Es innegable que todos sabemos que tener conocimiento y sabiduría
conlleva bendición. Sin embargo, hay una palabra que es exactamente la
contraria a bendición: Maldición. Y si existe la bendición del
conocimiento, también está allí mismo la maldición de la ignorancia. ¿Eso
significa que un ignorante está maldito? No. Lo que sí quiero decir, es que
la ignorancia o la falta de conocimiento, que es intimidad, suele ser una
puerta abierta a las maldiciones, vengan de donde vengan. Y lo podemos
probar.
(Deuteronomio
30: 19)= A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros,
que os he puesto delante de la vida y la muerte, la bendición y la
maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia.
Dios ha puesto delante de nosotros dos
opciones. Él ha venido y ha puesto delante nuestro, la vida y la muerte, es
decir: ser y vivir en bendición o maldición. El hecho de que nosotros le
prestemos atención a esto o no, no las deroga ni las anula. Lo sepamos o
no, lo creamos o no, vida, muerte, bendición y maldición, están allí;
alguna va a florecer. Sabemos cómo reacciona el mundo secular ante estas
cosas; sabemos que hablar de Vida Eterna, de salvación, de perdición, de
cielo y de infierno, para la sociedad moderna, equivale a hablar con un
idioma cavernícola, digno de tribus ignorantes, místicas y supersticiosas.
Imagínese que si así piensa el mundo de esto, qué idea puede hacerse con
respecto a bendiciones y, lo que es más increíble todavía: maldiciones.
El problema es cuando esta incredulidad –por
falta de conocimiento o peor, de credibilidad de toda la Palabra- alcanza a
los creyentes. Muchos pueden ser víctimas de maldiciones sólo porque
ignoran que son reales y efectivas, o porque aún sin ignorarlo, decidieron
no creer esa parte del evangelio. Y algo que es mucho más delicado todavía:
el hecho de que usted ignore el tremendo poder que Dios ha puesto en sus
labios para bendecir o maldecir, no cambia el hecho de que sus palabras
tengan trascendencia espiritual sobre la vida de otros y aún de su
descendencia. Mire la historia: Abraham manda a su siervo que vaya y
consiga esposa para su hijo Isaac. Su siervo vuelve con Rebeca que contrae
matrimonio con él. De esta unión de Isaac y Rebeca, nacen dos gemelos:
Jacob y Esaú. Todos conocen la historia de cómo Jacob, (cuyo nombre
significa “impostor”, y sirve par que tengamos cuidado con los nombres que
le damos a nuestros hijos “porque están en la Biblia”), mediante engaños
suplantó y recibió la bendición que le pertenecía a Esaú.
Todos conocen, también, la historia de Jacob y
Labán. Él, Jacob, se comprometió a trabajar siete años para Labán, gratis,
a cambio de poder casarse con una de sus hijas: Raquel. Pero Labán, cumplido
ese lapso y mediante una treta de la que Jacob, dicho sea de paso, muy
inocente no fue, porque no se fijó a la hora de “conocer” a su esposa, le
entregó a Lea, su otra hija, a la sazón mayor que Raquel. Esto llevó a
Jacob a tener que laburar otros siete años más para, recién entonces y a la
usanza de aquellas épocas, poder tener esta vez sí, a la que él quería como
esposa: Raquel. Conclusión: se casó con las dos hermanas. Un día, Jacob
decide –estando Labán ausente- huir, irse. Toma toda su familia y sus cosas
y parte. Dice la Biblia que antes de irse con su marido, Raquel hurta, roba
los ídolos de su padre. Cuando Labán descubre la fuga, sale en persecusión
de Jacob y lo alcanza. Allí le dice:
(Génesis
31: 26)= Y dijo Labán a Jacob: ¿Qué has hecho, que me engañaste, y has
traído a mis hijas como prisioneras de guerra? ¿Por qué te escondiste para
huir, y me engañaste, y no me lo hiciste saber para que yo te despidiera
con alegría y con cantares, con tamborín y arpa? Pues ni aún me dejaste
besar a mis hijos y mis hijas. Ahora, locamente has hecho. Poder hay en mi
mano paa haceros mal; mas el Dios de tu padre me habló anoche diciendo:
guárdate que no hables a Jacob descomedidamente. (¿Cuántos se dan cuenta que la misericordia de Dios había
provisto de un sueño para Labán, a los fines de impedirle que hablara mal a
Jacob?)
