viernes, 30 de agosto de 2013

LA BENDICIÓN DEL CONOCIMIENTO





Es innegable que todos sabemos que tener conocimiento y sabiduría conlleva bendición. Sin embargo, hay una palabra que es exactamente la contraria a bendición: Maldición. Y si existe la bendición del conocimiento, también está allí mismo la maldición de la ignorancia. ¿Eso significa que un ignorante está maldito? No. Lo que sí quiero decir, es que la ignorancia o la falta de conocimiento, que es intimidad, suele ser una puerta abierta a las maldiciones, vengan de donde vengan. Y lo podemos probar.
(Deuteronomio 30: 19)= A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante de la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia.
Dios ha puesto delante de nosotros dos opciones. Él ha venido y ha puesto delante nuestro, la vida y la muerte, es decir: ser y vivir en bendición o maldición. El hecho de que nosotros le prestemos atención a esto o no, no las deroga ni las anula. Lo sepamos o no, lo creamos o no, vida, muerte, bendición y maldición, están allí; alguna va a florecer. Sabemos cómo reacciona el mundo secular ante estas cosas; sabemos que hablar de Vida Eterna, de salvación, de perdición, de cielo y de infierno, para la sociedad moderna, equivale a hablar con un idioma cavernícola, digno de tribus ignorantes, místicas y supersticiosas. Imagínese que si así piensa el mundo de esto, qué idea puede hacerse con respecto a bendiciones y, lo que es más increíble todavía: maldiciones.
El problema es cuando esta incredulidad –por falta de conocimiento o peor, de credibilidad de toda la Palabra- alcanza a los creyentes. Muchos pueden ser víctimas de maldiciones sólo porque ignoran que son reales y efectivas, o porque aún sin ignorarlo, decidieron no creer esa parte del evangelio. Y algo que es mucho más delicado todavía: el hecho de que usted ignore el tremendo poder que Dios ha puesto en sus labios para bendecir o maldecir, no cambia el hecho de que sus palabras tengan trascendencia espiritual sobre la vida de otros y aún de su descendencia. Mire la historia: Abraham manda a su siervo que vaya y consiga esposa para su hijo Isaac. Su siervo vuelve con Rebeca que contrae matrimonio con él. De esta unión de Isaac y Rebeca, nacen dos gemelos: Jacob y Esaú. Todos conocen la historia de cómo Jacob, (cuyo nombre significa “impostor”, y sirve par que tengamos cuidado con los nombres que le damos a nuestros hijos “porque están en la Biblia”), mediante engaños suplantó y recibió la bendición que le pertenecía a Esaú.
Todos conocen, también, la historia de Jacob y Labán. Él, Jacob, se comprometió a trabajar siete años para Labán, gratis, a cambio de poder casarse con una de sus hijas: Raquel. Pero Labán, cumplido ese lapso y mediante una treta de la que Jacob, dicho sea de paso, muy inocente no fue, porque no se fijó a la hora de “conocer” a su esposa, le entregó a Lea, su otra hija, a la sazón mayor que Raquel. Esto llevó a Jacob a tener que laburar otros siete años más para, recién entonces y a la usanza de aquellas épocas, poder tener esta vez sí, a la que él quería como esposa: Raquel. Conclusión: se casó con las dos hermanas. Un día, Jacob decide –estando Labán ausente- huir, irse. Toma toda su familia y sus cosas y parte. Dice la Biblia que antes de irse con su marido, Raquel hurta, roba los ídolos de su padre. Cuando Labán descubre la fuga, sale en persecusión de Jacob y lo alcanza. Allí le dice:
(Génesis 31: 26)= Y dijo Labán a Jacob: ¿Qué has hecho, que me engañaste, y has traído a mis hijas como prisioneras de guerra? ¿Por qué te escondiste para huir, y me engañaste, y no me lo hiciste saber para que yo te despidiera con alegría y con cantares, con tamborín y arpa? Pues ni aún me dejaste besar a mis hijos y mis hijas. Ahora, locamente has hecho. Poder hay en mi mano paa haceros mal; mas el Dios de tu padre me habló anoche diciendo: guárdate que no hables a Jacob descomedidamente. (¿Cuántos se dan cuenta que la misericordia de Dios había provisto de un sueño para Labán, a los fines de impedirle que hablara mal a Jacob?)
