,
con una población heterogénea que incluía a los judíos. Después
de ser
forzado
a dejar Filipos, Pablo pasó un breve tiempo aquí, ganando un número
de
convertidos de judíos y griegos que asistían a la sinagoga y
estableció una
iglesia.
La oposición de los judíos que no respondieron al mensaje forzó a
los
misioneros
a dejar el lugar más pronto de lo que ellos hubieran deseado
(<441701>441701>Hechos
17:1-9). Pablo fue hacia el sur a Acaya y permaneció brevemente
en
Atenas y luego por un período más largo en Corinto. Desde Atenas
envió a
Timoteo
de regreso para visitar a la iglesia (1 Tesalonicenses 3: 1-6), y es
probable
que les escribiera desde Corinto. La carta de 1 Tesalonicenses, por
lo
tanto,
se escribió en cuestión de pocos meses, o sea, desde el tiempo
cuando
los
lectores habían oído el evangelio por primera vez, y se debe leer
como la
carta
de seguimiento a los nuevos convertidos.
Nada
se sabe sobre la iglesia durante el breve período entre su fundación
y la
composición
de la carta aparte de las alusiones que contiene. La impresión que
se
da es la de una iglesia que era libre de grupos que predicaban una
versión
diferente
del evangelio (contrastar con Galacia) y que estaba progresando bien
en
el desarrollo de la fe y el amor. La preocupación de Pablo era si la
iglesia
podría
resistir los ataques de afuera, no tanto por debilidades básicas
entre
ellos,
sino porque era una congregación joven.
El
área mayor en la que Pablo sintió la necesidad de dar instrucciones
era en
cuanto
al advenimiento futuro (o parousia) del Señor Jesús. No era que
hubiera
alguna
falsa enseñanza, sino que los tesalonicenses habían fallado en
apreciar
debidamente
el significado de la enseñanza paulina sobre la Segunda Venida y
sobre
la resurrección de la muerte.
Los
problemas y necesidades que subyacen en la carta son los de una
iglesia en
su
infancia, enfrentando la oposición de afuera y la falta de una
detallada
enseñanza
que Pablo les habría dado si hubiera podido permanecer más tiempo
con
ellos. La carta sugiere que la futura venida del Señor había jugado
un papel
significativamente
prominente en la predicación de Pablo, y se refiere a ello con
notable
frecuencia (<520109>520109>1
Tesalonicenses 1:9, 10; 2:19; 3:13; 4:13—5:11;
5:23).
Por otro lado, la carta refleja las características típicas del
pensamiento
de
Pablo, incluyendo el uso distintivo de la frase “en Cristo” (y
frases similares)
para
describir la naturaleza de la vida cristiana. Algunas de las ideas
más
características,
notablemente la doctrina de la justificación por la fe, están
ausentes,
pero esto puede ser simplemente en función de que nada en la
situación
requería el uso de la enseñanza la cual está asociada en
particular con
la
polémica contra un énfasis judío en las obras de la ley.
La
carta se acepta en general como genuina. Se ha dicho que tiene una
forma
particular,
y se han hecho intentos para explicar este fenómeno como una
combinación
de dos o más documentos, o como un documento que ha sido
sometido
a interpolaciones, pero estas teorías son sin duda más ingeniosas
que
convincentes.
La carta produce un sentido admirable en su forma actual.
La
epístola tiene la estructura usual de las cartas paulinas en que
comienza con
un
saludo (<520101>520101>1
Tesalonicenses 1:1), seguido por un informe de cómo Pablo
recuerda
a la iglesia en sus oraciones. Agradece a Dios por la forma en la que
la
vida cristiana perdurable y el testimonio de la iglesia certifican la
realidad de
una
respuesta positiva de sus miembros a su predicación inicial del
evangelio
(<520102>520102>1
Tesalonicenses 1:2-10). Este informe tiene el efecto de confirmar que
la
iglesia
tiene buena salud y así de proveer a los lectores con aliento
suficiente
para
proseguir en el camino tal como ellos lo están haciendo. Luego Pablo
comenta
acerca del carácter de su obra misionera en la ciudad, afirmando que
tanto
él como sus compañeros habían actuado justa y amorosamente en toda
relación
(<520201>520201>1
Tesalonicenses 2:1-12). Esto puede sugerir que los oponentes
de
la iglesia estaban ocupados en calumniar a los misioneros. A pesar de
esta
oposición,
la iglesia le había dado una cálida respuesta al evangelio
(<520213>520213>1
Tesalonicenses
2:13-16). La continuación de la hostilidad a la iglesia desde su
partida,
lo había preocupado a Pablo de tal manera que había deseado
regresar
para
ver cómo estaban las cosas. En su lugar él había enviado a Timoteo
como
su
representante, y éste había retornado lleno de entusiasmo por el
estado de
salud
de la iglesia (<520217>520217>1
Tesalonicenses 2:17—3:13). Así, la primera parte de
la
carta se ocupa del progreso de la iglesia a pesar de la oposición, y
ayuda a
fortalecer
los lazos entre el escritor ausente y sus lectores.
En
lo que resta de la carta Pablo da a la iglesia la clase de enseñanza
y consejo
práctico
que a él le habría gustado compartir con ellos en persona. Primero,
anima
a los lectores a que vivan vidas santas —con especial referencia a
evitar
la
inmoralidad sexual— y a continuar creciendo en el amor (<520401>520401>1
Tesalonicenses
4:1-12). Segundo, conforta a aquellos que estaban temerosos
sobre
la suerte de los que habían muerto diciéndoles que cuando el Señor
regrese
tendrá lugar la resurrección de los muertos, de modo que los que
“durmieron”
en Cristo vendrán con él y se reunirán con aquellos que todavía
están
vivos. Los creyentes no necesitan preocuparse acerca de cuándo esto
tendrá
lugar; si están verdaderamente “despiertos” como cristianos, no
serán
sorprendidos
como el mundo incrédulo (<520413>520413>1
Tesalonicenses 4:13—5:11).
Finalmente,
Pablo anima a la vida común de la iglesia recomendándoles amor
fraternal
y el uso de los dones espirituales (<520512>520512>1
Tesalonicenses 5:12-24), y
cierra
la carta con saludos personales (<520525>520525>1
Tesalonicenses 5:25-28).
