Me contó un amigo recientemente, que unos individuos
que se encontraban en el parque de Calzada y K en la barriada del Vedado, también
conocido como parque de la “Funeraria Rivero”, le preguntaron sobre la Sección
de Refugiados de la Oficina de Intereses de los Estados Unidos.
Él les
respondió que era opositor y que les iba a orientar.
Ellos le
replicaron: - Nosotros somos “Testigos de Jehová” y no nos metemos en nada de
política. Él les dijo:
- Si Uds. no se meten en nada de política, entonces ¿qué es lo que van a
hacer a “Refugiados”?
El apóstol Pablo en su carta a los filipenses les
exhorta:
Solamente procurad que vuestra conducta*como ciudadanos sea digna del evangelio
de Cristo, de manera que sea que yo vaya a veros o que esté ausente, oiga
acerca de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu, combatiendo juntos y
unánimes por la fe del evangelio y no siendo intimidados de ninguna manera por
los adversarios. Para ellos esta fe es indicio de perdición, pero para vosotros
es indicio de salvación; y esto procede de Dios. (Filipenses 1:27-28)
A través de la ideologización en todos los niveles
de la enseñanza y en los círculos de estudios políticos de las organizaciones
políticas y de masas, se le ha querido hacer creer a la mayoría de los cubanos
que cualquier ideología que desacuerde con la oficialista es
“contrarrevolución”, por tanto la palabra política es aún tabú para una gran
mayoría de cubanos y mucho más en la iglesia para cualquier feligrés.
Todo esto es contrario a la enseñanza bíblica, pues
en esta porción de las Escrituras la palabra conducta traducida aquí del griego se deriva de la palabra
“política” y la misma conlleva la idea del cumplimiento de los deberes de todo
ciudadano.
Si analizamos la palabra rey (del latín rex, regis) según
el Gran Diccionario de la Lengua Española vemos:
“Monarca o príncipe soberano de un reino o estado:
el rey carece de poderes políticos en las monarquías constitucionales”.
El rey, según este concepto, solamente carece de
poderes políticos en las monarquías constitucionales pero no en la monarquía
celestial donde Jesucristo es Señor de señores y Rey de reyes y los que están
con él son llamados, elegidos y fieles." (Apocalipsis 17:14 b)
Pablo animaba a los creyentes a estar unidos en una
política digna a estar "firmes en un mismo espíritu y combatir unánimes
por la fe". Hace falta una iglesia con valor para resistir en la lucha y
mantener el propósito común de servir a Cristo.
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