(Verso 30)= Y ya que te ibas, porque tenías deseo de la casa de tu padre, ¿Por qué me hurtaste mis dioses? Respondió Jacob y dijo a Labán: Porque tuve miedo; pues pensé que quizá me quitarías por fuerza a tus hijas. Aquel en cuyo poder hallares tus dioses, no viva; delante de nuestros hermanos reconoce lo que yo tenga tuyo, y llévatelo. Jacob no sabía que Raquel los había hurtado.
Y después la historia se va de este asunto y deriva en otros sucesos, pero fíjese una cosa: que ignorando que Raquel se había traído esos ídolos, Jacob abre su boca en maldición: Aquel que te robó tus dioses, no viva, dice. O sea: que se muera el ladrón. Este pasaje muestra, esencialmente, el poder gigantesco que hay en la lengua. Proverbios 18:21 dice que La muerte y la vida están en poder de la lengua. El caso es que Raquel escondió los ídolos, no los devolvió a su padre Labán y se los llevó con ella. Obviamente, de esto no le comentó absolutamente nada a Jacob. Lo dicho por Jacob, entonces, Que no viva quien los tenga, quedó en pie.
(Génesis 35: 16)= Después partieron de Bet-El; y había aún como media legua de tierra para llegar a Efrata, cuando dio a luz Raquel, y hubo trabajo en su parto. Y aconteció, como había trabajo en su parto, que le dijo la partera: no temas, que también tendrás este hijo. Y aconteció que al salírsele el alma, (pues murió), llamó su nombre Benoni; mas su padre lo llamó Benjamín. Así murió Raquel, y fue sepultada en el camino de Efrata, la cual es Belén.
Aquí vemos el efecto de aquella primaria y casi olvidada maldición. Es muy probable que ni Jacob que la pronunció, ni Labán y la propia Raquel que la oyeron clarita, recordaran el suceso. Jacob no sabía. No; no sabía. Ni se imaginaba. Pero eso no significó obstáculo para que su maldición fuera efectiva y terminara con la muerte de Raquel.
(Proverbios 11: 9)= El hipócrita con la boca daña a su prójimo; mas los justos son librados con la sabiduría.
En otra versión, este pasaje dice: Mas los justos son librados con el conocimiento. Por si ya se ha olvidado, le hago recordar lo que se puntualiza en el inicio de este estudio: La Bendición del Conocimiento. ¡Ah! ¡El título! Sí, el título, pero además la verdad, que no es poca cosa.
(Proverbios 12: 18)= Hay hombres cuyas palabras son como golpes de espada; mas la lengua de los sabios es medicina.
La suma de estos dos pasajes, nos está dejando en evidencia que la sabiduría cuando está puesta en la boca de los hombres, se vuelve medicina. Tal vez usted no alcanza a ver con claridad qué es lo que esto significa. Bien; le explico: ¿Quiere un sinónimo claro y concreto de la palabra MEDICINA? Le doy dos: Salud y Vida.
(Proverbios 15: 4)= La lengua apacible es árbol de vida; mas la perversidad de ella es quebrantamiento de espíritu.
(Proverbios 18: 21)= La muerte y la vida están en poder de la lengua, y el que la ama comerá de sus frutos.
(Proverbios 26: 2)= Como el gorrión en su vagar, y como la golondrina en su vuelo, así la maldición nunca vendrá sin causa.
La Maldición es aquella circunstancia espiritual que consiste en una barrera, o un lazo, o una atadura invisible que ata a la persona con el objetivo de impedirle dos cosas: 1) Le impide VER la bendición de Dios. 2) Le impide RECIBIR la bendición de Dios. De allí se puede entender por qué es que quienes están bajo alguna maldición no sólo no lo saben, sino que tampoco lo aceptan sencilla y fácilmente. Porque no lo pueden ver. Es indispensable que la Palabra de Dios alumbre nuestros ojos para que lo veamos, y entonces procedamos a hacer algo al respecto: venir en contra de esa maldición, cancelarla, romperla, revocándola, aprendiendo a revertirla, convirtiéndola en una bendición de Dios. Las bendiciones, por el contrario, son la parte del plan de Dios para que nosotros podamos recibir o desatar en nuestras vidas el plan perfecto de nuestro Señor para nosotros.
(Efesios 1: 3)= Bendito sea el Dios y Padre de Nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo.
Esto quiere decir que Dios ya nos bendijo y con toda bendición espiritual; en los lugares celestiales. ¿Cuáles bendiciones? ¿cuántas? Todas. Dios hizo provisión de todas las bendiciones. Bendición en su familia, en su corazón, en su mente, en su cuerpo, en su trabajo, en todo. Pero hay factores invisibles que traen esas bendiciones o impiden que vengan. Una de las causas que nos dejan vulnerables a una maldición, es la adoración de falsos dioses.