BOSQUEJO
DEL CONTENIDO
<520101>520101>1
Tesalonicenses 1:1 ——Saludos iniciales
<520102>520102>1
Tesalonicenses 1:2-10——Agradecimientos iniciales
<520201>520201>1
Tesalonicenses 2:1-16——La conducta de los misioneros en
Tesalónica
<520217>520217>1
Tesalonicenses 2:17—3:13 —El continuo interés de Pablo por la
iglesia
<520401>520401>1
Tesalonicenses 4:1-12——Estímulo para el progreso ético
<520413>520413>1
Tesalonicenses 4:13 —5:11—Instrucción y ánimo sobre la
segunda
venida de Jesús
<520512>520512>1
Tesalonicenses 5:12-24——Instrucciones para la vida en la
iglesia
<520525>520525>1
Tesalonicenses 5:25-28——Pedidos y saludos finales
COMENTARIO
1:1
SALUDOS INICIALES
Pablo
se nombra a sí mismo y a los dos amigos que habían compartido con
él
la
fundación de la iglesia en Tesalónica, y que ahora estaban con él.
Silas,
o
“Silvano”
(la forma larga del mismo nombre) era un miembro judío de la iglesia
en
Jerusalén y un ciudadano romano (ver <441522>441522>Hechos
15:22-31). Timoteo
se
unió
a Pablo y Silas cuando pasaron por Listra en Asia Menor al principio
de la
primera
obra misionera (<441601>441601>Hechos
16:1-5). A pesar del uso de la forma
“nosotros”
en la mayor parte de la carta (contrastar <520218>520218>1
Tesalonicenses 2:18;
3:5;
5:27), se piensa en general que Pablo mismo fue el autor, escribiendo
de
parte
del grupo de misioneros.
La
iglesia
era
un pequeño grupo de creyentes que se reunía en una casa o
quizás
en un puñado de casas. Pablo frecuentemente dice que los cristianos
están
“en Cristo” o “en el Señor” o que hacen ciertas cosas “en
él”. Esta
expresión
quiere decir que ellos están en una estrecha relación con Jesús y
que
su
conducta está determinada por él como su Señor crucificado y
resucitado.
Aquí
Pablo agrega el nombre de Dios
Padre (cf.
<530101>530101>2
Tesalonicenses 1:1),
indicando
que los cristianos están también estrechamente relacionados con él
y
permanecen
bajo su autoridad. La forma espontánea en la cual el Padre y
Jesucristo
se nombran juntos muestra cómo Pablo vio a Jesús como el Hijo que
era
con el Padre la fuente de las bendiciones espirituales.
Gracia...
y paz vienen
del Padre y del Señor Jesucristo (<530102>530102>2
Tesalonicenses
1:2)
(ver también el artículo “Leyendo las epístolas”).
1:2-10
AGRADECIMIENTOS INICIALES
Pablo
comienza la mayoría de sus cartas informando de cómo él expresa
gratitud
a Dios por lo que está haciendo en la vida de los lectores. Esta
oración-informe
deja claro su propio amor e interés por sus amigos y también
sirve
para animarlos en sus vidas cristianas. Su tema es la constancia y
energía
con
las que los lectores han mantenido su fe original y así llegan a ser
testigos a
otra
gente. Las tres virtudes cristianas fundamentales, fe,
amor y
esperanza
(cf.
<520508>520508>1
Tesalonicenses 5:8; <461301>461301>1
Corintios 13:13; <510104>510104>Colosenses
1:4, 5),
habían
producido denodados esfuerzos y perseverancia a pesar de una
situación
adversa.
4,
5 Esta
evidencia confirmó el hecho de que Dios había elegido a los
lectores.
Elección
indica
que no sólo Dios los había llamado por la predicación del
evangelio
(<520212>520212>1
Tesalonicenses 2:12), sino que ellos habían respondido a él
con
fe (<520213>520213>1
Tesalonicenses 2:13). Las palabras humanas expresando el
evangelio
hubieran sido inútiles si no hubieran ido acompañadas por el poder
del
Espíritu y por un sentido consecuente de convicción y seguridad de
parte de
los
predicadores. Estos factores habían convencido a los oyentes de la
verdad
del
evangelio y les capacitaron a aceptarlo y vivirlo hasta sus últimas
consecuencias,
como lo demostró su conducta subsecuente.
6-8
Los
misioneros, como Jesús mismo, habían sido fuertemente atacados,
pero
resistieron firmes la oposición sin darse por vencidos. Del mismo
modo
también
los lectores habían dado la bienvenida al mensaje, a pesar de la
adversidad,
con la clase de gozo
que
se debía sólo al obrar del Espíritu
Santo
en
sus vidas (cf.
<450505>450505>Romanos
5:5; 14:17; <480522>480522>Gálatas
5:22). Esto hizo de ellos
un
ejemplo a otros cristianos en las dos provincias romanas de Macedonia
y
Acaya
que
cubrió más o menos el área de la Grecia moderna. Noticias sobre
sus
conversiones se habían difundido en esta área, en parte a través
de la obra
evangelística
de los lectores mismos, y en parte por otras personas hablando
acerca
de ellos. A
todo lugar es
un término extranjero para todos los lugares
donde
podían hallarse cristianos. Pablo, obviamente, diría en un lugar lo
que
estaba
sucediendo a los creyentes de otro lugar (parte de la confirmación
de la
verdad
de las buenas noticias [3:6] era el decir cómo Dios estaba cambiando
las
vidas de la gente en muchos lugares diferentes), pero en este caso no
necesitaba
hacerlo.
9,
10 La
respuesta de los tesalonicenses al evangelio está resumida en tres
frases
que sin duda reflejan el lenguaje de la predicación inicial.
Primera, habían
abandonado
a los
ídolos. La
apelación a hacerlo así fue una parte necesaria del
mensaje
a los gentiles como opuesto al de los judíos (cf.
<441415>441415>Hechos
14:15;
17:22-31).
Segunda, se habían vuelto al Dios
vivo y verdadero para
servirlo.
Ya
que algunas personas habían abandonado la idolatría meramente a
base de
una
creencia que, o no había dioses, o que ellos no estaban interesados
en la
humanidad,
es que el mensaje cristiano tuvo que subrayar una alternativa
positiva.
Tercera, ellos habían fijado su esperanza en Jesús
como
el único y
solo
salvador del juicio futuro. Jesús, sin embargo, no fue meramente
hombre
para
tener tal función. El había sido levantado de
entre los muertos por
el
poder
de Dios, y por este hecho Dios estaba declarando que era su Hijo (cf.