(Verso
30)= Y ya que te ibas, porque tenías deseo de la casa de tu padre, ¿Por qué
me hurtaste mis dioses? Respondió Jacob y dijo a Labán: Porque tuve miedo;
pues pensé que quizá me quitarías por fuerza a tus hijas. Aquel en cuyo
poder hallares tus dioses, no viva; delante de nuestros hermanos reconoce
lo que yo tenga tuyo, y llévatelo. Jacob no sabía que Raquel los había
hurtado.
Y después la historia se va de este asunto y deriva en otros sucesos, pero
fíjese una cosa: que ignorando que Raquel se había traído esos ídolos,
Jacob abre su boca en maldición: Aquel que te robó tus dioses, no viva,
dice. O sea: que se muera el ladrón. Este pasaje muestra, esencialmente, el
poder gigantesco que hay en la lengua. Proverbios 18:21 dice que La
muerte y la vida están en poder de la lengua. El caso es que Raquel
escondió los ídolos, no los devolvió a su padre Labán y se los llevó con
ella. Obviamente, de esto no le comentó absolutamente nada a Jacob. Lo dicho
por Jacob, entonces, Que no viva quien los tenga, quedó en pie.
(Génesis
35: 16)= Después partieron de Bet-El; y había aún como media legua de
tierra para llegar a Efrata, cuando dio a luz Raquel, y hubo trabajo en su
parto. Y aconteció, como había trabajo en su parto, que le dijo la partera:
no temas, que también tendrás este hijo. Y aconteció que al salírsele el
alma, (pues murió), llamó su nombre Benoni; mas su padre lo llamó Benjamín.
Así murió Raquel, y fue sepultada en el camino de Efrata, la cual es Belén.
Aquí vemos el efecto de aquella primaria y
casi olvidada maldición. Es muy probable que ni Jacob que la pronunció, ni
Labán y la propia Raquel que la oyeron clarita, recordaran el suceso. Jacob
no sabía. No; no sabía. Ni se imaginaba. Pero eso no significó obstáculo
para que su maldición fuera efectiva y terminara con la muerte de Raquel.
(Proverbios
11: 9)= El hipócrita con la boca daña a su prójimo; mas los justos son
librados con la sabiduría.
En otra versión, este pasaje dice: Mas los
justos son librados con el conocimiento. Por si ya se ha olvidado, le
hago recordar lo que se puntualiza en el inicio de este estudio: La Bendición del Conocimiento.
¡Ah! ¡El título! Sí, el título, pero además la verdad, que no es poca cosa.
(Proverbios
12: 18)= Hay hombres cuyas palabras son como golpes de espada; mas la
lengua de los sabios es medicina.
La suma de estos dos pasajes, nos está dejando
en evidencia que la sabiduría cuando está puesta en la boca de los hombres,
se vuelve medicina. Tal vez usted no alcanza a ver con claridad qué es lo
que esto significa. Bien; le explico: ¿Quiere un sinónimo claro y concreto
de la palabra MEDICINA? Le doy dos: Salud y Vida.
(Proverbios
15: 4)= La lengua apacible es árbol de vida; mas la perversidad de ella es
quebrantamiento de espíritu.
(Proverbios
18: 21)= La muerte y la vida están en poder de la lengua, y el que la ama
comerá de sus frutos.
(Proverbios
26: 2)= Como el gorrión en su vagar, y como la golondrina en su vuelo, así
la maldición nunca vendrá sin causa.