(Éxodo 1: 3)= Y habló Dios todas estas palabras, diciendo: yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre.
No tendrás dioses ajenos delante de mí.
No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que está arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.
No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen.
Fíjese: al hecho de fabricarse un ídolo, Dios lo llama: ME ABORRECEN. Dijo alguna vez ese bendecido hermano llamado Derek Prince ilustrando este pasaje, que: Si usted agarra una cucaracha, y la pega en un cuadro, y le pone debajo a modo de título: “Derek Prince”, ¿Cómo se supone que me sentiré yo cuando lo vea? La Palabra dice que las maldiciones trascienden el tiempo y pueden alcanzar hasta una, dos, tres, cuatro y diez generaciones. Pero hay una buena noticia: también dice la Palabra que las bendiciones trascienden el tiempo y pueden alcanzar hasta mil generaciones.
(Romanos 1: 20)= Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa.
Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido.
Profesando ser sabios, se hicieron necios, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y reptiles.
Ahora bien: ¿Cómo lleva el diablo a la gente de Dios a los ídolos? ¿Cómo hace algo tan aparentemente improbable? El ocultismo es el camino que él usa para engañar al hombre y envolverlo, hasta llevarlo a la adoración de otros dioses distintos al Señor. Y el ocultismo tiene tres ramas. En realidad, serían dos, pero las vamos a dividir en tres para hacer una especial con objetos, a los fines de que nadie se quede sin entender esta cruda y hasta triste realidad. Una realidad que muchos se empecinan en no querer ver. Y no hablo de los que no ven, hablo de los que no quieren ver que no es lo mismo.
Las dos ramas básicas por las que el diablo suele llevar a la gente a los ídolos, son: la rama del conocimiento y la rama del poder. En la primera, el objetivo es aprender para conocer, y en la segunda, el hacer, el ejercer ese conocimiento. La Hechicería es la rama del poder que tiene el ocultismo, porque por medio de la Hechicería se llega al dominio de las personas. Porque la Hechicería es aquello que se hace, sea por manipulación o intimidación, para dominar la voluntad de las personas o las circunstancias.
La Hechicería. La Palabra dice que la rebelión es como pecado de Hechicería, porque son factores ligados. La rebelión, la rebeldía, la desobediencia, todas traen la maldición. La bendición viene por obediencia y la maldición por desobediencia. Entonces veremos que hay tres fuentes de maldiciones: 1)= Las que provienen del diablo mismo, y que él despliega utilizando a brujos y hechiceros. 2)= Las que provienen de nosotros mismos, cuando usamos irresponsablemente nuestra boca, ya que en nuestra boca, ya que en nuestra boca sabemos que hay poder para dar vida y para dar muerte. 3)= Las maldiciones que traemos sobre nosotros mismos por nuestra desobediencia a Dios.
La Hechicería es la expresión de la naturaleza corrupta, rebelde, de la humanidad sin Dios, de la humanidad en su estado caído. Gálatas 5:20 dice que es una obra de la carne, pero esta obra de la carne es la puerta que el enemigo usa para poder entrar. O sea: Lo que el enemigo usa, es el deseo que la gente tiene de dominar a otra gente. Se da en el liderazgo de grupos, amistades, matrimonios, política, economía, deportes... y la iglesia, obvia y naturalmente también. Es una puerta por la que pueden entrar demonios a dominar a estas personas y a las demás a través de ellas. Por eso el diablo siempre apunta a quienes ostentan algún poder. Él no se conforma con dominar a dos o tres; él quiere dominar grupos, pueblos, naciones.
La otra rama de lo oculto que es la del conocimiento, trata con la adivinación. Aquí se trata de obtener conocimiento por medios que no son normales ni naturales. La forma más común es la adivinación del futuro: leerle las palmas de las manos, leer el té, la borra del café, el Tarot, la Tabla Ouija, tirar las cartas, son formas de averiguar o adivinar el futuro. Esta rama, llamada SORTILEGIO, ofrece conocimiento sobrenatural del futuro y aquí se incluye toda falsa revelación religiosa que dice tener una fuente sobrenatural.
Esto que voy a decir es duro y es triste, pero; ¿No hemos visto muchos de nosotros, alguna vez, a cristianos buscando revelación en fuentes que no son la Biblia? Así es como han nacido infinidad de cultos que, llamándose cristianos, en el fondo, terminan por negar la deidad de Cristo para derivarla hacia otras fuentes. Aquí es donde Satanás explota y usa el deseo carnal del hombre de Traspasar las fronteras de la Biblia para ir en búsqueda de un conocimiento que esté más allá de ella.
