Yo tengo un sueño (I Have a Dream) es el nombre popular
del discurso más famoso de Martin Luther King Jr., cuando habló poderosa y
elocuentemente de su deseo de un futuro en el cual la gente de tez negra y
blanca pudiesen coexistir armoniosamente y como iguales. Este discurso,
pronunciado el 28 de agosto de 1963 desde las escalinatas del Monumento a
Lincoln durante la Marcha en Washington por el trabajo y la libertad, fue un
momento definitorio en el Movimiento por los Derechos Civiles en Estados
Unidos. Está considerado frecuentemente como uno de los mejores discursos de la
historia, y quedó en el primer puesto entre los discursos del siglo XX según
los estudiosos de la retórica.
Ampliamente aclamado como una pieza maestra de la
retórica, el discurso de King se asemeja al estilo del sermón de un ministro
bautista negro. Apela a fuentes icónicas y ampliamente respetadas como la
Biblia, e invoca la Declaración de Independencia de los Estados Unidos, la
Proclamación de Emancipación, y la Constitución de los Estados Unidos. A través
del instrumento retórico de la alusión (definido por Campbell y Huxman (2003)
como "referencia indirecta a nuestro acervo cultural compartido, como la
Biblia, la mitología griega y romana, o nuestra historia"), King hace uso
de frases y lenguaje de importantes textos culturales para sus propios
propósitos retóricos. Cerca del comienzo King alude al Discurso de Gettysburg
de Lincoln diciendo: "Five score years ago..." una particular forma
de decir "cien años" en inglés (pues score son 20 años y 20 x 5 =
100).
Las alusiones bíblicas también son comunes. Por ejemplo,
King alude al Salmo 30:5 en la segunda estrofa de su discurso. Dice en
referencia a la abolición de la esclavitud articulada por la Proclamación de
Emancipación , "llegó como un precioso amanecer para terminar una larga
noche de cautiverio." Otra alusión bíblica es encontrada en la décima
estrofa: "No, no; no estamos satisfechos y no quedaremos satisfechos hasta
que "la justicia ruede como el agua y la rectitud como una poderosa
corriente." Esta es una alusión a Amós 5:24. King también cita de Isaías
40:4 -"Sueño que algún día los valles serán cumbres..."
La formación religiosa del orador se percibe claramente
ya que utiliza tres veces la expresión "hijos de Dios", habla de que
"la gloria de Dios será revelada, y se unirá todo el género humano",
da ánimo a su gente diciéndoles un mensaje cristiano "Continúen trabajando
con la convicción de que el sufrimiento que no es merecido, es
emancipador" y cerrando el discurso con ""¡Libres al fin!
¡Libres al fin! Gracias a Dios omnipotente, ¡somos libres al fin!".
Paralelismo, o "usar la misma fraseología inicial en
una secuencia de afirmaciones o frases para agregar énfasis, orden, o climax a
una idea" , es una herramienta retórica empleada a través de todo el
discurso. Un ejemplo de paralelismo es encontrado casi al principio cuando King
insta a su público a aprovechar el momento "Ahora es el momento..."
es repetido cuatro veces en la sexta estrofa. El ejemplo más citado de
paralelismo es encontrando en la frase "Yo tengo un sueño..." que es
repetida ocho veces cuando King describe a su audiencia una imagen de un
Estados Unidos de América integrado y unido.
Contenido
King comienza hablando de la Proclamación de Emancipación
que había sido firmada hacía cien años (1863), y de cómo todavía existía la
segregación a pesar de lo que ese y otros documentos históricos de su país
prometían. Hace hincapié en que ese era el momento para hacer el cambio, y si
bien aclara que la violencia no es el camino, su mensaje es poderoso y
persuasivo. Pide justicia y cambio, y afirma que es el comienzo de la lucha,
aunque descarta la violencia como medio (dedica dos estrofas a prevenir esto).
Describe el padecimiento de la raza negra en ese momento con ejemplo
contundentes (no poder parar en moteles, no poder votar, etc.), y les pide que
sigan luchando por sus ideales. El momento más emotivo es cuando describe -con
el famoso "Yo tengo un sueño"- el país que imagina para sus hijos:
uno en el que los chicos blancos y negros convivan sin ningún tipo de prejuicio.
Despide a los asistentes diciéndoles que vuelvan tranquilos a sus lugares, que
de algún modo el cambio iba a llegar. Y termina ampliando la visión de una
sociedad unida al hablar no sólo de razas que dejen de lado sus diferencias,
sino también de religiones.
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