La Maldición es aquella circunstancia
espiritual que consiste en una barrera, o un lazo, o una atadura invisible
que ata a la persona con el objetivo de impedirle dos cosas: 1) Le impide
VER la bendición de Dios. 2) Le impide RECIBIR la bendición de Dios. De
allí se puede entender por qué es que quienes están bajo alguna maldición
no sólo no lo saben, sino que tampoco lo aceptan sencilla y fácilmente.
Porque no lo pueden ver. Es indispensable que la Palabra de Dios alumbre
nuestros ojos para que lo veamos, y entonces procedamos a hacer algo al
respecto: venir en contra de esa maldición, cancelarla, romperla,
revocándola, aprendiendo a revertirla, convirtiéndola en una bendición de
Dios. Las bendiciones, por el contrario, son la parte del plan de Dios para
que nosotros podamos recibir o desatar en nuestras vidas el plan perfecto
de nuestro Señor para nosotros.
(Efesios
1: 3)= Bendito sea el Dios y Padre de Nuestro Señor Jesucristo, que nos
bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo.
Esto quiere decir que Dios ya nos bendijo y
con toda bendición espiritual; en los lugares celestiales. ¿Cuáles
bendiciones? ¿cuántas? Todas. Dios hizo provisión de todas las bendiciones.
Bendición en su familia, en su corazón, en su mente, en su cuerpo, en su
trabajo, en todo. Pero hay factores invisibles que traen esas bendiciones o
impiden que vengan. Una de las causas que nos dejan vulnerables a una
maldición, es la adoración de falsos dioses.
(Éxodo
1: 3)= Y habló Dios todas estas palabras, diciendo: yo soy Jehová tu Dios,
que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre.
No tendrás dioses
ajenos delante de mí.
No te harás imagen, ni
ninguna semejanza de lo que está arriba en el cielo, ni abajo en la tierra,
ni en las aguas debajo de la tierra.
No te inclinarás a
ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios fuerte, celoso, que
visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta
generación de los que me aborrecen.
Fíjese: al hecho de fabricarse un ídolo, Dios
lo llama: ME ABORRECEN. Dijo alguna vez ese bendecido hermano llamado Derek
Prince ilustrando este pasaje, que: Si usted agarra una cucaracha, y la
pega en un cuadro, y le pone debajo a modo de título: “Derek Prince”, ¿Cómo
se supone que me sentiré yo cuando lo vea? La Palabra dice que las
maldiciones trascienden el tiempo y pueden alcanzar hasta una, dos, tres,
cuatro y diez generaciones. Pero hay una buena noticia: también dice la
Palabra que las bendiciones trascienden el tiempo y pueden alcanzar hasta
mil generaciones.
(Romanos
1: 20)= Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se
hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas
por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa.
Pues habiendo conocido
a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se
envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido.
Profesando ser sabios,
se hicieron necios, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en
semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y
reptiles.
Ahora bien: ¿Cómo lleva el diablo a la gente
de Dios a los ídolos? ¿Cómo hace algo tan aparentemente improbable? El
ocultismo es el camino que él usa para engañar al hombre y envolverlo,
hasta llevarlo a la adoración de otros dioses distintos al Señor. Y el
ocultismo tiene tres ramas. En realidad, serían dos, pero las vamos a
dividir en tres para hacer una especial con objetos, a los fines de que
nadie se quede sin entender esta cruda y hasta triste realidad. Una
realidad que muchos se empecinan en no querer ver. Y no hablo de los que no
ven, hablo de los que no quieren ver que no es lo mismo.
Las dos ramas básicas por las que el diablo
suele llevar a la gente a los ídolos, son: la rama del conocimiento y la
rama del poder. En la primera, el objetivo es aprender para conocer, y en
la segunda, el hacer, el ejercer ese conocimiento. La Hechicería es la rama
del poder que tiene el ocultismo, porque por medio de la Hechicería se
llega al dominio de las personas. Porque la Hechicería es aquello que se
hace, sea por manipulación o intimidación, para dominar la voluntad de las
personas o las circunstancias.
