jueves, 29 de diciembre de 2016

Cubanet



Vivir en Cuba y enfermar de Zika

Una nación no puede ser más saludable que sus ciudadanos
Miércoles, diciembre 28, 2016 | Jorge Ángel Pérez
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LA HABANA, Cuba.- La tierra siempre estuvo habitada por misterios que desde hace tiempo fueron enunciados, incluso, por los herméticos de la antigüedad. En la mayoría de los casos eran verdades que Dios revelaba pero que luego se mantenían en secreto. Debe ser por eso que para los cristianos, y quizá para cualquiera, el misterio es lo incomprensible, eso que realmente existe pero tiene oscuros significados o que sencillamente nos es desconocido.
La enfermedad es uno de esos misterios, aunque todos tengamos la certeza de que alguna que otra vez vamos a enfermar. La vida, la enfermedad, la muerte, e incluso la sanación, son entidades que nos asisten a todos alguna vez; sin embargo nunca estamos preparados para enfermar, siempre nos toma por sorpresa y hacemos de todo para alejarla. Niños, jóvenes y ancianos, somos lo mismo ante ella. No por gusto decía Nietzsche, aquel filósofo que enfermó de sífilis, que esa muerte que podía sorprenderlo a cada instante lo igualaba al hombre más anciano, y hasta llegó a suponer que la enfermedad podía reafirmarlo en la salud, la que no consiguió después de enfermar, al menos no más allá de su filosofía.
Confieso que no me interesa la enfermedad que degrada el cuerpo, ni siquiera me gusta esa enfermedad que, como creía el alemán, puede restablecer en algo la salud. Yo prefiero un alma y un cuerpo saludable. Lo terrible es que no siempre se consigue. Hilvano ahora estas ideas porque he sido visitado por una enfermedad que se ha vuelto común en estos días cubanos.
Hace apenas una semana, parado frente al espejo y dispuesto a afeitarme, descubrí que tenía conjuntivitis y una enorme erupción en el torso; más tarde comprobaría que esa misma explosión de color y de lesiones en la piel que habían invadido mi torso y mi espalda, y que picaban tanto, se hacían acompañar también de dolores en las articulaciones y de un poco de fiebre que iría creciendo con las horas.
Sin dudas algo no andaba bien y me fui al hospital, al más cercano, a la Covadonga. La doctora, con alardosa facundia médica, advertía posibilidades, indicaba exámenes, y exigía de inmediato un ingreso. Ella no tenía dudas. Yo estaba enfermo con el virus del Zika y debía permanecer hospitalizado, al menos diez días, a la espera de que llegara un especialista del IPK para recoger muestras de sangre que serían analizadas allí, en “Medicina Tropical”, y que darían un diagnóstico definitivo.
Una espera que, sin dudas, me haría más vulnerable, que me pondría en contacto con enfermos de dengue y otras rarezas… Fue por eso que me negué a ingresar, aun cuando la médico chillaba descompuesta asegurando que mi irresponsabilidad podía tener implicaciones legales; pero la mayor de las verdades tenía que ver con mi certeza de que yo no era culpable de la enfermedad que me asistía. Los culpables de todo no eran otros que aquel infinito enjambre de mosquitos Aedes que invadieron mi casa, como culpables eran también las instituciones de salud que debían garantizar la fumigación preventiva que hace más de tres meses no se realiza en todo mi entorno, sabiendo ellos que aumentaron en la últimas semanas los casos de Zika, incluso en la población infantil.
Si escribo estas líneas, ahora que me siento mejor, es porque me parece el más grande de los misterios la desfachatez con que se abandonó la fumigación en las zonas de riesgo, que es toda la ciudad, todo el país. Y esa indolencia puede traer fatales consecuencias. La prensa oficial cubana se hizo eco de la enfermedad desde que apareciera en las islas Galápagos, y la alarma se hizo mayor cuando llegó a Brasil, donde hay una población de médicos cubanos que podrían entrar en contacto con el virus. Cada día la televisión y la prensa escrita anunciaban las medidas que se organizaban para evitar la entrada al país de la enfermedad, pero no se consiguió la inmunidad. Alguna vez fue confirmado el primer paciente venido del extranjero, y luego otro, y otro, y finalmente el primer autóctono, y muchos más.
Ahí comenzó, como siempre sucede, la fumigación semanal que implicó, incluso, a 8 500 efectivos del ejército, y estudiantes de medicina, de enfermería, que visitaban las casas buscando síntomas, señales del virus. Y luego sabríamos también de los defectos de la campaña, el propio Ministro de Salud Pública aseguraba que debían estar los funcionarios del Ministerio y de las direcciones a cualquier nivel, chequeando el saneamiento. Y supimos, solo por el cotilleo nacional y no por la prensa, que aquel preparado era muchísimas veces adulterado, y que el petróleo era vendido y hacía ganar enormes dividendos a los encargados de la fumigación.
Y también notamos cómo la profilaxis no contemplaba, la mayoría de las veces, a los salideros de esa agua que se estancaba en la calle y en todas las ciudades y pueblos y en cualquier asentamiento, ofreciéndose como un medio idóneo para la cría fatal. El estancamiento y la aparición de las aguas albañales es cada vez mayor en todas las ciudades, como si se hubiera dado la orden de: “¡En cada cuadra un salidero, en cada barrio un charquito lleno de larvas!” Y se dejó de hablar de Zika, dengue y chikungunya, como si el mal hubiera pasado; pero crecía la población de mosquitos transmisores, y la vehemencia del médico que amenaza si decides no ingresar, si decides exigir, denunciar, el descuido de las autoridades, esa que tienen que garantizar la salud desde la eliminación de los vectores.
¿Cuál es entonces el misterio? ¿Por qué hace meses que no fumigan? Nadie puede responder. Los médicos dicen que lo suyo es la cura y no la prevención. Lo suyo es también la amenaza: “Si no ingresas me firmas esté papelito advirtiendo que es tu decisión y yo salvo mi responsabilidad”, así dicen y se lavan las manos como Poncio Pilatos. Y aumenta el secretismo. ¿Acaso no existen los componentes que lleva una fumigación? ¿Por qué la prensa no explica lo que pasa? ¿Por qué no cuenta sobre el incremento de casos de Zika en las últimas semanas en esta ciudad? El hospital pediátrico del Cerro, conocido como “La católica”, ha destinado tres salas para los menores contagiados, pero nada de eso dice la prensa, y de fumigación mucho menos.
Es por todo eso que descreo del espíritu de contingencia que adoptan en Cuba las autoridades sanitarias, y también de aquel Nietzsche que suponía la aparición de un hombre distinto tras la enfermedad. Él creía que de aquel enfermo nacía un hombre fortalecido, un superhombre, pero yo no lo creo, mejor me voy con quienes suponen que el cuerpo es una representación de lo que subyace en el mundo, y yo diría de lo que subyace en el país. Visto de esa manera, mi cuerpo enfermo es una representación de un país enfermo, o lo que es lo mismo: si yo no estoy sano, mi país no es saludable.