<441731>441731>Hechos
17:31; <450103>450103>Romanos
1:3, 4). La predicación de los judíos a los
gentiles
(responsabilidad que los cristianos naturalmente asumieron) cubrió
los
dos
puntos previos; esta era la característica distintiva del mensaje
cristiano.
2:1-16
LA CONDUCTA DE LOS MISIONEROS EN
TESALONICA
La
parte principal de la carta comienza considerando el tema mencionado
en
<520105>520105>1
Tesalonicenses 1:5, 6. Los misioneros, y ciertamente todos los
testigos
cristianos,
son particularmente vulnerables a la crítica y, por lo tanto, deben
hacer
el mayor esfuerzo de vivir y de verse viviendo en público, en una
forma
que
no esté abierta a la crítica. La conducta de Pablo como un
misionero en
Tesalónica
parece haber sido criticada durante su ausencia, aparentemente por
gente
de fuera de la congregación, y él ahora se defiende a sí mismo de
varias
posibles
acusaciones.
Tantos
filósofos y hombres religiosos con enseñanzas extravagantes
viajaban
por
el mundo romano explotando hasta donde era posible a sus oyentes, al
punto
que fue necesario que los misioneros cristianos subrayaran que sus
motivos
y métodos eran muy diferentes de los de sus menos escrupulosos
rivales.
Las críticas y la respuesta a ellas que se hacía aquí pueden ser
paralelas
a
los escritos de algunos filósofos antiguos que se sintieron también
injustamente
acusados.
Básicamente los misioneros eran acusados de explotar a sus
seguidores
y de vivir a sus expensas. Toda su apelación a los nuevos
convertidos
se consideraba como una manera de engañarlos y llevarlos a pagar
a
los misioneros un elevado respeto, y altos honorarios o regalos.
1,
2 Pablo
apela al recuerdo de sus propios lectores relacionado con la visita
de
los misioneros (“vosotros mismos sabéis”, o “como sabéis”,
u “os acordáis”
son
frases clave: 1, 2, 5, 9, 11). Podían ver por sí mismos que el
trabajo
misionero
no había sido en
vano (lit.
“vacío”), en el sentido de que el mismo
había
sido hueco y carente de contenido o que no los había conducido a
resultados
profundos; en cambio había sido un acto de valor el enfrentar la
oposición
en Filipos (<441619>441619>Hechos
16:19-40) y en Tesalónica misma (cf.
<520106>520106>1
Tesalonicenses
1:6; 2:14-16; 3:3, 4).
3-6
Una
demostración más de la verdadera naturaleza del evangelismo
descansaba
en el hecho de que no estaba basada en el error
referente
al
evangelio.
Tampoco surgió de motivos
impuros, tal
como una ambición o
avaricia
(en lugar de, pero no excluyendo, la inmoralidad sexual), o procurar
engañar
a los oyentes para que aceptasen el mensaje (cf.
los
misioneros falsos
de
<471101>471101>2
Corintios 11:13). Por el contrario, los misioneros habían sido
probados
por Dios antes de ser aprobados para su equipo, y sus motivaciones
estuvieron
continuamente bajo su escrutinio. Por lo tanto, eran muy conscientes
de
la necesidad de guardar las normas de Dios y por eso rechazaron
métodos
dudosos
de persuasión (p. ej. alterar el evangelio para hacerlo más
aceptable).
Su
propósito era el de agradar a Dios y no a su audiencia, no porque
fueran
indiferentes
a su audiencia y sus necesidades, sino porque su criterio no era
para
ellos el éxito a un nivel humano. Por lo tanto, no emplearon
palabras
lisonjeras
ni
tampoco palabras
como pretexto para
encubrir la verdadera
motivación
de avaricia,
con
el fin de sacar dinero de sus convertidos. Otra
posible
acusación es que estaban buscando gloria
de
la gente dentro y fuera de
la
iglesia. Es verdad que los apóstoles
o
misioneros podrían haber reclamado
ciertos
privilegios por una cuestión de derechos, tal como el derecho a ser
obedecido
por sus convertidos y ser sostenidos por las iglesias en sus
necesidades
materiales. Aquí probablemente el primero de estos derechos sea
el
que esté en juego (Para el repudio de Pablo del último, ver
<530309>530309>2
Tesalonicenses
3:9; <460904>460904>1
Corintios 9:4-14; <471107>471107>2
Corintios 11:7-12). Los
misioneros
podían haber hecho valer su autoridad (aunque de haberlo hecho
habrían
estado en contra del principio enunciado por Jesús, <422224>422224>Lucas
22:24-
27),
pero no lo hicieron.
7
En
realidad habían sido tiernos
(gr.
epioi;
los
mejores mss. tienen nepioi,
“bebés”,
pero la duplicación accidental de la letra “n” del final de la
palabra
previa
probablemente condujo a la inserción de esta palabra menos
apropiada).
Los
misioneros o pastores deben ser como un padre en el cuidado de sus
convertidos
(11), pero aquí la figura de la nodriza
(en
realidad la idea es de
una
madre) exhibe más fuertemente el elemento de cuidado tierno que se
requiere
en una actitud paternal.
8
Esta
actitud se describe en términos de un afecto que se expresa en un
deseo
de
dar regalos. El regalo más grande desde el punto de vista cristiano
es el
evangelio
de Dios, pero
desde un punto de vista humano es el compartir su ser
más
íntimo con alguien, como sólo dos que se aman podrían anhelar
hacerlo.
9
El
deseo de mostrar amor en lugar de ser una carga a los convertidos era
lo
que
se debía ver en la ardua tarea realizada por los misioneros. Ellos
habían
trabajado
no sólo durante el día sino también de noche (sin duda relacionado
con
el hacer carpas o trabajar el cuero; <441803>441803>Hechos
18:3) con el fin de ganar
dinero
para su mantenimiento mientras se dedicaban también a predicar. La
ayuda
de Filipos (<500416>500416>Filipenses
4:16) no fue suficiente en sí misma. Aquí Pablo
relaciona
su política de trabajar con sus manos (cf.
<520411>520411>1
Tesalonicenses 4:11;
2
Tesalonicenses 3: 7-10; <441803>441803>Hechos
18:3; 20:34) principalmente con su
deseo
de no depender de sus convertidos o de explotarlos en vez de
aprovechar
sus oportunidades para encontrarse con gente en el trabajo, o
mostrar
que él no se avergonzaba de tener un trabajo honesto (sin embargo
ver
<530308>530308>2
Tesalonicenses 3:8).