La Hechicería. La Palabra dice que la rebelión
es como pecado de Hechicería, porque son factores ligados. La rebelión, la
rebeldía, la desobediencia, todas traen la maldición. La bendición viene
por obediencia y la maldición por desobediencia. Entonces veremos que hay
tres fuentes de maldiciones: 1)= Las que provienen del diablo mismo, y que
él despliega utilizando a brujos y hechiceros. 2)= Las que provienen de
nosotros mismos, cuando usamos irresponsablemente nuestra boca, ya que en
nuestra boca, ya que en nuestra boca sabemos que hay poder para dar vida y
para dar muerte. 3)= Las maldiciones que traemos sobre nosotros mismos por
nuestra desobediencia a Dios.
La Hechicería es la expresión de la naturaleza
corrupta, rebelde, de la humanidad sin Dios, de la humanidad en su estado
caído. Gálatas 5:20 dice que es una obra de la carne, pero esta obra de la
carne es la puerta que el enemigo usa para poder entrar. O sea: Lo que
el enemigo usa, es el deseo que la gente tiene de dominar a otra gente.
Se da en el liderazgo de grupos, amistades, matrimonios, política,
economía, deportes... y la iglesia, obvia y naturalmente también. Es una
puerta por la que pueden entrar demonios a dominar a estas personas y a las
demás a través de ellas. Por eso el diablo siempre apunta a quienes
ostentan algún poder. Él no se conforma con dominar a dos o tres; él quiere
dominar grupos, pueblos, naciones.
La otra rama de lo oculto que es la del
conocimiento, trata con la adivinación. Aquí se trata de obtener
conocimiento por medios que no son normales ni naturales. La forma más
común es la adivinación del futuro: leerle las palmas de las manos, leer el
té, la borra del café, el Tarot, la Tabla Ouija, tirar las cartas, son
formas de averiguar o adivinar el futuro. Esta rama, llamada SORTILEGIO,
ofrece conocimiento sobrenatural del futuro y aquí se incluye toda falsa
revelación religiosa que dice tener una fuente sobrenatural.
Esto que voy a decir es duro y es triste,
pero; ¿No hemos visto muchos de nosotros, alguna vez, a cristianos buscando
revelación en fuentes que no son la Biblia? Así es como han nacido
infinidad de cultos que, llamándose cristianos, en el fondo, terminan por
negar la deidad de Cristo para derivarla hacia otras fuentes. Aquí es donde
Satanás explota y usa el deseo carnal del hombre de Traspasar las
fronteras de la Biblia para ir en búsqueda de un conocimiento que esté más
allá de ella.
Ahora que tenemos las dos ramas básicas bien
definidas, vamos a hablar de una serie de cosas, de una categoría de cosas
que caen dentro de esas ramas. Obviamente, estas cosas que yo voy a
mencionar, son abominación para Dios, son prohibidas para el creyente. No
se sienta usted condenado, siéntase mejor alertado para el arrepentimiento,
para el perdón, para la limpieza y, fundamentalmente, para la liberación
La rama del poder de lo oculto, incluye: Acupuntura,
Acupresión, Proyección Astral, Hipnosis, Levitación, Artes Marciales,
(Donde se invocan poderes sobrenaturales con expresiones que a veces
simulan ser alaridos que, se nos dice, sirven “para expulsar el aire”) Control
Mental, Dinámicas Mentales, Parakinesis, Telekinesia, Hechicería, Percepción
Extrasensorial, mientras que la rama del conocimiento del ocultismo,
incluye: Astrología, Escritura automática, Canalización (Esto es:
aprendizaje mediante la meditación, de buscar un espíritu guía para
canalizar, es decir: expresar.) Clarividencia, Bolas de Cristal,
Diagnosis por medio del Péndulo, Terapia del color, Clariaudiencia, Vara de
adivinar, Vara buscadora de aguas subterráneas, Análisis de la escritura,
Horóscopos, Cábalas, Lecturas de las palmas de las manos, Mediums, Lectura
de la mente, Numerología, Tarot, Sesiones espiritistas, Lectura del té o
del café, Telepatía, Frenología y toda clase de libros de ocultismo.
