En
el Capítulo 21 del libro de Proverbio, versos del 1 al 3, el
Espíritu Santo a través del rey Salomón, alerta a los gobernantes
de que sus acciones están absolutamente bajo Su control. Donde el
resultado final de todo que se haga es conforme al plan Divino de la
justicia de Dios para salvación o de condenación, según las
intenciones ocultas del corazón, que solamente Dios discierne.
Dic el rey Salomón:
“La mente del rey, en manos del Señor,
sigue, como los ríos, el curso que el Señor quiere.
Al hombre le parece bien todo lo que
hace, pero el Señor es quien juzga las intenciones.
Practica la rectitud y la justicia, pues
Dios prefiere eso a los sacrificios. (Proverbio 21: 1-3)
Comentario
En los días de Salomón, los reyes
poseían autoridad absoluta y a menudo se consideraban dioses. Este
proverbio muestra que Dios, no los gobernantes terrenales, tiene la
autoridad final sobre la política mundial.
A pesar de que no se han dado cuenta, los
reyes más poderosos de la Tierra han estado siempre bajo el control
de Dios. (Véase Isaías 10:5-8 para un ejemplo de un rey que Dios
utilizó para sus propósitos.)
La gente puede encontrar una disculpa
casi para todo, sin embargo Dios mira detrás de la excusa en busca
de los motivos del corazón. A menudo tenemos que tomar decisiones en
esferas de la vida donde las buenas acciones resultan difíciles de
discernir.
Nos ayudaría tomar tales decisiones
tratando de identificar los motivos en primer lugar y luego
preguntarnos: "¿Le complacerían a Dios mis verdaderas razones
para hacer esto?" El no se complace cuando hacemos cosas buenas
solo para recibir algo a cambio.
Los sacrificios y ofrendas no son
sobornos que le hacemos a Dios para que no mire nuestras fallas de
carácter. Si nuestros tratos personales y de negocios no se
caracterizan por la justicia, ninguna cantidad de generosidad en el
plato de la ofrenda la compensará.
No hay comentarios:
Publicar un comentario