Francis Frangipane:
El reino inconmovible
Cuando tiembla la tierra
En los últimos 15 años se ha vuelto difícil no ser afectado por los terremotos masivos que han sacudido a nuestro planeta. En diciembre de 2004, el gran tsunami del sur de Asia rugió a lo largo del Océano Índico, golpeando las costas de nueve países. Más de 250.000 personas murieron y millones más se quedaron sin hogar y de duelo. Los científicos nos dicen que este gran desastre no sólo cambió el paisaje de Asia, sino que también es el culpable de que el planeta tierra se tambalease sobre su eje.
Nueve meses y medio después, en octubre del 2005, otro devastador terremoto golpeaba, esta vez en la región Kashmir de Paquistán, matando cerca de 80.000 personas. Nuevamente millones fueron dejados sin casa ni abrigo. Luego, junto a movimientos de tierra en Chile y Nueva Zelanda, el horroroso terremoto de Haití golpeó y otro cuarto de millón de vidas se perdió. Por último, un enorme terremoto de 9.0 de intensidad y subsecuentes tsunamis azotaron la costa de Japón, levantando la sospecha de un derrame nuclear y la propagación de veneno causado por la contaminación radioactiva.
Algo está sucediendo en la tierra. Terremotos masivos. Cantidades enormes de víctimas mortales. Tormentas sin precedente. Puede que todo sea coincidencia, pero yo no puedo evitar en recordar la palabra del Señor, "Aún una vez, y conmoveré no solamente la tierra, sino también el cielo" (Hebreos 12:26). Ciertamente un gran sacudimiento está teniendo lugar en las naciones.
Recuerde, Jesus advirtió que "grandes terremotos" serían parte de una variedad de calamidades naturales, a lo cual Él llamó "principio de dolores" que introducirían los tiempos finales (Lucas 21:11; Mateo 24:8; Marcos 13:8). En otras palabras, Él nos dijo que esperáramos que desastres naturales aumentaran tanto en magnitud como en frecuencia, como si la tierra misma estuviera retrocediendo contra el peso del pecado. Como dijo Isaías:
se balancea como una choza, pues pesa sobre ella su transgresión
" (Isaías 24:19-20). (Foto cortesía de en.wikipedia.org)
Si estamos realmente viviendo en las últimas décadas de este era, no debemos esperar que el planeta permanezca calmo o tranquilo. Dios usará estas calamidades para atraer multitudes a Él mismo, pero debemos estar conscientes de que probablemente estas crecerán en severidad.
Sacudimiento espiritual
Al aumentar los desastres al final de los tiempos aumentara también el temor en el mundo. Sin embargo, el temor no será nuestro compañero si verdaderamente conocemos al Señor. De hecho, es también durante este tiempo que el Señor prometió que los poderes de las tinieblas serán removidos de sus posiciones de influencia y dominio. El Señor conmoverá "no solamente la tierra sino también el cielo" (Hebreos 12:26).
Este versículo no se está refiriendo a los altos cielos donde habita Dios. El cielo mencionado aquí se refiere al mundo espiritual, también conocido como "lugares celestiales" en otra parte de la Biblia (Efesios 3:10). Estos "lugares celestiales" representan la dimensión espiritual desde donde las "potestades,. . . los poderes de este mundo de tinieblas, . . . las huestes espirituales de maldad" ejercen su dominio sobre las naciones (Efesios 6:12).
Así, el Señor dice en Isaías "Y sucederá en aquel día, que el Señor castigará al ejército de lo alto en lo alto, y a los reyes de la tierra sobre la tierra" (Isaías 24:21). El último gran sacudimiento afectara a ambos mundos, el espiritual y el natural. Del mismo modo, Jesus advirtió que durante el tiempo del fin "las potencias de los cielos serán sacudidas " (Mateo 24:29).
Recuerde, el sacudimiento de estas potencias denota la "remoción" de sus lugares de influencia y dominio (Hebreos 12:27). En otras palabras, ¡cada fortaleza demoniaca que impida el avance del reino de Dios en la tierra será en última instancia confrontada por el poder y la autoridad del cielo!
