domingo, 8 de febrero de 2015

CONOCER Y NO CONOCER A YHWH

Por Pr Manuel A Morejón Soler El Vedado, La Habana, enero de 2015 PD

Los que conocen a Yhwh

Recientemente conocí de un pastor joven que proviene de provincia que se instaló en la calle 4 entre 31 y 33 en el capitalino barrio del Vedado. Verdaderamente eso no es noticia ninguna pues asimismo ya lo han hecho otros antes que él, lo que sí es noticia es que el joven pastor se personó ante el propietario del inmueble y después de haber llegado a un acuerdo sobre el precio, le dijo al dueño: “Todavía no tengo el dinero, pero voy a buscarlo ahora para cerrar el negocio.” Volvió para su iglesita provinciana, lo puso en oración, y apareció alguien que generosamente contribuyó con las finanzas necesarias para realizar la compra.

Para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo,  el Padre de gloria,  os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él…” (Efesios 1:17 b)

Este pastor pudo con seguridad cerrar el negocio, porque conoce a su Dios íntimamente y tiene revelación de Él.   

Aunque aún no le he hecho la visita, conocí esta historia  por uno de los pastores de la obra que represento, que a su vez oyó de la labor de este pastor y según me ha dicho ya cuenta hasta con el permiso de las autoridades para realizar una fabricación.

Sin lugar a ninguna duda estimo que este pastor conoce claramente la esperanza a la que ha sido llamado y por eso sabe bien que es “un heredero de las riquezas de la gloria de Yhwh.” (Efesios 1:18)

Dice Yhwh:
“Les daré un corazón  para que conozcan que yo soy Jehová y ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios, porque se volverán a mí de todo corazón”. (Jeremías 24:7)

A los que me han desconocido dice Yhwh

“Guárdese cada cual de su compañero  y en ningún hermano tenga confianza, porque todo hermano engaña falazmente y todo compañero anda calumniando.
Cada uno engaña a su compañero y ninguno dice la verdad. 
 Han acostumbrado su lengua a decir mentiras y se ocupan de actuar perversamente.
Su morada está en medio del engaño; engañadores como son, no quisieron conocerme"
(Jeremías 9:4-6)







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