10-12
Pablo
resume su argumento apelando a la propia experiencia de sus
lectores
de cómo los misioneros habían vivido rectamente y cómo los habían
tratado
en manera paternal. Su principal interés había sido el de animar a
un
estilo
de vida que fuera digno de gente llamada por Dios a su reino y a la
esperanza
de compartir su gloria.
13
Que
la visita de los misioneros no había sido un fracaso (1) fue también
algo
para
ser tomado en cuenta en la manera en que los oyentes recibieron el
mensaje.
El mensaje de Pablo fue frecuentemente denunciado como siendo de
su
propia creación, ideas humanas, por lo que se mostró agradecido
cuando la
gente
reconocía que él estaba realmente enseñando un mensaje que venía
de
Dios
mismo (cf.
<480111>480111>Gálatas
1:11, 12). Este mensaje tenía un inherente poder
para
cambiar las vidas de los oyentes.
14-16
La
prueba de esto sería observada en la manera en la cual los
convertidos
habían mostrado el mismo espíritu que los primeros cristianos en
Judea
que habían sufrido violentos ataques de sus compatriotas, los
judíos. En
la
misma manera los tesalonicenses habían sufrido a manos de sus
propios
compatriotas,
tanto gentiles como judíos (<441705>441705>Hechos
17:5). Pablo mismo era
judío
y, por lo tanto, sentía un lazo especial con su propia gente,
anhelando que
ellos
se volvieran de su ceguera y aceptaran a Jesús como el Mesías. Pero
sabía
también que el rechazo de Jesús los conduciría al rechazo de parte
de
Dios
de aquellos que lo rechazaban a él, y por eso habla aquí de la ira
de Dios
viniendo
plena y finalmente sobre los judíos por el último y más agravante
pecado
en una larga historia del rechazo de los mensajeros de Dios. Es de
notar
que Pablo está escribiendo aquí referente a un grupo específico de
judíos,
y
no contradice la esperanza expresada en Romanos 9—11 que el pueblo
judío
se
volverá a Dios; la respuesta al evangelio salva al pueblo de la ira
de Dios.
2:17—3:13
EL CONTINUO INTERES DE PABLO POR LA
IGLESIA
Habiendo
dejado Tesalónica antes de lo que el había deseado, Pablo quiso
regresar
tan pronto como fuera posible, pero le fue impedido por lo que él
llama
oposición satánica (cf.
<471207>471207>2
Corintios 12:7). Una posiblidad es que en
vista
del problema habido con los gobernadores de la ciudad se le prohibió
a
Pablo
regresar a ese lugar, y nada había sucedido para cambiar la
situación.
Parece
que fue difundida alguna crítica injustificada acerca de Pablo, y
por eso
subraya
la intensidad de su deseo de visitarlos de nuevo y animarlos. Pablo
se
concibe
a sí mismo como apareciendo delante de Cristo en el día del juicio,
trayendo
consigo esta iglesia como la prueba de que había sido fiel en su
llamado
como misionero. La iglesia sería como su corona
simbolizando
su
eficaz
trabajo misionero, y por lo tanto su continua existencia era vital.
Igualmente,
sus convertidos eran la fuente de su gozo por causa del testimonio
de
ellos. Así como un maestro puede tener un genuino placer en el éxito
de un
alumno
no meramente porque él o ella haya tenido una participación en ese
éxito
sino sobre todo a causa de lo que esto significa para el alumno.
3:1-2
Habiendo
fracasado todos los esfuerzos para ir personalmente, Pablo
acepta
el plan de permanecer en Atenas (a unos 500 km. de Tesalónica) y
enviar
a uno de sus colegas en su lugar. (Quedarnos
solos probablemente
implica
que Silas también lo dejó en este punto.) De esta manera Timoteo
fue
enviado
en lugar de Pablo del mismo modo en que fuera antes a otras iglesias.
Pablo
enfatiza —de nuevo quizás en defensa propia en contra de cualquier
detractor—
que Timoteo era su hermano
o
colega, un hombre de probada
confianza.
La descripción de él como colaborador
de Dios, es
decir, una
persona
que es un colega de Dios en el trabajo del evangelio (cf.
<460309>460309>1
Corintios
3:9), les causó problemas a los escribas, y algunos de ellos
cambiaron
el
texto a “siervos de Dios”. Pablo quiere decir que Dios mismo se
ve como
cooperador
con los obreros cristianos en difundir el
evangelio de Cristo, una
frase
que incluye tanto la evangelización inicial como la nutrición de la
iglesia. La
visita
de Timoteo había tenido el efecto de fortalecer a la iglesia para
que ellos
pudieran
resisitir la tentación y la presión hostil más firmemente. (Nótese
como
el
mismo efecto se atribuye al Señor mismo en el v. 13.) Afirmaros
implica
tanto
el sentido de estimular a los hermanos a la acción como darles al
mismo
tiempo
ánimo.
3,
4 Saber
de antemano que alguna circunstancia difícil espera en el camino
puede
ayudarnos a enfrentarla con mayor fortaleza. Los lectores sabían que
les
esperaban
presiones de los de afuera porque Pablo había ya reiterado ese
punto,
sin duda por referirse a su propia experiencia y a la de las iglesias
de
Judea
(<520214>520214>1
Tesalonicenses 2:14).
5
Habiendo
enviado a Timoteo, Pablo estaba profundamente interesado en
saber
si ellos estaban manteniendo su fe.
Era
posible que Satanás los hubiera
tentado
de tal manera que la iglesia hubiera sido destruida, y todo el
trabajo
que
había realizado hubiera sido en vano. Aunque ninguna tentación es
tan
grande
que pueda ser irresistible (<461001>461001>1
Corintios 10:13), los creyentes no
siempre
la resisten con éxito. El creer en el poder de Dios para preservar a
su
pueblo
no libró a Pablo de preocuparse y orar por ellos.
6-8
Las
buenas
noticias de
Timoteo (una palabra utilizada en otros lugares
para
la predicación del evangelio) disiparon todos los temores de Pablo.
