El Evangelio de
Judas (se hizo publico el 06 de Abril/ 2006)
Estando Jesús
reunido con sus discípulos, le preguntó Santiago:"Maestro, ¿qué debemos hacer para comprender mejor su
Mensaje".
El Maestro
dijo:
"Alrededor del Sol, hay muchos Planetas y cada uno de
ellos ocupa su lugar y su distancia entre ellos y el Sol y entre los
demás Planetas; así vosotros deberéis ocupar vuestro lugar y distancia
alrededor del Sol, procurando no estar ni demasiado cerca, ni demasiado lejos.
Y entre Ustedes, mis discípulos,
esto debe ser
en equilibrio, permitiendo así,
como los Planetas, que cada uno reciba únicamente lo que necesite para su
propia sobre vivencia; habiendo concordancia en "la Luz que viene del Sol y Luz
que viene del Padre".
En este
momento interrumpe Judas y le dice: "Maestro, sabemos que Usted es el
Enviado del Padre, pero a nosotros ¿Quién nos ha enviado?".
Contesta el
Maestro:
"Mi
Padre me ha enviado a Mí para enseñar a vosotros; mi Padre los ha enviado para
que me escuchen".
La
Parábola
de quien da y de quien recibe, es
semejante a una semilla que cae en la tierra, nace, crece y fructifica y su
fruto le es dado a quien sembró la semilla; así como Yo hago de mi Padre,
vosotros también deberéis hacer "la Voluntad
de mi Padre, porque con vosotros somos UNO".
Dice Judas:
"Entendido, Maestro, pero, ¿si yo hago lo que Usted me enseña, ya lo es
todo?".
Responde el
Maestro:
"Lo que
Yo te enseño es para que tú lo vivas y así puedas llegar como Yo he llegado, a
hacer "la Voluntad
de mi Padre".
Judas,
mostrando un poco de impaciencia, vuelve y replica : "Yo estoy haciendo lo
que Usted me enseña, ¿indica esto que ya soy UNO con Usted?".
Contesta el
Maestro:
"Nosotros
somos UNO, como mi Padre es UNO conmigo, pero tú no puedes todavía hacer lo que
Yo hago, porque el Sol alumbra a todos sus Planetas, pero los Planetas, ni aún
todos reunidos, podrían dar ni una décima
parte de Luz hacia el Sol; por
eso es necesario que vosotros os convirtáis en vuestro propio Sol, en vuestra
propia Luz, y así alumbrándose y alumbrando a otros, le corresponderíamos con
nuestra Obra a mi Padre que me ha enviado".
"Porque,
sepan Ustedes, que las tinieblas no son más que partes que no están integradas
con "la Voluntad"
de quien me envió. Las tinieblas están en quien tiene parte con ellas, por eso
hay que dar a la Tierra
lo que es de la Tierra;
a las aguas lo que es de las aguas; al aire lo que es del aire; al fuego lo que
es del fuego y a lo que es de EL
"Así,
vosotros comprenderéis que ni siquiera estas carnes que tenemos, estos huesos
que tenemos, esta sangre que tenemos, esta mente que tenemos, nos pertenece; sólo nos pertenece, por herencia
de mi Padre, la Luz
que os doy con mi Palabra. Por eso he dicho:
“Que la
tierra y los cielos pasarán, más mi Palabra no pasará".
"Porque la Palabra me la ha dado mi
Padre para que ELLA lleve la Luz
que a vosotros os falta y puedan ser UNO conmigo, y YO seré UNO con mi
Padre".
Continuando,
el Maestro dice a sus Discípulos:
"¿Qué
creen Ustedes que debemos hacer para que el mundo nos comprenda?".
Cada uno de
ellos emitió su criterio. Judas replicó: "Yo creo que el mundo poco a poco entenderá cuál es nuestro
propósito".
El Maestro,
dijo:
"Judas,
tú lo has dicho, pero dime ¿cuál es nuestro propósito?".
Judas guardó
silencio. El Maestro volvió a interrogar: "Judas Iscariote, ¿cuál es
nuestro propósito?".
Judas,
levantando la mirada, le dijo: "Señor,pienso que nuestro propósito es
enseñar a la gente a hacer la
Voluntad de quien le envió".
El Maestro,
mirando las estancias que habían a su alrededor, dijo:
"Un
rebaño de ovejas no obedecen a su dueño porque sean de él, porque él
las ha pagado con sus denarios; obedecen a su pastor porque él se hace
amigo de ellas, cuida de ellas, les da alimento y las defiende del lobo".
"Así
vosotros deberéis tener vuestro rebaño, cuidar de él, defenderlo de los lobos,
más comprendedme, Judas, ese rebaño no os pertenece, no lo habéis comprado,
porque él pertenece a quien me envió".
"A ese
rebaño debéis alimentarlo. El día que os propongáis dar alimento a vuestras ovejas, no llevéis en vuestra mano
el látigo, llevad alimento, así este rebaño entenderá que os preocupáis de
alimentarlo; mas cuando sepáis que cerca de vuestro rebaño anda el lobo, salid
y llevad en vuestra mano el látigo
para
espantarlo de las ovejas; y llevad espada para que os defendáis, si fuese
atacado".
Replica
Judas, y dice:
"He
comprendido pero todo el mundo no está en este rebaño".
Contesta el
Maestro, y dice:
"En una
selva nacen muchos árboles de la misma especie, unos crecen demasiado
y sobresalen de los otros; otros escasamente nacen, pero entre todos componen una selva".
"Así
vosotros deberéis comprender que hay que crecer sobre los demás en Espíritu sin
que con esto estemos separando los de menor crecimiento; sólo hace la Voluntad de mi Padre el
que ha crecido y no se deja dar sombra de los demás".
Dice Judas:
"Entendido,
pero, ¿cómo sé si he crecido lo necesario para ya hacer la Voluntad de mi
Padre?".
Replica el
Maestro:
"La Luz se identifica por borrar
las sombras. Las sombras se identifican opacando la Luz".
"Así
vosotros comprenderéis que la
Verdad es mi Padre. Cuando la hayáis encontrado, Ella no os
dejará sombras ni en vuestras mentes, ni en vuestros corazones, por lo tanto,
comprenderéis que YO SOY LA LUZ".
"El que
esté conmigo y me tenga a Mí, no andará a oscuras y así habrá comprendido que,
en la selva, es el árbol que no recibe
sombra de los demás".
"Recuerden
que el viento sopla y mueve las ramas y las hojas del árbol y sólo desprende las
que estén maduras o secas; así ese árbol
queda despejado".
"Así
vosotros comprenderéis que el viento debe llevarse de Ustedes todo lo inútil,
lo que no sirve, para que seáis purificados de todas las inmundicias que recogéis de la tierra".
Estando el
Maestro con sus discípulos parados frente al lago NAGAFEC, dijo:
"Los
peces nadan con suma perfección, pero no pueden volar, ni tampoco
caminar".
Se acerca
Judas y le dice: "¿Qué quieres decir con esto?".
El Maestro
contesta: "Hijos míos, el hombre es el Rey, por lo tanto, debéis aprender
a caminar".
Judas le
dice: "Pero nosotros sabemos caminar".
Contesta el
Maestro:
"Vosotros
camináis porque Yo os he enseñado, porque YO SOY EL CAMINO, nadie llega al
Padre sino por Mí".
"También
vosotros deberéis aprender a nadar como los peces". (Continuará)
1 comentario:
Exelente aporte manuel creo en estas escrituras porque veo a jesus en su verdadera personalidad y no como en la biblia que lo hacen como un religioso mas
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