Entonces el SEÑOR DIOS, formó al hombre del polvo de
la tierra, y sopló en su nariz el aliento
de vida; y fue el hombre un ser viviente. (Génesis 2:7)
Durante una sangrienta batalla, cuentan sobre de uno
de los jefes que combatía y que cayó herido, que cuando sus soldados lo vieron
caer vacilaron un momento, dando una gran ventaja por ello al enemigo. El viejo
caudillo al ver lo que acontecía se incorporó y aunque la sangre manaba de sus
heridas gritó: - ¡No estoy muerto hijos míos estoy vivo, levanten bandera y
alcancen la victoria!
Estas palabras sirvieron de incitación a los
soldados, llevándolos a hacer esfuerzos casi sobrehumanos para alcanzar el
triunfo.
Afligidos en todo, pero no agobiados, perplejos,
pero no desesperados, perseguidos, pero no abandonados; derribados, pero no
destruidos. (2
Co 4:8-9)
¿Quién
es el enemigo?
El hombre es belicoso por naturaleza pero si no
tiene bien definido al enemigo se la pasará constantemente contendiendo tanto
con amigos como con enemigos.
En el mundo espiritual hay solamente dos constantes
bien definidas bíblicamente: Dios y Satanás, respectivamente El Bien y la vida;
el mal y la muerte.
El
desaliento y la aflicción son para muerte.
Aunque Dios hace posible que "todas las
cosas" sean para nuestro bien esto no significa que todo lo que nos pasa
es bueno. Lo malo sigue prevaleciendo en nuestro mundo caído, sin embargo Dios
es capaz de cambiar todas las circunstancias a nuestro favor. Tenga presente
que Dios está ocupado principalmente en que podamos cumplir SUS propósitos en
esta vida para la eternidad. (Romanos 8:28).
Cuando nuestras fuerzas flaquean y nuestros corazones
están apesadumbrados, Jesucristo nos dice:
“He aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta
el fin del mundo.” (Mateo
28:20)
Si no podemos estar personalmente en la batalla, no
debemos desalentar a los que están combatiendo.
2 comentarios:
¿Qué, pués, diremos a estos? Si Dios es por nosotros,¿quién contra nosotros. Romanos 8:31
Gracias hermano por tu amén , porque es aliento de vida para seguir levantando bandera. Jesucristo te bendiga.
Pr M Morejón
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