Estaba
tan
lleno de gozo que escribió esta carta tan pronto como fue posible
después
del
regreso de Timoteo. Las dos características cristianas fundamentales
de fe
y
amor
eran
vivas y sanas en Tesalónica (y continuaron desarrollándose en
<530103>530103>2
Tesalonicenses
1:3). La iglesia estaba llena de deseo de ver a Pablo. Esto
mostró
que los lectores no habían dejado de lado el evangelio y en realidad
pertenecían
al pueblo elegido de Dios (<520104>520104>1
Tesalonicenses 1:4). Estaban
firmes
en
su dependencia del Señor
y
así podían enfrentar toda oposición (cf.
<490610>490610>Efesios
6:10). El informe de Timoteo había venido cuando Pablo mismo se
sentía
oprimido por sus propias circunstancias difíciles y por las
presiones sobre
él,
y no estaba plenamente “vivo”. El misionero cuya tarea era la de
animar a
otros
(2) era él mismo animado y revivido por las noticias de la iglesia.
9
Pablo
escribe acerca de los sentimientos de gozo,
expresados
delante
de
nuestro
Dios, tal
como cuando los israelitas celebraban sus fiestas en la
presencia
del Señor (<051212>051212>Deuteronomio
12:12, 18). El gozo puede ser
simplemente
una expresión de nuestros sentimientos de felicidad; para Pablo
era
una ocasión para dar gracias a Dios, quien era su fuente.
10
Pablo
imploró con
mucha instancia (una
expresión gr. particularmente
fuerte)
que pudiera visitar de nuevo a la iglesia. Tenía simplemente un
deseo
muy
humano de querer estar con ellos, y anhelaba ayudarlos a superar
cualquier
debilidad que hubiera quedado en la fe. Aunque habían permanecido
firmes,
no eran perfectos, ni en conocimiento cristiano ni en conducta. Esta
carta
es un intento de Pablo para suplir por escrito lo que no podía
darles en
persona.
Enviando esta carta, por supuesto, trató sólo con la segunda de las
razones
de Pablo por desear visitar a la iglesia. Al tiempo que estaba
escribiendo,
por lo tanto, él todavía estaba deseando y orando por la
posibilidad
de una visita a la iglesia. Su ruego fue finalmente contestado
(<442001>442001>Hechos
20:1).
11,
12 Luego
de contarles a sus lectores acerca de sus oraciones, Pablo
comienza
a orar. En lugar de dirigírsela a Dios directamente en la segunda
persona,
p. ej. “Oh Dios, clarifica el camino para que vayamos a
Tesalónica”,
Pablo
expresa su oración en la tercera persona: ¡Que
el mismo Dios y Padre
nuestro,
con nuestro Señor Jesús, nos abra el camino hacia vosotros! (cf.
<040624>040624>Números
6:24-26; <192001>192001>Salmo
20:1-5). La oración enlaza a Dios como
Padre
y al Señor Jesucristo (cf.
<520101>520101>1
Tesalonicenses 1:1, y en orden al
inverso;
<530216>530216>2
Tesalonicenses 2:16). En la primera petición Pablo manifiesta
deseos
de volver a visitar a la iglesia, y la segunda expresa su anhelo por
su
crecimiento
en amor
y
santidad, el tema desarrollado en la instrucción que
sigue
directamente en la oración (<520401>520401>1
Tesalonicenses 4:1-12). Su amor debe
expandirse
más allá de la iglesia e incluir a todos
(cf.
<480610>480610>Gálatas
6:10 en orden
invertido).
Pablo se cita a sí mismo como ejemplo (cf.
<520106>520106>1
Tesalonicenses
1:6;
<530307>530307>2
Tesalonicenses 3:7-9; <442035>442035>Hechos
20:35) no para dar información al
Señor,
sino porque esta oración también funciona como una manera de
instruir
a
los lectores respecto a cómo deberían orar y cómo deberían vivir.
13
Pablo
desea que los lectores sean irreprensibles
en santidad delante
del
Señor
cuando él venga en juicio. No está orando para que crezcan y se
desarrollen
para ser irreprensibles en algún punto futuro cuando el Señor
venga.
A
cambio, él cree que el Señor puede venir muy pronto (no
inmediatamente,
por
supuesto, como indica 2 Tesalonicenses 2) y por lo tanto ruega que
Dios
afirme
sus corazones en estas cualidades ahora y que ellos continuarán en
este
buen
estado hasta que el Señor venga (<520219>520219>1
Tesalonicenses 2:19; cf.
1:10),
no
necesitan
temer la ira de Dios (<520110>520110>1
Tesalonicenses 1:10), pero será, sin
embargo,
un tiempo de evaluación y recompensa o pérdida. La solemnidad de
la
ocasión se enfatiza por la descripción de Jesús
con todos sus santos. Estos
son
también creyentes que han muerto y que vienen con los creyentes
vivos al
encuentro
del Señor (<520416>520416>1
Tesalonicenses 4:16, 17), o los ángeles que
acompañan
la venida final de Dios (<381405>381405>Zacarías
14:5), o el Hijo del Hombre.
(<410838>410838>Marcos
8:38 agrega: en la gloria; <530107>530107>2
Tesalonicenses 1:7 sostiene esta
segunda
interpretación.)
4:1-12
ESTIMULO PARA EL PROGRESO ETICO
En
la primera de las tres secciones de instrucción Pablo trata de la
conducta
ética,
en particular la santidad (<520401>520401>1
Tesalonicenses 4:1-8) y el amor fraternal
(<520409>520409>1
Tesalonicenses 4:9-12).
1,
2 El
motivo para el vivir cristiano es para agradar
a Dios (cf.
<520204>520204>1
Tesalonicenses
2:4) al hacer su voluntad. Los lectores están ya haciendo esto, y
así
el propósito de Pablo es simplemente animarlos a hacer lo que ya
están
haciendo
cada vez mejor. Para en
el Señor Jesús ver
la nota sobre <520101>520101>1
Tesalonicenses
1:1. Instrucciones
tiene
un sentido militar; había un definido
estilo
de vida asociado con el evangelio, y a los cristianos se les demanda
vivir
por
él.
3
Hacer
la
voluntad de Dios involucra,
entre otras cosas, la santificación.
Esta
peculiar palabra cristiana se refiere al proceso continuo de estar
cada vez
más
libre de todo pecado y lleno con amor. Ser santificado quiere decir
pertenecer
a Dios y mostrar el mismo carácter de Dios. Su opuesto es la
impureza
(7), conducta que es inmoral y corrupta.
Un
aspecto de la santidad (hay muchos otros de igual importancia)
necesitó ser
subrayado,
que
os apartéis de inmoralidad sexual. Esta
frase se refiere a
toda
clase de relación sexual que no sea la de la relación matrimonial.