Ahora que tenemos las dos ramas básicas bien definidas, vamos a hablar de una serie de cosas, de una categoría de cosas que caen dentro de esas ramas. Obviamente, estas cosas que yo voy a mencionar, son abominación para Dios, son prohibidas para el creyente. No se sienta usted condenado, siéntase mejor alertado para el arrepentimiento, para el perdón, para la limpieza y, fundamentalmente, para la liberación
La rama del poder de lo oculto, incluye: Acupuntura, Acupresión, Proyección Astral, Hipnosis, Levitación, Artes Marciales, (Donde se invocan poderes sobrenaturales con expresiones que a veces simulan ser alaridos que, se nos dice, sirven “para expulsar el aire”) Control Mental, Dinámicas Mentales, Parakinesis, Telekinesia, Hechicería, Percepción Extrasensorial, mientras que la rama del conocimiento del ocultismo, incluye: Astrología, Escritura automática, Canalización (Esto es: aprendizaje mediante la meditación, de buscar un espíritu guía para canalizar, es decir: expresar.) Clarividencia, Bolas de Cristal, Diagnosis por medio del Péndulo, Terapia del color, Clariaudiencia, Vara de adivinar, Vara buscadora de aguas subterráneas, Análisis de la escritura, Horóscopos, Cábalas, Lecturas de las palmas de las manos, Mediums, Lectura de la mente, Numerología, Tarot, Sesiones espiritistas, Lectura del té o del café, Telepatía, Frenología y toda clase de libros de ocultismo. Nosotros no tenemos por qué tener libros de ocultismo en nuestras casas, ni leerlos; los libros de ocultismo, así los leamos bajo el barniz de “querer enterarnos de fórmulas del enemigo para combatirlo mejor”, son puertas abiertas.
Hay un párrafo que deberíamos dedicar a falsos cultos religiosos. Y debería nombrarlos sin más trámite, pero hay códigos en jurisprudencia que no me lo permiten. LO tengo que respetar y sujetarme a esas reglas. Soy un embajador del reino de Dios pero viviendo en un sitio, cualquiera sea, que tiene sus leyes. Y mientras esté aquí tendré que respetarlas. Pero le digo algo: ¿Cuál es la referencia standard del creyente? La Biblia. ¿Qué necesitamos para interpretar la Escritura? La revelación, ayuda y guía del Espíritu Santo de Dios. Quien quiera que diga necesitar de otro libro para interpretar la Biblia, ANATEMA. A la Biblia no podemos agregarle ni quitarle nada y todo lo que está más allá de ella, es falso. Anote estos tres conceptos: 1)= Lo que no es de Dios, se reconoce porque no nos proporciona paz. 2)= Todo lo que no está avalado por la Palabra, no es de Dios aunque parezca muy bueno. 3)= Nosotros no necesitamos jugar con fuego.
Vamos ahora a la rama suplementaria del ocultismo. Los objetos físicos. Nuestra casa tiene que estar limpia. Las paredes de nuestra casa tienen que estar limpias. No estoy diciendo que haya que pintarlas de blanco, lo que digo es que no podemos tener colgados en ellas cuadros que inviten a la entrada de demonios a la casa: Amuletos, Hank (Que es una especie de cruz con una gota arriba) Piedras preciosas o imitaciones relacionadas con su fecha de nacimiento, Cristales, (Estos son generalmente pirámides y, en esta época, su venta es casi masiva merced a un fructífero trabajo promocional “para la buena suerte” de la Nueva Era) Talismanes, Música Rock, Ouijas, Fetiches, Trabajos de Brujería. (Estos son colgantes, prendedores, cintas, etc.)
Cuenta un conocido hombre de Dios con relación a esto, que cierto pastor le comentaba que en su congregación los encargados de servir la Santa Cena descubrieron que, al extender la mano a los asistentes para recibir el pan o la copa de vino, en muchas muñecas habían podido observar cintas rojas o de las otras, de procedencia afro-brasileñas. Se venden bajo el pretexto y la muletilla de, reitero, la buena suerte, con la premisa de no quitarlas hasta que no se pudran y se salgan solas, esto “para que haga efecto”, y muchos que ignoran estas cosas, (O conociéndolas se resisten a creerlas) se enganchan. Hay dos cosas que quiero decir con respecto a las cintas rojas en cualquiera de sus expresiones: las de pulseras, las que se cuelgan en automóviles, motos o bicicletas. Tienen relación directa con el culto de San la Muerte, aunque se compren pensando en la buena suerte. La otra: alguien que anda con una cinta roja porque eso le trae buena suerte, es alguien que le anda diciendo permanentemente al diablo: ¡Tengo miedo! ¡Tengo miedo!