Alguien puede argumentar, "Estos versículos se refieren al final de la era". Sí, la finalidad de este doble sacudimiento--- cosas en la tierra, pero también en el cielo---no alcanzará su máxima fuerza hasta justo antes del regreso del Señor durante el periodo de la tribulación.
No obstante, yo creo que a cierto nivel ya ha comenzado. Considere a la Unión Soviética. Ahí estaba el más grande imperio geográfico de la historia del mundo; su ejército poderoso sin medida. La URSS fue declarada atea, y expandió el ateísmo a todas las naciones bajo su influencia. Sin embargo, en un increíble e insondable sofisticado ejercicio de voluntad divina, el Todopoderoso juzgó a los poderes espirituales gobernantes del comunismo Soviético. La URSS cayó sin una revolución violenta, sin una insurrección o guerra, de repente y dramáticamente se desintegró. (Foto cortesía de en.wikipedia.org)
No solo colapsó este gran imperio, fue el 25 de diciembre de 1991, que Mikhail Gorbachov renuncio a la presidencia de la Unión Soviética, lo que puso fin al Partido Comunista soviético. Al día siguiente el Parlamento soviético reconoció la disolución del imperio.
¡Que señal grandiosa y perdurable! ¡El día de Navidad, el mismo día que celebramos el nacimiento de Jesucristo, el poder demoníaco gobernante de la URSS fue sacudido y se cayó de su lugar!
¿Será la confrontación final del Señor contra los poderes espirituales de maldad mucho mássignificativa? Desde la caída del comunismo, misiólogos nos dicen que más personas han venido a Cristo en todo el mundo que la suma de todas las conversiones desde el primer siglo. Por supuesto, Rusia todavía tiene sus problemas, pero no pasemos por alto lo ocurrido: un poder diabólico cayó de su lugar de dominio. ¡Desde entonces millones de personas han entrado al reino de Dios! (¿Alguien tiene ganas de gritar?)
Incluso mientras el mundo físico sufrirá principio de dolores, creo que vamos a ver otra gran "potencia de los cielos" caer tan drásticamente como la antigua Unión Soviética. Sé que es posible que las facciones islámicas se fusionen y se vuelvan más fuertes, pero recuerde que en la actualidad hay millones de cristianos orando por estas naciones musulmanas. De alguna manera, más tarde o más temprano, el poder que domina a los musulmanes va a desmoronarse. Habrá inesperados más significativos irrumpimientos. Los musulmanes por millones abrirán sus puertas al Evangelio y encontraran a Cristo como su Salvador. Esta es la frontera de oración que Dios establece delante de nosotros ahora mismo y solo acaba de comenzar.
Yo creo que el despertar que ha comenzado en China va a explotar con muchos mas millones entrando al reino de Dios. India, también, tendrá un profundo despertar. Y si, yo creo que no es demasiado tarde para ver los principales poderes demoníacos caer en los Estados Unidos de Norteamérica. Estamos viviendo, al menos en los niveles preliminares, el tiempo cuando los "poderes de los cielos" están siendo sacudidos. Nuestras oraciones y la compasiva participación en los asuntos de la vida juegan un papel importante en el derrocamiento de los poderes de las tinieblas. Si no dejamos de orar, vamos a ver significativos cambios desplegarse ante nuestros ojos. (Foto cortesía de en.wikipedia.org) Finalmente, recordemos que, aunque cuando las cosas en la tierra y en el cielo están siendo sacudidas, nosotros estamos recibiendo "un reino que es inconmovible" (Hebreos 12:28). Amado, Dios tiene un reino inconmovible al que nos llama. Es el lugar donde Jesús gobierna como Rey, desde donde toda rodilla en el cielo y en la tierra se doblará.~~~~~~~~~~~~~~
El extracto precedente ha sido adaptado del libro Los días de Su presencia, por Francis Frangipane. Este título así como otros recursos están disponibles en:
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