4,
5 La
RVA ha interpretado el v. 4 en términos de dominio propio sexual.
Considera
a la palabra gr. skeuos,
lit.
un “contenedor”, como una metáfora
para
el cuerpo de una persona, aquí en su aspecto sexual (posiblemente
como
un
eufemismo para el órgano sexual), y el verbo ktasthai
para
significar “tener
dominio
sobre” (un uso raro pero comprobado). Algunas otras traducciones
interpetan
el verbo como “tomar” y el “contenedor” como una mujer, de
modo
que
la instrucción es para “aprender a obtener una esposa”. Aunque
“contenedor”
se usa para seres humanos (tanto masculino como femenino) en
<600307>600307>1
Pedro 3:7, no es probable que sea su sentido aquí y, en cualquier
caso,
tal
concepto se acerca al de considerar a una mujer como simplemente un
objeto
sexual. En todo caso, la vida sexual debe ser conducida
honorablemente.
La santidad no excluye actividad sexual sino que controla su
carácter.
La forma opuesta de vivir se caracteriza por la lujuria, un deseo
físico
que
no toma en cuenta a la persona como tal y busca complacerse sin
control.
6
La
inmoralidad sexual se considera incorrecta en que puede involucrar
aprovecharse
de otra gente. Cometer adulterio es intentar romper una relación
matrimonial
existente y el lazo de amor que existe en un matrimonio, y se puede
describir
justamente como hacer daño al hermano. Otra perspectiva menos
probable
del versículo es que Pablo introdujo el tema nuevo, el de
aprovecharse
de un hermano en los negocios (una traducción alternativa de en
todas
estas cosas).
La
perversidad de tal conducta se hace ver por el recordatorio de Pablo
de
que
el juicio por el
Señor (eso
es, Jesús, cumpliendo la función de Dios en el
<199401>199401>Salmo
94:1) enfrenta a los pecadores.
7,
8 Pero
el juicio no es el único motivo para un vivir correcto. Dios no nos
llamó
a base de lo impuro, como si éste fuera un estado a mantenerse, sino
que
nos
llamó a un camino que involucra su actividad en hacernos santos. Por
lo
tanto,
el hacer caso omiso de esta particular instrucción es desatender a
Dios
mismo
quien nos da su Espíritu para hacernos santos.
9,
10 Ahora
Pablo vuelve a una instrucción positiva sobre la necesidad de
fortalecer
e incrementar los lazos fraternales los unos con los otros (gr.
filadelfia;
cf. <520312>520312>1
Tesalonicenses 3:12), en la manera como Dios les había
instruido
e impulsado a realizarlo. El amor de ellos en realidad ya se extendía
más
allá de su propia iglesia a cristianos en otros lugares,
probablemente en dar
hospitalidad
y ayuda material a otros.
11,
12 Algunas
personas en la iglesia estaban abusando de este amor fraternal
al
vivir de la caridad sin hacer algún trabajo ellos mismos (cf.
<530306>530306>2
Tesalonicenses
3:6-15). Estos holgazanes pueden haber sido influenciados por
su
creencia de que la segunda venida de Jesús estaba cerca; si ello era
así,
razonaban
ellos, ¿por qué molestarse en trabajar? Pablo los instruye a
hacerlo
asunto
de honor el evitar ser entrometidos, el cuidar de sus propios asuntos
en
una
forma responsable, y el estar preparados para trabajar honestamente.
Esto
les
garantizaría el no perder el respeto de otras personas.
4:13—5:11
INSTRUCCION Y ANIMO SOBRE LA SEGUNDA
VENIDA
DE JESUS
La
segunda venida de Jesús formó una parte importante de la enseñanza
de
Pablo
durante su visita, pero había conducido a malentendidos. Timoteo
trajo
dos
preguntas a Pablo. La primera se relacionaba con la suerte de los
cristianos
que
ya habrían muerto cuando el Señor regresara (<520413>520413>1
Tesalonicenses 4:13-
18),
y la segunda tenía que ver con el peligro de que los vivientes
fueran
tomados
desprevenidos por el Señor y de alguna manera no participasen en el
evento
(<520501>520501>1
Tesalonicenses 5:1-11).
4:13
Evidentemente
los lectores pensaron que las personas que
duermen (eso
es,
aquellas de su grupo que ya habían muerto y otras que podrían
morirse)
antes
de la segunda venida, permanecerían en sus tumbas y no participarían
del
evento.
Esto sugeriría que ellos no habían oído de la resurrección de los
muertos
(lo cual no es muy probable, ya que la resurrección de Jesús fue
parte
del
evangelio primitivo), o que ellos no habían comprendido
correctamente lo
que
les había sido enseñado. Faltándoles este conocimiento pleno de la
esperanza
cristiana, ellos eran como los incrédulos, “sin esperanza y sin
Dios”
(<490212>490212>Efesios
2:12).
14
La
contestación básica al problema es la doctrina fundamental de la
enseñanza
cristiana de que Jesús
murió y resucitó. Se
sigue que el Dios que
levantó
a Jesús de entre los muertos traerá con él a las personas por
quienes
murió,
y que murieron creyendo en él. Pablo no dice nada aún sobre la
resurrección
de los muertos para compartir este evento, pero es obvio que, si
ellos
han de compartirlo, deben ser resucitados en función de ese
propósito. En
realidad,
lejos de ser dejado fuera de los gloriosos eventos asociados con la
segunda
venida del Señor, ellos tendrán precedencia sobre aquellos que
están
vivos
aún. (Pablo habla de nosotros
que vivimos; este
uso de palabras indica
que
él consideró la posibilidad de que el Señor vendría durante su
vida, pero no
necesariamente
pensaba que fuese una conclusión asegurada de antemano.)
15-18
La
confirmación de esta declaración está dada por la referencia a la
palabra
del Señor, la
cual se entiende mejor como la enseñanza de Jesús
semejante
a <402430>402430>Mateo
24:30, 31 en vez de una revelación del Señor
resucitado
a un profeta o a Pablo mismo (Pablo también se refiere a esto en
<461505>461505>1
Corintios 15:52). El mandato, la voz angélica y la trompeta se
interpretan
como
el medio de despertar a aquellos que habían muerto y levantarlos
para
estar
con el Señor (<430525>430525>Juan
5:25-29). Ellos se levantan primero, es decir,
antes
de que aquellos que están todavía vivos sean arrebatados...
para el
encuentro
con el Señor en el aire. El
cuadro es el de un grupo de ciudadanos
saliendo
de una ciudad a encontrar a un dignatario visitante y a acompañarlo
de
regreso.