Silver Airways planea reducir sus vuelos a Cuba

A pocos meses de haber abierto las rutas para viajar desde Fort Lauderdale a la isla caribeña
Miércoles, diciembre 28, 2016 | CubaNet
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Avión de Silver Airways (Foto: news-press.com)
Avión de Silver Airways (Foto: news-press.com)Avión de Silver Airways (Foto: news-press.com)
MIAMI, Estados Unidos.- La aerolínea regional estadounidense Silver Airways planea reducir la frecuencia de sus vuelos desde Fort Lauderdale a seis aeropuertos cubanos, de acuerdo a Travel Weekly.
Las reducciones comenzarán en enero en cinco de esas rutas, y en febrero se incluirá la línea a Santiago de Cuba, la segunda ciudad en importancia de la isla caribeña. Los primeros vuelos afectados comprenden los semanales a Camagüey, Cayo Coco, Holguín, Manzanillo y Varadero.
El recorte para las seis ciudades cubanas hará que las frecuencias se reduzcan de 29 a 16, contando todos los aeropuertos.
Silver no es la primera aerolínea en anunciar un recorte de sus capacidades hacia Cuba, tras haberse reiniciado los vuelos comerciales regulares entre el país comunista y los EE.UU. el pasado 31 de agosto. American Airlines anunció el pasado 2 de diciembre que en febrero de 2017 reduciría su servicio a cinco ciudades cubanas, sin incluir La Habana, debido a la baja demanda.


Miércoles, diciembre 28, 2016 | Vladimir Turró Páez
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Iglesia Metodista
Universitaria (Archivo)Iglesia Metodista Universitaria (Archivo)
LA HABANA, Cuba.- La Iglesia Metodista Universitaria de La Habana anunció este martes que ofrecerá una cena gratis para más de mil personas este 31 de Diciembre a partir de las 6:00 p.m., según afirmó el pastor de esa congregación, Lester Fernández Pla.
La noticia fue dada a los feligreses durante un culto de ayuno, en el templo ubicado en calle K número 502 entre 25 y 27 en el Vedado. “No sé cómo van a llegar, ni cómo se van a ir, porque sé que el transporte ese día va a estar imposible, pero les puedo afirmar que la comida estará segura”, dijo el pastor.
La institución planea preparar para ese día un arroz mixto con todo tipo de carnes y mariscos, entre otros alimentos. Algo que hacen todos los años, según se explicó a CubaNet.
Rosa Avilés Carballo, miembro de esta iglesia, dijo además que el pasado 25 de diciembre el templo preparó una cena para 2 500 personas en conmemoración al nacimiento de Jesús de Nazaret.
“Se le dio comida a mucha gente, incluso fuimos hasta el hospital Calixto García y repartimos comidas a los trabajadores, pacientes y a todo el que la necesitó”, explica Rosa, agregando que el menú de ese día fue un bistec de lomo de cerdo, congrí, vianda, ensalada y una lata de refresco.
Culto de ayuno de este martes 27 de diciembre de 2016 (Foto: Vladimir Turró)Culto de ayuno de este martes 27 de diciembre de 2016 (Foto: Vladimir Turró)


