Jesucristo les
bendiga:
Si bien pido
perdón por haber dado lugar a que los enemigos del Evangelio de Jesucristo se
regocijen causando división dentro de la iglesia, sí quiero dejarle bien claro
a la Sección 3 de la Inteligencia que es la encargada de sabotear los asuntos
religiosos que están equivocados, pues con la reconciliación salimos
refortalecidos, porque aunque no tengamos los recursos que ellos tienen para
destruir, tenemos a Dios con nosotros.
Por ello es
que quiero exhortar a todos los pastores y líderes de la iglesia a que con
sabiduría no dejemos de denunciar públicamente las agresiones a que estamos
sujetos por parte de las autoridades, pues este es por ahora el único mecanismo
de defensa natural que tenemos para evitar los excesos que cometieron hasta
hace poco.
Le confesé
al Ap. Carlos que mi enojo no era porque me hubiera detenido el sermón, sino
porque no me hubiera comunicado lo que le pasaba para apoyarlo más, que podía
entender a la presión que estaba sujeto y que yo estaba preparado para asumir
cualquier responsabilidad.
Él sabe bien
que con demostraciones lo he apoyado incondicionalmente haciendo de sus problemas
mis problemas, de su iglesia mi iglesia y
de su familia mi familia.
En cuanto a
pedirle disculpas públicamente creo que se equivocó, yo le dije que iba a pedir
¡PERDÓN! públicamente.
“Pero yo
os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano,
será culpable ante el concilio; y
cualquiera que le diga: Fatuo, quedará
expuesto al infierno de fuego.
Por
tanto, si traes tu ofrenda al
altar, y allí te acuerdas de que tu
hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda,
reconcíliate primero con tu hermano,
y entonces ven y presenta tu ofrenda”. (Mateo 5:22-24).
Cuba necesita
un impacto de conciencia colectiva que solo será posible a través de la
difusión de la Verdad por todos los
medios.
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