Esto implica que el Señor regresa con su pueblo a la tierra. (¡Ellos
ciertamente
no se quedarán permanentemente en las nubes tocando el arpa!)
Este
lenguaje probablemente nunca tuvo la intención de ser comprendido en
forma
absolutamente lit.; más bien describe cosas que van más allá de
las
palabras.
Lo importante es que esos creyentes, sea que estén muertos o vivos,
están
desde entonces siempre
con el Señor.
5:1-5
La
otra pregunta sobre la segunda venida surgió de la preocupación de
los
lectores en el sentido de que ellos pudieran no estar preparados para
el
evento
cuando este suceda: ¿podría encontrarlos desprevenidos? ¿Sería
posible
que Pablo pudiera decir algo de cuándo ocurrirían éste y otros
eventos
asociados?
Pablo replicó que no necesitaba escribirles nada más que lo que ya
les
había enseñado, concretamente que el día
del Señor (cf.
el
día del Hijo del
Hombre,
<421724>421724>Lucas
17:24, 30) se parecería a la llegada de un ladrón
inesperado
y no bienvenido, tal como Jesús había dicho (<402443>402443>Mateo
24:43;
<421239>421239>Lucas
12:39, 40). La gente podría pensar que estaba viviendo en la
seguridad
de que no había nada que molestara su existencia terrenal, pero
entonces
vendrá la destrucción de repente sobre ellos (cf.
<422134>422134>Lucas
21:34).
Aquí Pablo está siguiendo lo que Jesús dijo al advertir a la
gente. Pero
el
punto particular que él necesitaba subrayar aquí era que este
lenguaje de
advertencia
sobre un evento amenazador era para los incrédulos, no para los
creyentes.
El pensamiento del día del Señor está asociado no sólo con el
juicio
sino
también con el amanecer de la luz,
lo
cual simboliza la revelación divina y
su
justicia. Los creyentes son los que ya viven en la luz; ya no están
en la
oscuridad
del pecado y la ignorancia. Por lo tanto, para ellos el día del
Señor
no
vendrá como una luz brillante que escudriña y revela los pecados
cometidos
en
la oscuridad, y que hace que los incrédulos deseen esconderse o
huir. Al
contrario,
le darán la bienvenida a la plena luz de ese día, y no serán como
personas
tomadas de improviso porque no estarán haciendo la clase de cosas
que
conducen a juicio.
6-11
Sin
embargo, es posible que aun los creyentes puedan ser tentados a vivir
como
incrédulos. Lo que necesitan en este caso no es información sobre
cuándo
vendrá el día (en la esperanza ingenua de que puedan rápidamente
poner
sus vidas en orden en el último minuto) pero sí necesitan
instrucciones
fuertes
para vivir como personas que pertenecen al día. Ellos no deben hacer
lo
que
otras personas hacen de noche, sea durmiendo o emborrachándose, sino
que
deben estar alertas y listos para el Señor. Que sean en realidad
como
soldados
de guardia, y que se armen (Pablo aquí amplía más la comparación)
con
las tres características cristianas básicas (ver <520103>520103>1
Tesalonicenses 1:3). La
más
importante de estas que está en el contexto actual es la
esperanza de la
salvación,
y
descansa en la convicción de que los creyentes no han sido
destinados
por Dios para la ira que enfrenta a los pecadores sino para recibir
la
salvación,
aquí comprendida primariamente como la experiencia futura de
liberación
de la ira divina. Esta liberación es posible a causa de la muerte de
Jesús
por ellos. Pablo no explica cómo se produce este efecto, pero en
otros
lugares
es claro que Jesús ha cargado con sus pecados y ha soportado el
juicio
a
favor de ellos (<450324>450324>Romanos
3:24-26; <470501>470501>2
Corintios 5:19-21).
Consecuentemente,
ellos compartirán su vida y esto será cierto tanto para los
creyentes
que todavía viven cuando él venga, como para aquellos que murieron
confiando
en Cristo. Con esta esperanza delante de ellos los lectores deberán
ayudarse
unos a otros, ofreciendo ánimo mutuo y haciendo cualquier otra cosa
que
contribuya a fortalecer su fe.
5:12-24
INSTRUCCIONES PARA LA VIDA EN LA IGLESIA
Hay
una tercera sección de enseñanza que parece ser a primera vista una
serie
de
instrucciones generales para la vida conjunta en la iglesia. Pablo
dio una
enseñanza
similar a otras congregaciones (ver especialmente Romanos12), pero
aquí
está dirigida particularmente a la situación en Tesalónica. La
enseñanza
puede
ser dividida en términos generales en cinco secciones (12, 13, 14,
15,
16-18,
19-22) seguida por una oración (23, 24).
12,
13 La
primera sección trata de la actitud en general de la iglesia para
con
sus
líderes. Ningún título específico se usa para ellos (más tarde
palabras como
ancianos,
obispos y diáconos se hicieron más comunes), y se describen en
función
de las cosas que hacían. Estaban involucrados en lo que era trabajo
duro
(un término usado generalmente por Pablo mismo y por los misioneros
para
el trabajo cristiano, pero también por los líderes locales),
presidían la
congregación,
una frase que puede referirse a ejercer autoridad o mostrar
interés
y cuidado (especialmente si eran personas más pudientes que daban de
sus
recursos a la congregación, cf.
<451601>451601>Romanos
16:1, 2), y advertían a las
personas
que necesitaban dirección. De este modo ejercían autoridad en la
iglesia;
y era necesario a aquellos sujetos a su autoridad que reconocieran la
posición
de los líderes y les mostraran la debida estima unida con amor.
Vivid
en
paz puede
sugerir algún peligro de división entre los líderes y otros
creyentes.
14
Esto
puede estar conectado con el próximo punto, la necesidad de
dirección
espiritual para algunas personas en la iglesia. Es digno de mención
el
hecho
de que Pablo inste a la iglesia en general y no sólo a los líderes
a cuidar
del
resto de la congregación. Pablo puede haber tenido especialmente en
mente
un
grupo en la iglesia que necesitaba dirección, pero que se negaba a
prestar
atención.