El ejército de Venezuela trafica alimentos en época de hambre

General Cliver Alcalá: “Ahora la comida da más que la droga”
Miércoles, diciembre 28, 2016 | Agencias
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Un soldado de la Guardia Nacional vigila camiones que salen del puerto en Puerto Cabello, Venezuela, la ciudad portuaria por la que pasan la mayoría de importaciones de alimentos del país
(foto AP)Un soldado de la Guardia Nacional vigila camiones que salen del puerto en Puerto Cabello, Venezuela, la ciudad portuaria por la que pasan la mayoría de importaciones de alimentos del país (foto AP)
PUERTO CABELLO, Venezuela.- Cuando el hambre hizo salir a las calles a miles de venezolanos el verano pasado, el presidente Nicolás Maduro recurrió al ejército para administrar los escasos alimentos en el país, poniendo a los generales a cargo de todo, desde la margarina hasta el arroz.
Pero en vez de combatir el hambre, el ejército se está lucrando con ella, según una investigación de The Associated Press. Eso es lo que el tendero José Campos encontró cuando se quedó sin alimentos básicos en julio de este año. En medio de la noche, tenía que viajar hasta un mercado ilegal administrado por militares para comprar pallets de harina de maíz a 100 veces el precio fijado por el gobierno.
“Los militares estaban allí pendientes de las bolsas de dinero. Siempre tuvieron lo que necesitaba”, dijo Campos.
Ahora que partes del país petrolero están al borde de la hambruna, el tráfico de alimentos se ha convertido en un gran negocio en Venezuela. Y las Fuerzas Armadas están en el corazón de todo, según documentos y entrevistas con más de 60 funcionarios, propietarios de empresas y trabajadores, entre ellos cinco exgenerales. Como resultado, la comida no está llegando a los que más la necesitan.
El gobierno de Estados Unidos ya tomó nota. Los fiscales están investigando a empresarios y altos funcionarios, incluyendo a efectivos del ejército, por lavado de recursos —por dinero que pasa por el sistema financiero estadounidense— provenientes de los contratos de alimentos, según varias personas con conocimiento directo de las investigaciones.
“Ahora la comida da más que la droga”, dijo el general retirado Cliver Alcalá, quien ayudó a supervisar la seguridad fronteriza.
El fallecido mandatario Hugo Chávez creó el Ministerio del Poder Popular para la Alimentación en 2004 para aumentar el control militar de estos productos ante los intentos de la oposición de derrocarlo. Su gobierno socialista nacionalizó y luego descuidó granjas y fábricas, y la producción doméstica se secó. Cuando el precio del petróleo se derrumbó en 2014, el gobierno ya no tenía recursos para importar todo lo que necesitaba el país.
Cuando el hambre provocó protestas y saqueos, Maduro entregó a los generales el poder total sobre la comida. El gobierno importa ahora casi todos los alimentos del país y los sobornos a los generales están incluidos en los altos precios de las importaciones, según Werner Gutiérrez, profesor de agronomía de la Universidad de Zulia.
“Si Venezuela pagara los precios del mercado, podríamos importar el doble y fácilmente satisfacer las necesidades de nuestra población”, dijo Gutiérrez. En vez de eso hay gente muriendo de hambre.
En julio pasado, un empresario sudamericano tenía un barco lleno de maíz esperando en el puerto. Ya había pagado millones en sobornos a funcionarios venezolanos, indicó él mismo.
El barco “hace 20 días que estaba atracado”, de acuerdo con mensajes de texto que él mandó y que le mostró a The Associated Press.
“¿Cuál es el problema?”, le respondió el general Rodolfo Marco Torres, quien entonces era ministro de Economía y ahora es titular de Alimentación.
Aunque el dinero no se mencionaba, el empresario entendió que necesitaba pagar más sobornos. Al final, le dijo a Marco Torres que tuvo que llevarse el barco porque los gastos estaban subiendo por la demora. El empresario habló a condición de no dar su nombre porque no quería reconocer su participación en el esquema de corrupción.
Él asegura haber pagado 8 millones de dólares a las personas que trabajaban para Marco Torres. Explicó que los vendedores como él pueden darse el lujo de sobornar a los funcionarios porque inflan los precios en la factura que le entregan al estado. Su contrato de maíz de 52 millones de dólares incluyó un sobrecosto de varios millones de dólares, basado en los precios de mercado en ese momento.
El informe anual del Ministerio de Alimentación muestra sobrepagos significativos en general. Esta primavera, la Asamblea Nacional, controlada por la oposición, votó por censurar a Marco Torres por corrupción. Maduro lo rechazó y dijo que intentaban perjudicar al ministerio.
Marco Torres no respondió a los pedidos de declaraciones que le hizo la AP por teléfono, correo electrónico y carta entregada en mano. En el pasado, ha dicho que no se involucrará en peleas con una oposición antipatriota.