Nosotros no tenemos por qué tener libros de ocultismo en nuestras casas, ni
leerlos; los libros de ocultismo, así los leamos bajo el barniz de “querer
enterarnos de fórmulas del enemigo para combatirlo mejor”, son puertas
abiertas.
Hay un párrafo que deberíamos dedicar a falsos
cultos religiosos. Y debería nombrarlos sin más trámite, pero hay códigos
en jurisprudencia que no me lo permiten. LO tengo que respetar y sujetarme
a esas reglas. Soy un embajador del reino de Dios pero viviendo en un
sitio, cualquiera sea, que tiene sus leyes. Y mientras esté aquí tendré que
respetarlas. Pero le digo algo: ¿Cuál es la referencia standard del
creyente? La Biblia. ¿Qué necesitamos para interpretar la Escritura? La
revelación, ayuda y guía del Espíritu Santo de Dios. Quien quiera que diga
necesitar de otro libro para interpretar la Biblia, ANATEMA. A la Biblia no
podemos agregarle ni quitarle nada y todo lo que está más allá de ella, es
falso. Anote estos tres conceptos: 1)= Lo que no es de Dios, se reconoce
porque no nos proporciona paz. 2)= Todo lo que no está avalado por la
Palabra, no es de Dios aunque parezca muy bueno. 3)= Nosotros no necesitamos
jugar con fuego.
Vamos ahora a la rama suplementaria del
ocultismo. Los objetos físicos. Nuestra casa tiene que estar limpia. Las
paredes de nuestra casa tienen que estar limpias. No estoy diciendo que
haya que pintarlas de blanco, lo que digo es que no podemos tener colgados
en ellas cuadros que inviten a la entrada de demonios a la casa: Amuletos,
Hank (Que es una especie de cruz con una gota arriba) Piedras
preciosas o imitaciones relacionadas con su fecha de nacimiento, Cristales,
(Estos son generalmente pirámides y, en esta época, su venta es casi masiva
merced a un fructífero trabajo promocional “para la buena suerte” de la
Nueva Era) Talismanes, Música Rock, Ouijas, Fetiches, Trabajos de
Brujería. (Estos son colgantes, prendedores, cintas, etc.)
Cuenta un conocido hombre de Dios con relación
a esto, que cierto pastor le comentaba que en su congregación los
encargados de servir la Santa Cena descubrieron que, al extender la mano a
los asistentes para recibir el pan o la copa de vino, en muchas muñecas
habían podido observar cintas rojas o de las otras, de procedencia
afro-brasileñas. Se venden bajo el pretexto y la muletilla de, reitero, la
buena suerte, con la premisa de no quitarlas hasta que no se pudran y se
salgan solas, esto “para que haga efecto”, y muchos que ignoran estas
cosas, (O conociéndolas se resisten a creerlas) se enganchan. Hay dos cosas
que quiero decir con respecto a las cintas rojas en cualquiera de sus
expresiones: las de pulseras, las que se cuelgan en automóviles, motos o
bicicletas. Tienen relación directa con el culto de San la Muerte, aunque
se compren pensando en la buena suerte. La otra: alguien que anda con una
cinta roja porque eso le trae buena suerte, es alguien que le anda diciendo
permanentemente al diablo: ¡Tengo miedo! ¡Tengo miedo!
(Deuteronomio
18: 10-13)= No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por
el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni
hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos.
Porque es abominación
a Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Jehová
tu Dios echa estas naciones de delante de ti. Perfecto serás delante de
Jehová tu Dios.
Ciertamente: muchas veces cuando hablamos de
hechiceros, adivinos, magos y sortílegos, la mente nos viaja y nos parece
que nos estamos refiriendo a personajes de alguna tribu africana, de la
edad media o de algunos monjes del siglo15, pero habrá que aclarar que esto
ocurre hoy y ahora, ¡Y en nuestra mismísima sociedad del siglo 21!