Estos eran creyentes desordenados
(la
palabra generalmente significa
“desordenadamente”,
pero puede referirse específicamente a estar desocupado
y
en el contexto este significado es más probable; ver <520411>520411>1
Tesalonicenses
4:11;
<530306>530306>2
Tesalonicenses 3:6-13). Los
de poco ánimo o
“abatidos de
corazón”
pueden ser los tristes y desalentados en el <520413>520413>1
Tesalonicenses
4:13—5:11.
Los
débiles pueden
ser aquellos que fueron atacados por la
opresión
y tentación y encuentran que era difícil resistir; ellos
necesitaban
personas
que se pondrán a su lado y los sostendrán. Los que dan tal ayuda
necesitan
tener paciencia para tolerar a las personas y sus torpezas y aun su
oposición
a ser ayudados.
15
Que
existía en la iglesia un espíritu de represalia se indica por el
próximo
mandato:
no devolver mal por mal, sino mostrar siempre
benevolencia
aun
cuando
uno haya sido tratado con aspereza. Nótese que esto no era exclusivo
del
grupo de creyentes, sino que era para ser manifestado para
con todos
también.
Esta actitud iba más allá de la moralidad de la época y era
típicamente
cristiana
(<451217>451217>Romanos
12:17, 19-21; <600309>600309>1
Pedro 3:9; cf.
<400538>400538>Mateo
5:38-
42,
43-48).
16-18
Una
serie de recomendaciones breves e incisivas indica la base del vivir
cristiano.
Son muy generales y podrían aplicarse a cualquier grupo de
creyentes.
Los cristianos tienen buena base para el gozo tanto en su experiencia
de
salvación como en su esperanza de lo que Dios hará en el futuro,
pero
necesitan
expresar ese gozo. Hay un justo y adecuado lugar para la expresión
de
una emoción alegre. Los cristianos deben también orar; aquí
probablemente
en
el sentido de hacer peticiones a Dios, ya que el próximo mandato
tiene que
ver
con la necesidad de ser agradecido. Común a los tres mandatos es el
énfasis
sobre el cumplimiento de ellos todo el tiempo y en todas las
circunstancias;
esto no quiere decir, p. ej. que uno ora ininterrumpidamente,
sino
que uno ora regular y frecuentemente. Tal estilo de vida es posible,
Pablo
agrega
que es el propósito de Dios; él quiere que su pueblo esté gozoso,
fiel en
la
adoración y agradecido, y él lo posibilita para que así sea.
19-22
Otra
breve serie de declaraciones está relacionada con el Espíritu y sus
dones.
Lo que aparece en detalle en 1 Corintios 12—14 está declarado aquí
resumidamente.
El Espíritu es poderoso y activo como fuego en la
congregación
(cf.
<451211>451211>Romanos
12:11; <550106>550106>2
Timoteo 1:6 para la metáfora).
Los
dones para el ministerio estaban siendo ejercitados, pero algunas
personas
estaban
tratando de suprimirlos (no sabemos exactamente cómo), pero es malo
intentarlo.
En particular Pablo subrayó la necesidad de valorar las
declaraciones
de
los profetas. Posiblemente la iglesia había tenido una mala
experiencia con
ellos
(cf.
<620401>620401>1
Juan 4:1-3), y en lugar de ejercitar discernimiento entre las
verdaderas
y falsas profecías, estaban limitando toda la actividad. La iglesia
debería
más bien examinarlo todo,
es
decir, evaluar las declaraciones de los
profetas
(<461201>461201>1
Corintios 12:10; 14:29). Se debería retener lo
bueno y
rechazar
cualquier cosa que fuera incorrecta en las enseñanzas proféticas.
(Los
vv.
21, 22 se pueden entender de una manera más general, pero tienen una
aplicación
más estrecha en este contexto.)
23,
24 Finalmente,
Pablo eleva una oración por sus lectores (cf.
<520311>520311>1
Tesalonicenses
3:11-13) y el
mismo Dios está
personalmente interesado por
ellos.
El es la fuente de las bendiciones espirituales, aquí resumidas como
paz,
y
por
lo tanto es correcto orar para que él capacite a los que son
llamados
“santos”
a llegar a ser cada vez más santos en todo su ser. Pablo está
pensando
en
un proceso continuo, y el resultado ideal será que en cualquier
momento que
el
Señor regrese encontrará a su pueblo completamente sin
mancha en
todo
vuestro
ser. Tanto espíritu, como alma y cuerpo es
una manera de decir
“completamente”
en referencia a los tres aspectos del ser humano: la vida en
relación
con Dios, la personalidad humana y el cuerpo a través del cual uno
actúa
y se expresa a sí mismo. Aunque la vida cristiana demanda un
esfuerzo
humano,
en el análisis final todo depende de Dios mismo que es fiel. Los que
confían
en él están confiando en que él los preservará hasta el fin, y
tienen todas
las
razones para creer que él es digno de confianza.
5:25-28
PEDIDOS Y SALUDOS FINALES
Una
carta en la antigüedad concluía naturalmente con saludos y pedidos
personales.
Aquí están muy relacionados con la vida cristiana y el testimonio
del
escritor
y sus destinatarios. Pablo pide a sus lectores frecuentemente que
oren
por
sus colegas y por él mismo (<530301>530301>2
Tesalonicenses 3:1, 2); ésta era una
forma
en la que ellos compartían su misión, y los misioneros por su lado
dependían
de tal sostén. Los lectores habían de saludarse unos a otros con
una
señal
cristiana de afecto. Al dar esta instrucción, Pablo estaba indicando
que, a
pesar
de su ausencia de ellos, él estaría asociado con ellos en sus
saludos. El
beso
funcionaba
como una señal de afecto y respeto y la palabra no
necesariamente
tiene implicación sexual.
27
En
este punto Pablo mismo probablemente tomó la pluma de su secretario
y
remarcó
que la carta debía ser leída a todos en la congregación. Fue
presumiblemente
leída (¿en lugar de un sermón?) cuando todos estaban allí, de
modo
que sustituyó a Pablo en su ausencia. Pablo quería estar seguro de
que
su
mensaje llegara a todos aquellos para quienes estaba destinado.
28
Pablo
siempre cerró sus cartas con una bendición, similar en palabras a
los
saludos
iniciales. El saludo secular normal (<441529>441529>Hechos
15:29) fue reemplazado
por
un deseo cristiano que nos lleva al corazón del evangelio, a la
persona de
Jesús
como el Señor y como la fuente del favor divino.
I.
Howard Marshall
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