El control militar sobre los alimentos vuelve menos probables las sublevaciones de los soldados hambrientos, pero también ha reducido el suministro de comida. Ante los temores de corrupción, los tres principales vendedores de alimentos de Estados Unidos han dejado de vender directamente al gobierno de Venezuela.
Algunos contratos terminan en empresas fantasmas sin experiencia en el sector. Documentos financieros obtenidos por la AP muestran que Marco Torres otorgó a la empresa Atlas Systems International un contrato de 4,6 millones de dólares para importar pasta. Atlas —registrada en Panamá— tiene todas las características de una compañía fachada, por ejemplo sin activos conocidos y una estructura de accionistas difícil de descifrar. Otro proveedor gubernamental de alimentos, J.A. Comercio de Géneros Alimenticios, tiene en su sitio web una dirección inexistente en una ciudad industrial cerca de Sao Paulo, Brasil.
Las dos compañías transfirieron más de 5 millones de dólares a una cuenta de Ginebra controlada por los cuñados del entonces ministro de Alimentación, el general Carlos Osorio, en 2012 y 2013, según documentos bancarios e internos que vio la AP.
Osorio no respondió a las solicitudes de comentarios, pero en el pasado ha desestimado cargos de corrupción como ataques personales de la oposición.
El gobierno socialista dice que toma la corrupción en serio y de vez en cuando arresta a funcionarios de menor rango acusados de robar comida del pueblo.
“El Estado también está obligado a evitar que la corrupción ande campeando en todos los niveles de la administración pública”, dijo hace unos meses el ministro de Defensa, el general Vladimir Padrino López.
Y sin embargo la corrupción persiste desde el puerto hasta los mercados, según decenas de personas que trabajan en Puerto Cabello, a donde llegan la mayoría de los alimentos importados. Los oficiales a veces dejan a los barcos esperando en el mar hasta que se les paga, según un estibador que habló anónimamente porque temía perder su trabajo. El estibador dijo que los clientes le dan sobres de dólares para que se los entreguen a los militares para que sus barcos puedan atracar.
Después de que la mercancía se descarga, los agentes de aduanas toman su parte. Los funcionarios inician el proceso de nacionalización de los bienes hasta que se les paga el equivalente a un salario mínimo mensual, según cuatro empleados de aduanas. Luis Peña, director de operaciones del importador Premier Foods, con sede en Caracas, dijo que paga a una larga lista de funcionarios militares por cada envío que hace de pequeñas empresas en Estados Unidos.
“Es una cadena continua de corrupción desde que los alimentos llegan en barco llega hasta que los transportan en camiones. Al final es el cliente el que paga”, señaló.
Si los importadores tratan de saltarse el proceso sin pagar sobornos, la comida se queda y se pudre, agregó.
Los alimentos echados a perder son un problema a pesar de que 90% de los venezolanos dicen que no tienen suficiente dinero para comida. La solicitud de coimas retrasa los embarques y a veces las autoridades son negligentes con la distribución. El tema de Puerto Cabello provocó reprimendas en el informe más reciente del contralor de la nación.
Cuando la comida se echa a perder, los militares tratan de deshacerse de ella discretamente. El invierno pasado, Daniel Arteaga, un operador de grúas en Puerto Cabello, vio como empleados estatales enterraban cientos de contenedores de pollo, carne y granos podridos.
“Enterraron tantos contenedores de pollo y de carne mientras uno tiene que hacer su cola todas las semanas, y solo te dan un pollo”, agregó. “Me hizo sentir triste, porque el gobierno preferiría perder esta comida en vez de regalarla o venderla”, comentó Arteaga.
Los pagos no se detienen una vez que los cargamentos salen del puerto. Los camioneros deben pasar por puntos de control militar ostensiblemente establecidos para detener a los traficantes de alimentos. Los conductores dicen que la mitad de los oficiales en los puestos de control les cobran.
Al final de la cadena alimentaria, algunos soldados venden alimentos básicos directamente a los negocios. El panadero José Ferreira hace dos cheques por cada compra de azúcar en la ciudad de Valencia: uno por el precio oficial de 2 centavos la libra y otro por el soborno de 60 centavos por cada libra. Ferreira guarda copias de ambos cheques en sus libros, y los vio la AP.
“No nos queda otra opción. No hay sustituto para el azúcar”, comenta.
Los venezolanos sienten que los militares se están llevando la comida de los platos de sus hijos. En Puerto Cabello, Pedro Contreras, de 74 años, caminaba rígidamente en medio del tráfico en una tarde reciente para barrer granos de maíz que caían de los camiones que pasaban traqueteando. Planeaba cocinar esos granos de maíz para su familia.
“El ejército está engordando mientras mis nietos enflacan”, dijo. “Toda la comida venezolana pasa por aquí, pero poca llega a nosotros”.
(AP)


