Los medios han marcado con más
infamia a Judas que su pecado.
Judas ha pasado a la
tradición cristiana por los medios como el traidor por excelencia.
La repulsión
popular e histórica hacia Judas y la antipatía popular hacia el personaje se
expresa fielmente en la lista de los
Evangelios sinópticos de los Doce que llamó Jesús para que estuvieran con Él. El
nombre de Judas siempre aparece al final
en los versos y generalmente con alguna descripción que lo marca con un estigma
infame (ej. “el que le entregó”, Marcos. 3.19; “el que también le entregó”,
Mateo 10.4; “el que llegó a ser el traidor”, Lucas. 6.16; comparar con: Juan.
18.2, 5).
Otra visión sobre Judas.
Lo que no se dice
de Judas, y se debiera decir también, es que antes de entregar a Jesús era
ordenado, aritmético y el más confiable de los discípulos (era el tesorero), entonces
¿cuál fue el pecado que le costó la vida y redención?.
El pecado de muerte
de Judas no fue precisamente el de entregar a Jesús, sino en creer que su
pecado era imperdonable. Si Judas se hubiera arrepentido sinceramente hubiera
disfrutado del gozo del perdón de Dios, porque Dios es mayor que cualquier
pecado.
Estás marcao (á)
En Cuba la injuria
a través de los medios de difusión es una práctica mefistofélica utilizada para arruinar la moral de cualquier ciudadano
que sea capaz de enfrentar al generalato verde olivo.
En el lenguaje
popular o argot si te dicen “estas marcao” es como si estuvieras infestado por
una infamia maldita peor que la lepra. Te defenestran del trabajo, te esquiva
hasta la familia, la iglesia oficialista y qué decir de la gente que por miedo
no quieren pasar por lo mismo. Aunque estas acusaciones puedan ser
controvertidas y disputadas, la persona injuriada al no tener acceso a los
medios de difusión, no puede identificarse con su pueblo para darse a conocer y
así defenderse de las acusaciones que les imputan, ni mucho menos litigar ante
el poder judicial, porque este está controlado absolutamente por el general
presidente y su cúpula gobernante.
Un estigma infame
En
el artículo del Sr.Jean- Guy Allard .se tilda
irónicamente a Yoanis Sánchez de “LA ELEGIDA EN CUBA” además de: “Vende patria patentada, Sánchez - que activamente
promocionada por ciertas agencias de prensa internacionales - se hizo rica
gracias al Departamento de Estado con cientos de miles de euros”. (Ver el artículo completo).
Debiera el Sr.Guy Allard como persona decente y aún más si es cristiano, expresar
también que esos cientos miles de euros no son más que el producto de los
lauros internacionales con que ha sido galardonada, mientras que la Dra. Mariela
Castro Espín, con la puerta abierta para entrar y salir del país y con todos los recursos a su favor no ha podido
ni podrá igualar lauros parecidos.
La
desprecio se revierte.
Durante estos 54 años de “Revolución” los medios en Cuba
se han encargado inescrupulosamente de sembrar tanta repulsión en el pueblo,
que ésta ya se ha revertido en contra de ellos mismos. Ya la indignación de las
mujeres en Cuba no es doméstica, está en las calles pese a la represión brutal y
sería una felonía deshonrar no solo a Yoanis porque agrediéndola a ella se
ataca a todas las mujeres que no temen enfrentarse a los energúmenos
financiados con el tesoro público para reprimir y sostenerse en el poder.
El
que empuja no se da golpes.
Se expone claramente en este artículo que la dictadura
está tan agrietada moralmente que ya no puede contar con alguien quien pueda
refrenar ni con brutalidades a esta sencilla mujer y ahora tiene que solicitar
los servicios de intrusos foráneos para que publiquen en el Órgano Oficial del
Comité del Central del Partido Comunista de Cuba sobre alguien a quien ni
conocen.
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