(Deuteronomio 18: 10-13)= No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos.
Porque es abominación a Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Jehová tu Dios echa estas naciones de delante de ti. Perfecto serás delante de Jehová tu Dios.
Ciertamente: muchas veces cuando hablamos de hechiceros, adivinos, magos y sortílegos, la mente nos viaja y nos parece que nos estamos refiriendo a personajes de alguna tribu africana, de la edad media o de algunos monjes del siglo15, pero habrá que aclarar que esto ocurre hoy y ahora, ¡Y en nuestra mismísima sociedad del siglo 21!
Los encantamientos, hoy día, no se llevan a cabo mediante oscuros monjes vestidos con negras ropas y capuchones con punta en forma de bonetes. En los Estados Unidos de América, por ejemplo, se está llevando a cabo en las escuelas, a través de inocentes juegos, el desarrollo de técnicas muy modernas de relajación y meditación, propuestas como recursos extra para asimilar mejor la enseñanza. Le pregunto: A usted, padre cristiano, que tiene que enviar a sus hijos a una escuela secular porque no puede hacerlo con otra: ¿Sabe con certeza qué es lo que hacen sus hijos en esas escuelas hoy día? Los padres de jóvenes que concurren a escuelas dependientes de organizaciones evangélicas, no tienen este problema, gracias a Dios. Perdón: no DEBERÍAN tenerlo, ¿Estamos de acuerdo?
En el Nuevo Testamento, hay una escritura que habla de no comer lo que ha sido sacrificado a los ídolos, ¿Recuerda? Haciendo historia, se estudia que en aquellos tiempos, había lugares donde se vendía, (se supone que a un precio mucho más acomodado), la carne de animales que habían sido sacrificados, y, obviamente, es contra la compra y el consumo de esa carne que Pablo literalmente encara. Entonces eso nos hace pensar y decir: “-¡Oh! ¡Está bien! ¡Pero eso era en aquellos tiempos!-“ Cuidado. ¿Sabe usted la cantidad de empresarios que, para tener, dicen, “buena onda” comercial y éxito económico, siguen puntillosamente y al pie de la letra, las instrucciones de alguna bruja, vidente, o líder de alguna religión satánica, africana, asiática o similar, realizando pactos y sacrificios donde sus productos son entregados a los demonios? ¿Usted me puede asegurar que sabe eso perfectamente cada vez que coloca un producto determinado en su mesa y lo consume? Conclusión lógica: Ore siempre por los alimentos. No sólo para dar gracias a Dios por proveerlos, sino para liberarlos de todo pacto satánico, de todo rito diabólico, y cúbralos con la sangre de Cristo santificándolos. Eso, siempre y cuando no sepa nada concreto, es decir: por las dudas. Ahora, si de un determinado producto sabe algo concreto al respecto, absténgase de consumirlo. Aunque sea muy económico y delicioso al paladar.
Contaba un pastor que una noche, estando en el púlpito de su congregación, tuvo una visión muy clara y real sin estar dormido, claro está; vio entrar al templo dos demonios con un aspecto claramente definido. Inmediatamente suspendió su predicación y los reprendió en el nombre de Jesús. Ellos salieron inmediatamente. Días después, hojeando una revista de espectáculos, se encontró de cara con aquellos mismos rostros de los demonios que había visto. Leyó el epígrafe de la fotografía y se enteró que eso que veía, eran personajes de la película “La Guerra de las Galaxias”. Comenzó a indagar y llegó a una conclusión: Quien creó a esos personajes, dibujó lo que “vio” en un “viaje” producido por el efecto de drogas. Es normal escuchar que quienes se drogan, tienen alucinaciones. Nosotros, ahora sabemos que no son alucinaciones.
Hay infinidad de artistas que hacen hoy día pactos con el diablo para que éste los respalde, sobrenaturalmente, en sus discos o producciones. Y no piense en ese joven con su cabello teñido de verde, le estoy hablando, incluso, de artistas latinoamericanos aparentemente “muy serios” y circunspectos. Y que no le quepan dudas: también hay argentinos.
(Hechos 19: 19)= Asimismo muchos de los que habían practicado la magia trajeron los libros y los quemaron delante de todos; y hecha la cuenta de su precio, hallaron que era de cincuenta mil piezas de plata.

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