La “psicóloga de Panamá”, nueva miembro del Consejo de Estado

Susely Morfa es también la 1ra secretaria de la UJC nacional
Miércoles, diciembre 28, 2016 | CubaNet
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Raúl Castro, junto a Yuniasky Crespo Baquero (izquierda) y Sucelys Morfa (derecha) (foto tiempo21.cu)Raúl Castro, junto a Yuniasky Crespo Baquero (izquierda) y Sucelys Morfa (derecha) (foto tiempo21.cu)
MIAMI, Estados Unidos.- La Asamblea Nacional cubana eligió ayer a Susely Morfa González como nueva miembro del Consejo de Estado. Morfa se hizo célebre durante la pasada Cumbre de las Américas, celebrada en 2015 en Panamá, cuando contestó de forma airada a las preguntas que le realizó el periodista de Univisión, Mario Vallejo.
Según informa el portal oficialista Cubadebate, la diputada de 34 años recibió el 100 % de los votos de los más de 500 diputados.
Morfa, nacida en Cienfuegos, es la primera secretaria de la Unión de Jóvenes Comunistas y también forma parte del Comité Central del Partido Comunista de Cuba.

Trayectoria como dirigente comunista
Se desempeñó como Secretaria del Comité UJC del IPA Guillermo Padrón y posteriormente, en su municipio, fue promovida dentro de la organización política juvenil al trabajo como funcionaria, miembro del Buró en la esfera ideológica y Primera Secretaria por tres años. Fue miembro del Comité Provincial de la UJC y del Buró no profesional.
Cursó estudios de dirección política en la Escuela Nacional de Cuadros de la UJC y la Escuela Provincial de la Defensa.
En su tránsito por la organización fue miembro del Buró Provincial para atender la esfera educacional, Presidenta de la OPJM y Primera Secretaria de la UJC en Cienfuegos.
El 26 de octubre del 2013 fue promovida como Segunda Secretaria del Comité Nacional de la UJC. En el Pleno Extraordinario del Comité Nacional, efectuado el 9 de julio del 2016, fue elegida como Primera Secretaria de la organización política.


¿Cuánto cuesta ser pelotero?

Estos pequeños sueñan ser como Yulieski Gourriel algún día
Miércoles, diciembre 28, 2016 | Osniel Carmona Breijo
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LA HABANA, Cuba.- Los ídolos de estos niños cubanos no vuelan, lanzan rayos o se cuelgan vistosas capas. Eso no hace falta para convertirse en un gran pelotero, y los pequeños que juegan en el equipo municipal de Arroyo Naranjo, en La Habana, prefieren emular en su imaginación con mortales muy simples pero tan populares como los personajes de Marvel.
“Me veo parado en home, dando un trancazo (batazo) largo como si fuera Alexander Mayeta (el primera base del equipo capitalino de Industriales), y la gente, como locos, gritando mi nombre en las gradas”, dice Javier Martínez García, integrante de la categoría 10-11 años.
Para Jorge Luis “El Chino” Gonzáles, de 10 años, ser un destacado jugador le daría la oportunidad de “hacer cosas grandes”.
Le gustaría, dijo, “dejar un buen ejemplo” en el béisbol. Que lo recuerden siempre “como a Kendry Morales, que salió de este mismo terreno”. Así mismo, alcanzar el estrellato como “pelotero” porque “ellos tienen de todo, viajan fuera de Cuba y pueden ayudar a sus padres”.
Pero llegar a ser pelotero en Cuba es una carrera contrarreloj y llena de obstáculos de logística, más que aquellos que naturalmente pudiera tener una competición.
En una isla donde el béisbol es pasión, retornar el deporte de las bolas y los strikes a los planos estelares de antaño, así como aumentar la contratación de peloteros criollos en la plataforma profesional constituye uno de los principales retos expresados por la Federación Cubana de Béisbol Aficionado (FCBA).
Sin embargo, la restructuración del pasatiempo nacional se complejiza. Según estadísticas oficiales, cerca del 70 por ciento de las instalaciones deportivas se encuentran en mal estado o desatendidas, a la vez que aumenta el número de peloteros que abandonan el país en busca de mejoras salariales.
Con la mira puesta en el futuro, el éxito de la empresa depende del desarrollo en la cantera. Pero por motivos económicos se mantienen sin operar varias academias y torneos destinados a desarrollar la disciplina en las categorías inferiores.
En el Área Masiva de Iniciación Deportiva Ciro Frías Cabrera, del municipio capitalino Arroyo Naranjo, entrenadores y padres sacan a relucir las interioridades de las categorías escolares.
De acuerdo con el criterio de Eduardo Ulacia Alfonso, entrenador de las categorías sub 12, en cuanto a talento el béisbol goza de buena salud desde la base de la pirámide hasta el alto rendimiento.
Según Ulacia, los jóvenes jugadores entrenan durante todo el verano con el propósito de vestir la franela municipal y, posteriormente, optar por uno de los puestos en el equipo que juega el torneo provincial.
Quienes obtienen buenas marcas, ilustra, cuentan con un importante aval en las aspiraciones de resultar electos para empeños mayores.
“Aquí tienen la posibilidad de aprender el llamado abecé del juego, y a los 12 años pueden ser captados por las Escuelas de Iniciación Deportiva Escolar (EIDE)”, describe Ulacia, añadiendo que en tal caso “se sitúan en el rumbo correcto para integrar el equipo Habana o incluso el equipo nacional”.
Aun así, Yosvani Rojas Roque, también entrenador del Ciro Frías, refiere que varios factores provocan que en los últimos tiempos disminuya progresivamente la captación de practicantes.
Alega que el principal factor subyace en los problemas de logística que poseen los centros de formación, donde los atletas tienen que resolver los uniformes y demás implementos que necesitan para participar de los entrenamientos, algo nada fácil en Cuba.
La participación de la familia en el apoyo al proceso de aprendizaje, a los profesores y demás situaciones que enfrenta el equipo, termina siendo determinante para que no se detenga el progreso de los niños.
Rojas explica que el Instituto Nacional de Deporte y Educación Física y Recreación (INDER) no garantiza la transportación de los equipos durante los periodos de competencia. La responsabilidad de asegurar el traslado de los niños a lo largo del territorio habanero cae sobre los padres.
María Carvajal Quesada, cuyo hijo forma parte del equipo municipal, señala que entre todos los padres juntan una suma aproximada de 1 250 pesos (50 dólares) para alquilar un ómnibus o camión que traslade al equipo, y también para comprar una modesta merienda que reparten entre todos una vez concluidos los partidos.
“Si no asumimos los muchachos pierden varios partidos y como consecuencia el chance de crecer. Es de nuestro interés que cumplan sus sueños, nos sacrificarnos sin sacar muchas cuentas pero a veces son dos juegos semanales. Se vuelve complicado”, comunicó Carvajal.
Acerca de los sacrificios que realizan, pidiendo omitir su identidad, uno de los padres resaltó que matricular a su hijo en la disciplina costó 3 500 pesos (140 dólares), con los cuales compró un uniforme artesanal, un par de zapatos deportivos, un guante de uso, un bate y una pelota también de uso.
“Fue una locura para conseguir el dinero, tuve que pedir prestado a varios amigos porque la suma equivale a seis veces lo que gano al mes”, espetó.


