lunes, 18 de abril de 2011

“LOS CASTRO ENSEÑAN SUS MÚSCULOS”


Pr. Manuel A Morejón Soler. Vedado, La Habana, abril del 2011, (PD) imorejon@yahoo.es




                                                                                                                                                              Mas os digo, amigos míos: No temáis a los que matan el cuerpo, y después nada más pueden hacer. Evangelio según Lucas 12:4

Recientemente alguien muy cercano me refirió esta experiencia:

- Después de salir de la Oficina de Intereses de los Estados Unidos, cuando me dirigía hacia la casa, percibí un individuo que caminaba paralelamente a la acera por donde yo transitaba y que insolentemente iba describiéndome a través de algún micrófono situado en el cuello de su camisa e informaba hacia donde me dirigía. Caminaba entonces por la calle K en dirección a la heladería Coppelia en el capitalino barrio del Vedado, cuando llegué a la Ave 23 crucé esta para dirigirme a la CADECA (casa de cambio), situada al lado de la cafetería. Al llegar pregunté por el último de la fila, entonces cogí mi turno para hacer un cambio de 5 CUC.

Escasamente habían transcurrido unos minutos cuando alguien me pidió el último y casi inmediatamente comenzó a manifestar su disgusto hacia los gobernantes, pero expresó también que había combatido en la guerra de Angola y que había sido gravemente herido. (Si este era un provocador o sentía verdaderamente lo que decía, yo no lo sé).

En tanto escuchaba atentamente cuanto el ex-combatiente decía, llegó alguien que sin solicitar turno se paró como un poste a tres metros de donde estábamos nosotros y como si no estuviera mirando a nadie, lo miraba todo; parecía un zombi bajo el Sol ardiente del mediodía, actuación que solo los testaferros de poca monta tienen que hacer para agradar a sus amos.

Después de oír un rato me presenté y le indagué al ex-combatiente: - ¿Qué está haciendo Ud. para cambiar esto? Entonces con un lenguaje extra verbal exagerado y una mirada tímida me señaló hacia el “zombi” y me dijo: - Oye esta gente lo sabe todo, lo tienen penetrado todo. Y me enseñaba una foto de: “Las Damas de Blanco” (cortesía de Carlos Serpa Maceira, el agente Emilio para la Seguridad del Estado), en una revista Miscelánea que momentos antes le había obsequiado.

Entonces le repliqué: - A mi me es muy difícil admitir que Ud. no tuviera temor en haber ofrendado su vida en una guerra que nada tenía que ver con Ud. y sin embargo tiene miedo de hacer uso de su derecho de opinión enfrentándose a lo mal hecho por quien quiera que sea. Solamente le puedo asegurar que si Ud. no dobla su espalda no se le pueden montar arriba.

Entonces me preguntó: - ¿Cuál es su iglesia para ir a ella? Y le entregué mi tarjeta.

Fuerza: es un substantivo femenino que indica la interacción entre dos cuerpos que cambia o tiende a cambiar cualquier relación física entre ambos. También indica vigor, potencia, capacidad de acción o resistencia física o moral, actividad, energía o también intensidad. De igual modo la fuerza muestra la autoridad del Estado, de la ley y de las Fuerzas Armadas.

“Excelente es tener la fuerza de un gigante; pero usar de ella como un gigante es propio solo de un enano”. (Shaquespeare)

¿La Revista Militar exhibida en la inauguración del VI Congreso del PCC, fue acaso para hacer gala de la técnica militar o no fue también un alarde de fuerzas dirigido a la oposición pacífica existente hoy en Cuba para seguir amedrentando a los que tienen una opinión diferente a la oficialista?

El hacer gala de fuerza es una acción que aparentemente no pretende hacer daño alguno, no es ni por vencer, sino por el mero deseo de adquirir conciencia de su fuerza. El rey David ordenó un censo para hacer gala de sus fuerzas, lo cual desagradó a Dios (1ª Cr 21:1- 7). El hacer un espectáculo de tu poderío, no es más que la debilidad de tu propia fuerza, porque solamente crees en esta.

“Las voluntades débiles se traducen en discursos; las fuertes, en actos”.



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