viernes, 13 de febrero de 2015

LLAMAMIENTO A UN PECADOR



Por Pr Manuel A Morejón Soler El Vedado, La Habana, enero de 2015 PD

Jesús “pasando” vio a Mateo sentado al banco de los tributos públicos y le dijo: 
-Sígueme. 
 Y este levantándose, lo siguió. (Marcos 2:14) 

Cuántas cosas buenas hizo Jesús “pasando” — liberó a un endemoniado (Mr 1:23) sanó un leproso (Mr 1:40), yendo a casa de Jairo sanó a una mujer con pérdida de sangre (Mr 1:25) y resucitó a la hija de Jairo. No perdía oportunidad al pasar de hacer un bien.

¡Cuánto importa no perder la oportunidad de su paso!

Estudiemos este llamamiento
Lo que sabemos acerca de Mateo es que afectado por su ocupación: publicano; era abusador inescrupuloso y codicioso.

En el sistema recaudador romano los publicanos eran los vasallos que, bajo la dirección de un funcionario romano, se encargaba de cobrar los impuestos y los derechos de paso de las mercancías que se transportaban de un territorio a otro. El funcionario romano tenía que pagarse a sí mismo, por lo que exigían a los contribuyentes sumas superiores a las que en realidad tenían que ir al tesoro público. El Estado autorizaba esta práctica, y ninguna ley protegía a los contribuyentes contra las sumas abusivas que cobraban. Por eso es que hombres como Mateo eran doblemente odiados: por estar al servicio del imperio romano y ser judíos.

Sus posibilidades
Para los ojos del hombre es imposible que Yhwh pudiera poner su mirada en un sujeto como este. ¿Quién podía adivinar que este hombre tuviera posibilidades de salvación? Pero Jesús vio en él un apóstol, a un evangelista.

Mateo fue llamado inesperadamente porque así son los misterios de la Gracia Divina. (1 Corintios 1:28), porque del mismo modo Jesús obra hoy.

¿Cuál fue la respuesta de Mateo?
Inmediata decisión, sin duda alguna, con plena confianza y gratitud y gozo.

¿Cuál será tu respuesta cuando te llame Jesús?


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