Los niños cubanos y la Declaración Universal de los Derechos Humanos

Los infantes en la Isla son obligados observar la violencia contra los opositores
Miércoles, diciembre 28, 2016 | Marlene Azor Hernández
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MÉXICO.- El gobierno cubano viola muchos de los contenidos de la Convención de los Derechos del Niño de la ONU. El primero de ellos es trasladarlos a los “actos de repudio” contra los opositores. La utilización de los infantes y adolescentes en la observación de la violencia física y verbal contra los activistas, es una violación a sus derechos de bienestar físico y psíquico recogidos en la Convención de la ONU. En este caso, es el gobierno quien genera la violencia y la impone a los pequeños. Hoy, no existe ninguna garantía contra la repetición de estos actos de violencia contra los niños y los adolescentes cubanos.
Las recomendaciones del Comité de la ONU que monitorea la aplicación de los Derechos del Niño a los Estados parte, le señalan al gobierno cubano los siguientes incumplimientos el 3 de agosto del 2011:
“…reitera su preocupación con respecto a la legislación vigente en el Estado parte, que fue promulgada antes de la Convención, en particular, al Código de la Familia, de1975; el Código de la Niñez y la Juventud , de1978; y el Decreto-Ley Nº 76, “De la adopción, los hogares de menores y las familias sustitutas”, de 1984. Al Comité le preocupa también que el Estado parte experimente dificultades para promulgar nuevas leyes o modificar la legislación vigente, incluido el proyecto de Código de la Familia.”
Más adelante señala:
“El Comité recomienda al Estado parte que adopte las medidas necesarias para que la difusión y promoción de los derechos del niño y sus esfuerzos encaminados a concienciar al público en general, y a los niños en particular, estén en consonancia con los principios de la Convención. El Comité recomienda también al Estado parte que adopte todas las medidas necesarias para ofrecer capacitación adecuada y sistemática sobre los derechos del niño, haciendo hincapié en su condición como titular de derechos, a todos los grupos de profesionales que trabajan directa o indirectamente con los niños, incluidas las fuerzas del orden, los maestros, el personal de la salud, los trabajadores sociales, y el personal que trabaja en todas las modalidades alternativas de cuidado de los niños.”
Con relación al papel de la sociedad civil cubana indica:
“El Comité toma nota de la información proporcionada durante el diálogo de que en Cuba están registradas más de 2.200 organizaciones de la sociedad civil. Sin embargo, al Comité le preocupa que con frecuencia las organizaciones de la sociedad civil, como la Federación de Mujeres Cubanas, la Unión Nacional de Juristas de Cuba y la Organización de Pioneros José Martí, sean consideradas entidades rigurosamente vinculadas al Gobierno. Preocupa también al Comité que la sociedad civil cubana no sea totalmente independiente y no haya participado o no haya sido consultada de manera suficiente en la formulación de la política y el desarrollo de los programas relativos a los niños, ni en el proceso de elaboración del informe al Comité de los Derechos del Niño.”
Sobre el castigo corporal a los niños, el comité señala:
“Si bien el Comité toma nota de que en el nuevo proyecto de Código de la Familia quedará eliminada la disposición que faculta a los padres para ‘corregir adecuada y moderadamente a los hijos’, como se indicó durante el diálogo, expresa preocupación por que en el Estado parte aún se mantengan en vigor las disposiciones que permiten a los padres y tutores administrar esos castigos a los niños (artículos 86 y 152 del Código de la Familia). Además, al Comité le preocupa que los castigos corporales se utilicen con frecuencia en las escuelas e instituciones sociales como medida ‘disciplinaria’.”
El Comité de la ONU sugiere:
“La elaboración de una estrategia nacional completa para prevenir y combatir todas las formas de violencia;
  • ii) La imposición de una prohibición legal explícita de todas las formas de violencia contra los niños;
  • iii) La consolidación de un sistema nacional de recopilación, análisis y difusión de datos, y de un programa de investigación sobre la violencia contra los niños.”

