Por: Pr
Manuel A Morejón Soler El
Vedado, La Habana.
Todo cuanto
sepamos acerca de la Biblia no es lo que vale para JHVH, sino su
significado y cómo apliquemos su contenido a la vida. Nuestras
palabras serán verdaderamente convincentes, solo cuando reflejemos
el carácter de Jesucristo.
Dicen
las sagradas Escrituras en el libro de “Hechos de los Apóstoles
17:16”, que mientras el apóstol Pablo esperaba en Atenas a los
hermanos en la fe: “su espíritu se enardecía viendo la ciudad
entregada a la idolatría.”
Hoy
sobre los cristianos reposa la misma unción del Espíritu que en
tiempos lejanos reposaba sobre los apóstoles, asimismo el mismo
furor por todo lo que es abominable al Señor.
De
ahí pudiéramos cuestionar: ¿Tenemos acaso que estar de acuerdo con
aquellos que públicamente desafían la Palabra de JHVH amparados
bajo la sombra de sus castrídolos?
Me
llama poderosamente la atención que los pastores cubanos no se
hayan manifestado enardecidamente en contra de la
”PlataformaPastoral Cubana”
que según expresa el artículo del mismo nombre de la periodista de
Granma, Claudia Fonseca Sosa, es una representación del cristianismo
en Cuba.
Me
tomo la atribución de aseverar que los Movimientos Apostólicos.
Iglesias Independientes y aún muchas denominaciones que pertenecen
al Consejo de Iglesias e inclusive a la Iglesia Católica Romana, no
están representadas por la tal Plataforma Pastoral del Muy Reverendo
Oden Marischal.
En
el libro de Gálatas 5:19, queda bien clara la amonestación hacia
los practicantes de la idolatría, las hechicerías y cosas
semejantes a estas, que por tales prácticas no heredarán el reino
de JHVH.
En
cuanto al compromiso de esta “Plataforma” con la causa de ”Los
cinco”,
estimo también que es muy exclusivista al hacer privilegio sólo por
cinco presos cuando la Biblia sin excepción nos exhorta a no
olvidarnos de los presos en general (Mateo 25:36), como si
estuviéramos presos en unión con ellos; así como de los
maltratados como si también nosotros mismos estuviéramos en sus
cuerpos. (Hebreos 13:3)
No
se debe olvidar nunca que cuando
nuestro Señor Jesucristo venga en su gloria y todos los santos
ángeles con Él, entonces se sentará en su trono de gloria y
juzgará a todas las naciones.
Y
el Rey de Gloria sancionará: “Apartaos de mí malditos, al fuego
eterno preparado para el diablo y sus ángeles. De cierto os digo que
cuanto hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo
hicisteis. (Mateo 25:41)
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