Entonces Elías dijo a los profetas de Baal:
—Escogeos el toro y preparadlo vosotros primero, porque vosotros sois la
mayoría. Invocad el nombre de vuestro Dios, pero no pongáis fuego.
Ellos tomaron el toro que les fue dado, y lo prepararon. Luego invocaron el
nombre de Baal desde la mañana hasta el mediodía, diciendo:
—¡Oh Baal, respóndenos!
Pero no hubo voz ni quien respondiese. Mientras tanto ellos danzaban junto al
altar que habían hecho.
Y sucedió que cuando pasó el mediodía, ellos seguían profetizando
frenéticamente hasta la hora de ofrecer la ofrenda vegetal, y no había voz ni
quien respondiese ni escuchase.
Cuando llegó la hora de presentar la ofrenda vegetal, se acercó el profeta Elías
y dijo:
—¡Oh Jehovah, Dios de Abraham, de Isaac y de Israel, sea hoy manifiesto que
tú eres Dios en Israel y que yo soy tu siervo; y que por tu palabra he hecho
todas estas cosas! Respóndeme, oh Jehovah; respóndeme, para que este
pueblo reconozca que tú oh Jehovah, eres Dios, y que tú haces volver el
corazón de ellos.
Entonces cayó fuego de Jehovah, que consumió el holocausto, la leña, las
piedras y el polvo; y lamió el agua que estaba en la zanja. Al verlo toda la
gente, se postraron sobre sus rostros y dijeron:
—¡Jehovah es Dios! ¡Jehovah es Dios!
Entonces Elías les dijo:
—¡Prended a los profetas de Baal! ¡Que no escape ninguno de ellos!
Los prendieron, y Elías los hizo descender al arroyo de Quisón, y allí los
degolló.
<111825>1 REYES 18:25, 26, 29, 36-40
Pasajes relacionados: DEUTERONOMIO 13; 17:2-5; 18:18-22; 1 REYES
21, 22; <120930>2 REYES 9:30 —10:28; <501405>FILIPENSES 2:5-11 501405>120930>111825>
—Escogeos el toro y preparadlo vosotros primero, porque vosotros sois la
mayoría. Invocad el nombre de vuestro Dios, pero no pongáis fuego.
Ellos tomaron el toro que les fue dado, y lo prepararon. Luego invocaron el
nombre de Baal desde la mañana hasta el mediodía, diciendo:
—¡Oh Baal, respóndenos!
Pero no hubo voz ni quien respondiese. Mientras tanto ellos danzaban junto al
altar que habían hecho.
Y sucedió que cuando pasó el mediodía, ellos seguían profetizando
frenéticamente hasta la hora de ofrecer la ofrenda vegetal, y no había voz ni
quien respondiese ni escuchase.
Cuando llegó la hora de presentar la ofrenda vegetal, se acercó el profeta Elías
y dijo:
—¡Oh Jehovah, Dios de Abraham, de Isaac y de Israel, sea hoy manifiesto que
tú eres Dios en Israel y que yo soy tu siervo; y que por tu palabra he hecho
todas estas cosas! Respóndeme, oh Jehovah; respóndeme, para que este
pueblo reconozca que tú oh Jehovah, eres Dios, y que tú haces volver el
corazón de ellos.
Entonces cayó fuego de Jehovah, que consumió el holocausto, la leña, las
piedras y el polvo; y lamió el agua que estaba en la zanja. Al verlo toda la
gente, se postraron sobre sus rostros y dijeron:
—¡Jehovah es Dios! ¡Jehovah es Dios!
Entonces Elías les dijo:
—¡Prended a los profetas de Baal! ¡Que no escape ninguno de ellos!
Los prendieron, y Elías los hizo descender al arroyo de Quisón, y allí los
degolló.
<111825>1 REYES 18:25, 26, 29, 36-40
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21, 22; <120930>2 REYES 9:30 —10:28; <501405>FILIPENSES 2:5-11 501405>120930>111825>
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