Ninguno de estos incumplimientos han sido corregidos en el Código de Familia, en el Código de la Niñez y la Juventud, no se han tipificado las formas de violencia contra los niños ni las penalidades a los responsables en Código penal cubano. Para el gobierno cubano no hay violencia contra ellos en el país. El Estado mantiene en secreto las estadísticas de violencia contra los niños, la cantidad de centros correccionales, la cantidad de población infantil y adolescentes en esos centros, las normas que allí están vigentes, el sistema de protección contra los atropellos a los niños, y no difunde los Derechos de la Convención del Niño de la ONU en la opinión pública nacional. La violencia intrafamiliar e institucional contra los infantes es un información oculta al escrutinio ciudadano y la prohibición de la ciudadanía a participar en las políticas públicas contra este tipo de violencia en el país sigue siendo un tema tabú en la opinión nacional. No es un problema de recursos económicos, es la política expresa de mantener en silencio los graves problemas que se acumulan en la Isla, aunque la creciente espiral de violencia deje en la indefensión a niños y adolescentes y se les sigan violando esos derechos que en primer lugar desconocen.
Todos los niños cubanos tienen que prometer ser como el Che en todos los matutinos de cada escuela, son conducidos a presenciar la violencia física y verbal contra los opositores, pero ninguno conoce cuáles son sus derechos y a quién acudir cuando son violentados. Por eso, llega a suceder, que quemen la Declaración Universal de los Derechos Humanos en una fogata improvisada y se desconozcan los casos de prostitución infantil y adolescente, ligados al turismo, algo que también señala el Comité de la ONU.


¿Volverse un mierda o meterse un tiro?