Los encantamientos, hoy día, no se llevan a
cabo mediante oscuros monjes vestidos con negras ropas y capuchones con
punta en forma de bonetes. En los Estados Unidos de América, por ejemplo,
se está llevando a cabo en las escuelas, a través de inocentes juegos, el
desarrollo de técnicas muy modernas de relajación y meditación, propuestas
como recursos extra para asimilar mejor la enseñanza. Le pregunto: A usted,
padre cristiano, que tiene que enviar a sus hijos a una escuela secular
porque no puede hacerlo con otra: ¿Sabe con certeza qué es lo que hacen sus
hijos en esas escuelas hoy día? Los padres de jóvenes que concurren a
escuelas dependientes de organizaciones evangélicas, no tienen este
problema, gracias a Dios. Perdón: no DEBERÍAN tenerlo, ¿Estamos de acuerdo?
En el Nuevo Testamento, hay una escritura que
habla de no comer lo que ha sido sacrificado a los ídolos, ¿Recuerda?
Haciendo historia, se estudia que en aquellos tiempos, había lugares donde
se vendía, (se supone que a un precio mucho más acomodado), la carne de
animales que habían sido sacrificados, y, obviamente, es contra la compra y
el consumo de esa carne que Pablo literalmente encara. Entonces eso nos
hace pensar y decir: “-¡Oh! ¡Está bien! ¡Pero eso era en aquellos tiempos!-“
Cuidado. ¿Sabe usted la cantidad de empresarios que, para tener, dicen,
“buena onda” comercial y éxito económico, siguen puntillosamente y al pie
de la letra, las instrucciones de alguna bruja, vidente, o líder de alguna
religión satánica, africana, asiática o similar, realizando pactos y
sacrificios donde sus productos son entregados a los demonios? ¿Usted me
puede asegurar que sabe eso perfectamente cada vez que coloca un producto
determinado en su mesa y lo consume? Conclusión lógica: Ore siempre por los
alimentos. No sólo para dar gracias a Dios por proveerlos, sino para
liberarlos de todo pacto satánico, de todo rito diabólico, y cúbralos con
la sangre de Cristo santificándolos. Eso, siempre y cuando no sepa nada
concreto, es decir: por las dudas. Ahora, si de un determinado producto
sabe algo concreto al respecto, absténgase de consumirlo. Aunque sea muy
económico y delicioso al paladar.
Contaba un pastor que una noche, estando en el
púlpito de su congregación, tuvo una visión muy clara y real sin estar
dormido, claro está; vio entrar al templo dos demonios con un aspecto
claramente definido. Inmediatamente suspendió su predicación y los
reprendió en el nombre de Jesús. Ellos salieron inmediatamente. Días
después, hojeando una revista de espectáculos, se encontró de cara con
aquellos mismos rostros de los demonios que había visto. Leyó el epígrafe
de la fotografía y se enteró que eso que veía, eran personajes de la
película “La Guerra de las Galaxias”. Comenzó a indagar y llegó a una
conclusión: Quien creó a esos personajes, dibujó lo que “vio” en un “viaje”
producido por el efecto de drogas. Es normal escuchar que quienes se
drogan, tienen alucinaciones. Nosotros, ahora sabemos que no son
alucinaciones.
Hay infinidad de artistas que hacen hoy día
pactos con el diablo para que éste los respalde, sobrenaturalmente, en sus
discos o producciones. Y no piense en ese joven con su cabello teñido de
verde, le estoy hablando, incluso, de artistas latinoamericanos
aparentemente “muy serios” y circunspectos. Y que no le quepan dudas:
también hay argentinos.
(Hechos
19: 19)= Asimismo muchos de los que habían practicado la magia trajeron los
libros y los quemaron delante de todos; y hecha la cuenta de su precio,
hallaron que era de cincuenta mil piezas de plata.
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