Una información
que
me enviaron desde La Habana sobre la celebración allí del IV Encuentro
del Programa Meditación y la creación de
la Asociación de Meditadores en la Isla
me provocó cierta extrañeza e interés.
Dice la
información que ya antes se había efectuado un encuentro de este mismo tema y
en este año, y aunque no se dan muchos
datos, todo parece indicar que la conferencia clave sobre Meditación y sanación cuántica fue el tema más importante del evento. Agrega la
nota lo siguiente:
Este
mítico e incipiente proyecto, aún no reconocido oficialmente en el Registro de
Asociaciones del Ministerio de Justicia, pero en vías de ser aprobado, cuenta
con el apoyo del Ministerio de Salud Pública y de Cultura respectivamente, así
como de otras organizaciones oficialistas. Quizás sea esta una puerta que se
pueda utilizar para alcanzar el reconocimiento de las iglesias independientes y
ministerios cristianos que desde antaño anhelan ser reconocidos oficialmente
por las autoridades de nuestro País.
Antes de
asumir esta información tan controversial, como veremos, quiero destacar algunos
conceptos que permiten comprender mejor este asunto. Como considerar que la dictadura
Castro comunista admita, este mítico e
insipiente proyecto, y sea permitido, registrado (como asociación) y
practicado en un país donde el derecho al pensar en su acepción cognoscitiva
sea un evento siempre remedado por la ideología comunista.
La meditación (del latín meditatĭo,
-ōnis) describe la práctica de un estado de atención concentrada, sobre un objeto externo, pensamiento,
la propia consciencia, o el propio estado de concentración. La palabra
«meditación» viene del latín meditatio, que originalmente indica un tipo de
ejercicio intelectual. De este modo, en el ámbito religioso occidental se ha distinguido
entre «meditación» y «contemplación», reservando a la segunda un significado
religioso o espiritual.
En Cuba
como en cualquier país comunista, la práctica de toda tipo de
espiritualidad se consideraba, o se considera,
nocivo y en nada se consiente. Así fue
por muchos años porque la concepción científica del mundo, la dudas sobre el
alma y las expresiones de la espiritualidad como tal ; las creencias religiosas
y cualquier idea que ponga en entredicho la concepción materialista totalitaria
que tenían o tienen los comunistas; son excluyentes en el pensamiento marxista
– leninista. Allí solo hay sitio para el materialismo histórico y dialéctico,
el ateísmo científico; lo otro es lo contrario, lo enajenante, lo prohibido y
por lo tanto, sujeto al enfrentamiento y la condena. Como fue en Cuba, donde se
acuñó el término de “diversionismo
ideológico”* pues meditar como ejercicio intelectual o con sus
significado religioso o espiritual no es
asunto aceptado para los que detectan el poder político y asumen que deben imponerlo.
Debemos
de definir lo que es pensar y el meditar; toda vez que aquí se trata de los que
optan por meditar. Pensar es ejercitar la
facultad del espíritu de concebir, razonar o inferir; en tanto que meditar es considerar un asunto con detenimiento y
cuidado, orar o rezar en silencio y basándose en la reflexión. En su acepción
como verbo intransitivo el meditar lleva el acto de orar en silencio lo cual
sin duda tiene un significado religioso o espiritual…, no otro.
Los
meditadores en La Habana seguro se concentraron en los aspectos del ejercicio intelectual,
y aunque no se hace mención a la práctica del Yoga como tal, debo asumir que
buena parte de la práctica de esta es la meditación y su amplia aceptación
supone que la idea predominante allí fue esa.
Lázaro
Saavedra, Detector of Ideologies, 1989.
Galería Nuble
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La palabra Yoga significa "unión", el
objetivo del Yoga es unir el yo transitorio (temporal), "JIVA", con
el (yo eterno) infinito, "BRAHMAN", el concepto hindú de Dios. El
Yoga no es sólo un sistema elaborado de posturas y de ejercicios físicos, es
una disciplina espiritual que pregona llevar el alma al samadhi, a la unión
total con el ser divino. El samadhi es el estado en el que lo natural y lo
divino se convierten en uno, el hombre y Dios llegan a ser uno sin ninguna
diferencia. ( El Yoga: En la filosofía y en la práctica es
incompatible con el Cristianismo).
Los
países comunistas, entre ellos Cuba, no admitían la práctica del Yoga. Fue en
la Rumania de Ceausescu
donde en el 1982 los cursos de Yoga fueron
prohibidos por el régimen comunista, lo mismo ocurrió con las
artes marciales y todas las formas de práctica esotérica. En la ex Unión Soviética
los practicantes y defensores de dicha disciplina alguna vez fueron perseguidos
e incluso tuvieron que pagar con sus empleos el coste de su pasión.., A
principios de los setenta, un grupo de científicos y figuras públicas, incluido
Brodov, escribió una carta abierta al Secretario General del Comité Central del
Partido Comunista de la Unión Soviética, Leonid Brezhnev, y al presidente del
Consejo de Ministros de la URSS, Aleksey Kosygin, en la que solicitaban la
legalización del yoga y la creación de un instituto de investigación científica
de la terapia del yoga. Pero dicha iniciativa no obtendría apoyo alguno. (El
yoga causa furor en Rusia).
En China
comunista a pesar de sus raíces culturales tan próxima a la disciplina del Yoga
hizo su aparición el grupo, Falun Gong,
quienes practican una meditación, como el Yoga pero más simple, tratando de mejorar como persona. No
es nada religioso y político argumentan, sin embargo, para los que lo practican
tienen que asumir las consecuencias de ser perseguidos, golpeados y condenados.
