Para los cristianos el Domingo de Ramos es el primer día de
la Semana Santa, período en que conmemoran la pasión, muerte y resurrección de
Jesucristo. Se inicia rememorando la entrada de Jesús en Jerusalén. La fecha de
celebración varía cada año, siempre en el entorno de los meses de marzo y
abril.
Contenido:
1 La Liturgia del Domingo de Ramos
2 Narración evangélica
3 Domingo de Ramos
3.1 La celebración del Domingo de Ramos
La Liturgia del Domingo de Ramos
Las ceremonias litúrgicas de ese día comienzan con la
bendición de las palmas y ramas de olivo o laurel que llevan en sus manos los
fieles, rememorando el pasaje evangélico. Durante la ceremonia del Culto se da
lectura al relato completo y dramatizado de la Pasión. Para darle mayor fuerza,
suelen hacerlo entre tres personas: uno (el sacerdote celebrante) leerá las
partes de Cristo, otro (el Sanedrín) leerá las líneas de los demás personajes y
uno tercero (el Cronista) hará de narrador.
"Cuando se acercaban a Jerusalén, junto a Betfagé y a
Betania, frente al monte de los Olivos, Jesús envió dos de sus discípulos, y
les dijo: entrad en la aldea y luego que entréis en ella, hallareis un pollino
atado, en el cual ningún hombre ha montado; desatadlo y traedlo. Y si alguien
os dijere: ¿Por qué hacéis eso? decir que el Señor lo necesita, y que luego lo
devolverá. Fueron, y hallaron el pollino atado afuera a la puerta, en el recodo
del camino, y lo desataron. Y unos de los que estaban ahí les dijeron: ¿Qué
hacen desatando el pollino? Ellos entonces les dijeron como Jesús había mandado
y los dejaron ir. Y trajeron el pollino a Jesús, y echaron sobre él sus mantos,
y se sentó sobre él.
También muchos tendían sus mantos por el camino, y otros
cortaban ramas de los árboles, y las tendían por el camino. Y los que iban
delante y los que venían detrás daban voces, diciendo: ¡Hosanna! ¡Bendito el
que viene en el nombre del Señor! ¡Bendito el reino de nuestro padre David que
viene! ¡Hosanna en las alturas! Y entró Jesús en Jerusalén, y en el templo y
habiendo mirado alrededor todas las cosas, como ya anochecía, se fue a Betania
con los doce"
Mateo 21, 1-11.
Narración evangélica
De acuerdo a los Evangelios Canónicos la Entrada a Jerusalén
describe el momento en que Jesús de Nazaret entró triunfalmente a Jerusalén, en
medio de una multitud que lo aclamaba como el Hijo de Dios. El Domingo de Ramos
conmemora este hecho. La narración de la entrada a Jerusalén está escrita en el
Nuevo Testamento, de la Biblia, siendo mencionada por todos los evangelios
canónicos: (Evangelio de Mateo capítulo 21, 1-9; Evangelio de Marcos capítulo
11, 1-10; Evangelio de Lucas, capítulo 19, 28-40; Evangelio de Juan, capítulo
12, 12-19)
Antes de entrar a Jerusalén, Jesús se detuvo en Betania y
Betfagé, y el Evangelio de Juan añade que cenó con Lázaro y sus hermanas María
y Martha. Ahí, se describe que Jesús envió a dos discípulos a la aldea cercana,
con órdenes de recuperar un borrico que había sido atado, pero nunca montado y
dijo: “Si os preguntan, decid que el Señor necesita el borrico, y que les será
devuelto luego”.
Los sinópticos y Juan establecen que Jesús supo que había
gente en el área, como Simón el Leproso, así que pudo haber argumentado que la
presencia del borrico había sido organizada por los discípulos de Jesús. El
Evangelio de Juan, no obstante, simplemente dice que Jesús encontró el borrico.
Juan y los Sinópticos establecen que Jesús entonces montó al borrico (o en
Mateo al borrico y a la burra, madre de éste), dentro de Jerusalén. Los
sinópticos añaden que los discípulos pudieron poner sus capas en el animal,
haciéndolo así más confortable. Los Evangelios describen cómo Jesús entró a
Jerusalén y cómo la gente alfombraba su camino y también cómo dejaba a un lado
pequeñas ramas de árbol. La gente también cantaba una parte del Libro de los
Salmos, específicamente los versículos 25-26 del capítulo 118. ...Bendito es el
que viene en el nombre del Señor. Bendito es el enviado del Reino de Nuestro
Padre David... El lugar de esta entrada no está especificado, pero se supone
que tuvo lugar en la Puerta Dorada, desde donde se creía que el Mesías entraría
a Jerusalén, otros estudiosos piensan que el lugar fue hacia el sur, pues tenía
entrada directa hacia el templo. Ver también Marcos 11
En la Semana Santa se celebran los misterios de salvación
realizados por Cristo en los últimos días desde su entrada triunfal en la
ciudad de Jerusalén, para los cristianos el Domingo de Ramos es el primer día
de la Semana Santa.
La semana santa comienza con el Domingo de Ramos de la
Pasión Señor, que une el triunfo de Cristo (aclamado como Mesías por los
habitantes de Jerusalén y hoy en el rito de la procesión de las palmas por los
cristianos) y el anuncio de la pasión, con la proclamación de la narración
litúrgica en el Culto. El color litúrgico del Domingo de Ramos es el rojo,
debido a que se celebra la Pasión del Señor.
Los ramos no son algo así como un talismán o un simple
objeto bendito, sino el signo de la participación gozosa en el rito
procesional, expresión de la fe de la Iglesia en Cristo, Mesías y Señor, que va
hacia la muerte para la salvación de todos los hombres. Por eso, este domingo
tiene un doble carácter, de gloria y de sufrimiento, que es lo propio del
Misterio Pascual.
Los días que van hasta el Jueves Santo pertenecen al tiempo
cuaresmal, pero están caracterizados por los últimos acontecimientos de la vida
del Señor, con exclusión de otras celebraciones.
En la mañana del Jueves Santo (o en otro día cercano), el
obispo celebra, junto con su presbiterio, la Misa Crismal o de los Santos
Oleos, en la que se bendicen los óleos que se usarán para la celebración de los
sacramentos.
La celebración del Domingo de Ramos
A lo largo de los distintos países de tradición católica, y
al margen de las celebraciones litúrgicas, diversas manifestaciones populares
conmemoran la entrada en Jerusalén y, en muchos casos, dan comienzo a las
procesiones de Semana Santa. Es uno de los bellos comienzos de la llamada
Semana Mayor, se recuerda el inicio de una vida que entró por una puerta de
cristianidad del pueblo de Dios, recordando que Dios hecho hombre venía a la salvación
del hombre.
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