Es decir en China puedes asumir el comunismo científico y las practicas
capitalistas más salvajes…, pero eso si no medites. No admiten la competencia ideológica,
menos de un grupo bien organizado como el Falun Gong.
En la actualidad,
también se le echa mano al Yoga en su versión revolucionaria con la finalidad
de aplicarla a la praxis revolucionaria, esto es en hacer la revolución. Vean ustedes
esta joyita y saquen sus propias
conclusiones:
El intento de asumir las prácticas espirituales o
yóguicas con un criterio experimental, y convertirlas en elementos
constitutivos de la praxis revolucionaria, se debe entender en el marco de un
esfuerzo por definir los ideales que corresponden a una necesidad histórica del
movimiento proletario y de la evolución humana misma. Y hoy estamos en una
época de desorientación general, en la que los ideales revolucionarios deben
reafirmarse como tales con nueva fuerza práctica, al tiempo que se busca su
conexión con la lucha de clases actual -con sus tendencias, debilidades,
avances, obstáculos. Esta afirmación de los ideales es necesaria, pues siempre
existe la tendencia peligrosa a abandonar los ideales ante la presión de las
circunstancias regresivas y de la conciencia dominante. ( Yoga y revolución - Roi Ferreiro (2007) )
A
mediados de los 70’s en Cuba conocí una joven geógrafa que trabajaba para la
Academia de Ciencias y practicaba a escondida el Yoga; fue ella la que me introdujo
en este apasionante tema y me recomendó su práctica. En su casa me mostro los
folletos instructivos con mucho sigilo. Entonces fue que me dijo que era un
grupo que con mucha discreción se reunía en una facilidad de la Gran Logia Masónica
de Cuba. “Ya sabes, esto tiene que ser
son cuidado para evitar problemas”, me dijo. Es así que buscando
información para este articulo encuentro
lo siguiente:
Gracias
a la labor altruista del Maestro masón Sr. Ramón Aristes Guinea, durante el
periodo 1973 a 1985, ofrecía clases de posturas en el salón del Asilo masónico
"Yanso"; ellas tuvieron una concurrencia muy entusiasta y nutrida.
Allí
debía de estar, invitado estaba; solo que por aquellos tiempos la realidad era
tan aplastante que asumir ejercicios espirituales y practicar la meditación trascendental
no tenían lugar. Faltaba por llegar el deshielo
espiritual de los cubanos; este se produce a principios de los 90’s cuando
el cambio era inminente, el campo socialista había caído, el comunismo era una
broma de mal gusto que para muchos había durado medio siglo. Las penurias en Cuba
se multiplicaban y solo se pensaba en sobrevivir. Los gobernantes en la Isla,
sabiendo que se vaciaban sus listas de militantes comunistas, decidieron negar
el ateísmo, guardar los libros de materialismo científico es histórico y permitir
que sus militantes y posibles aspirantes
se hicieran cristianos de nuevo
cuño, abrazaran la santería y el espiritismo, entre otras dedicaciones espirituales. Ya no había
argumentos para no aceptar la militancia. Se estableció hasta hoy un espacio
para todo en Cuba, siempre que no cuestionen el poder omnímodo del Partido Comunista
y su miríada de secuaces ideológicos.
Hay también lugar, como vemos, para los meditadores.
Si
piensan los meditadores pues que piensen bien, que sean cuidadosos. Si como disciplina
espiritual les viene bien el ejercicio intelectual o ayuda para ser mejor, no
hay problemas. Los problemas en Cuba empiezan cuando usted comienza a
preguntarse, sin mucha meditación, ¿porque vivimos en una dictadura atroz de más
de medio siglo?, ¿dónde está la libre elección
y los elegidos bajo escrutinio público?, ¿dónde una prensa que piensa y opina libremente?, ¿porque no
aparecen los derechos humanos y donde quedo la democracia participativa para todos?
Meditar a donde fue a parar la libertad, porque de eso es de lo que se trata,
meditar en libertad. Entonces usted puede expresarse libremente sin la
preocupación de que le golpeen en un acto de repudio.
La
asociación de meditadores recién creada en Cuba, debe de asumir el ejercicio
intelectual la práctica de un estado de atención concentrada, sobre un objeto
externo, pensamiento, la propia consciencia, o el propio estado de
concentración…., a ver si los cubanos podemos admitir ser manipulados por una
canalla gobernante que nos impones una tiranía, vulnera nuestros derechos,
asume el control dictatorial de la sociedad, agrede y enajena a la sociedad y
no nos permite ser libres.
Que no
mediten muchos. Este país Cuba, sigue siendo, como afirmaba mi padre, el lugar
donde solo pueden pensar los enajenados mentales y los borrachos. Después de
todo aún queda entre la realidad y lo irracional, la conciencia, que hasta
puede asumir una o muchas situaciones tragicómicas.
También
queda el
consejo de una bloguera cubana, Ana Luisa Rubio, quien recomendaba: “¡Haga Yoga, diga Ommmmm! y ríase de los comunistas”; solo que acabó
siendo víctima de una turba castrista que la golpeó de forma salvaje y ruin.
Meditar,
claro que si…, pero en libertad. Las cárceles comunistas siempre han estado
llenas de personas muy bien intencionadas que meditaron…, pero en voz alta.
Diversionismo: Palabra transferida por el castrismo del léxico
militar al ideológico, como diversionismo ideológico se define cualquier
acción, concepto, idea, conversación o publicación considerada por el gobierno capaz de “confundir”
a la población y desviar la atención de las “masas” de las tareas e intereses de la
revolución y, por lo tanto, servir a los
intereses del ‘enemigo”, por lo que debe ser reprimido y castigado
ejemplarmente.
07.10.2013©
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