Me pregunto qué tenían en la cabeza aquellos censores que prohibieron “Un día de noviembre”
Miércoles, diciembre 28, 2016 | Luis Cino Álvarez
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ruletarusa
LA HABANA, Cuba.- He vuelto a ver la película “Un día de noviembre”, del fallecido director Humberto Solás. Las pocas veces que la han puesto en la TV, ha sido siempre en el programa “De cierta manera”, que dirige el crítico Luciano Castillo. Gracias a Castillo y su programa, uno se entera de que hubo cine cubano antes de 1959, aunque no fuera portentoso (tampoco lo fue después, salvo contadas excepciones) y que no nació con el Instituto del Arte y la Industria Cinematográfica (ICAIC), como durante mucho tiempo nos quisieron hacer creer Alfredo Guevara y sus acólitos comisarios.
En dicho programa, que sale los jueves en la noche por el Canal Educativo, también ponen películas que en su época no se pudieron exhibir. Es el caso de “Un día de noviembre”. Realizada en 1972, no se pudo ver hasta casi veinte años después. Estuvo censurada, como hoy lo está “Santa y Andrés”, del joven realizador Carlos Lechuga, que no pudo ser exhibida en la más reciente edición del Festival del Nuevo Cine Latinoamericano. Solo que los tiempos y los cubanos ya no somos los mismos y no hay igual mansedumbre ante las órdenes de los censores. La prohibición de “Santa y Andrés” ha provocado las protestas de muchos cineastas, que siguen en su pugna por librarse definitivamente de la tutela del ICAIC, que más que representarlos, los amarra.
Digan lo que digan, aunque quieran destacar que en la era raulista se han abierto espacios que eran insólitos hasta hace unos años, la censura y los censores siguen inconmovibles. Solo que ya no alcanzan los niveles de aberración a que solían llegar. Como cuando prohibieron en 1961 el cortometraje PM, de Sabá Cabrera Infante y Orlando Jiménez Leal, por el delito de mostrar a gente que bebía y bailaba en los bares de la Habana Vieja y la playa de Marianao en vez de andar vestida con el uniforme miliciano y preparándose para defender a la revolución de la agresión yanqui que anunciaban era inminente.
Hoy uno se pregunta, además de la ciega obediencia al Máximo Líder y la porquería enchumbada en marxismo-leninismo-estalinista que recitaban de memoria, qué más tenían en la cabeza aquellos censores al prohibir una película como “Un día de noviembre”, que era puro teque panfletario, dentro de la revolución y un poquito más allá, apologética a pulso, neo-realismo socialista ICAIC al 100%.
Ah, pero era pleno Decenio Gris y los comisarios tenían las tijeras sueltas y luz verde para prohibir.
Era inadmisible que en aquella película se mostrara a un revolucionario, que se suponía fuese un ser de una estirpe superior, con serios problemas existenciales, que no podía superar los traumas que le dejó la lucha contra la dictadura de Batista, que no fuera capaz de crecerse y trabajar en la construcción de la sociedad socialista. Y que para colmo, tuviera dudas del relevo generacional, a pesar de los espesos discursos de sus compañeros y de su enamorada, encarnada por una muy joven Eslinda Núñez, uno de los principales rostros femeninos del cine cubano de los años 60 y 70.
Fue un desperdicio que Solás, siempre tan afecto a las heroínas de tonalidad operática, además de a Raquel Revueltas para aquella escena onírica chapuceramente calcada del neo-realismo italiano, haya utilizado en “Un día de noviembre” a una actriz tan talentosa y bella como Eslinda Núñez para poner en boca suya, parlamentos que de tan tecosos, incluso para una muchacha adoctrinada por el romanticismo castrista-guevarista de aquella sarampionosa época, resultan más que poco creíbles, francamente ridículos.
Esteban, el protagonista de la película, ya que no puede vencer la neurosis, se ve enfrentado, según le dicen algunos de sus compañeros, a la disyuntiva de “volverse un mierda o meterse un tiro”. Y no se sabe qué hace, porque Solás deja un final abierto… A propósito, en ese final, un grupo de jóvenes celebran su triunfo en la emulación socialista retorciéndose al ritmo del go go. ¿Sería ese gusto por la música del enemigo, ese retorcerse a la manera de los enfermitos, otro de los problemas ideológicos que encontraron los censores en “Un día de noviembre”?
Los censores y sus jefes, si alguna vez tuvieron el dilema de Esteban, supieron solucionarlo: se volvieron “unos mierdas”, se acostumbraron a ello, lo hallaron bien y hasta les gustó, y no se decidieron a “meterse un tiro”. ¡Qué lástima!
luicino2012@gmail.com


Joven Club dedica un ‘paquete semanal’ a Fidel Castro

“No creo que nadie pague para ver eso”, dice un usuario
Miércoles, diciembre 28, 2016 | Orlando González
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  • Portal de 'Mochila' (Captura de pantalla/Orlando González)
    Portal de 'Mochila' (Captura de pantalla/Orlando González)
  • Carpeta raíz de la 'Mochila' (Captura de pantalla/Orlando González)
    Carpeta raíz de la 'Mochila' (Captura de pantalla/Orlando González)
  • Reflexiones de Fidel Castro en varios tomos (Captura de pantalla/Orlando González)
    Reflexiones de Fidel Castro en varios tomos (Captura de pantalla/Orlando González)
  • Películas en el 'paquete' oficialista (Captura de pantalla/Orlando González)
    Películas en el 'paquete' oficialista (Captura de pantalla/Orlando González)
  • También se pueden hallar videos musicales y más contenidos audiovisuales (Captura de pantalla/Orlando González)
    También se pueden hallar videos musicales y más contenidos audiovisuales (Captura de pantalla/Orlando González)
  • Mesas redondas para copiar (Captura de pantalla/Orlando González)
    Mesas redondas para copiar (Captura de pantalla/Orlando González)
LA HABANA, Cuba.- Los Joven Club de Computación de Computación y Electrónica (JCCE) de Cuba ofrecerán desde el 1 de enero de 2017 un nuevo paquete de descarga de materiales audiovisuales nacionales y foráneos. La llamada “mochila”, contraparte oficialista del clandestino “paquete semanal”, será dedicada en su nueva edición a Fidel Castro, según el diario oficialista Granma.
“Esta propuesta incluye materiales relacionados con la labor del líder revolucionario, todos sus discursos en archivos PDF y poemas dedicados a su figura”, explicó este martes Danays Moreno Moreno, Directora Nacional de Programas del JCCE, durante una conferencia de prensa en el Palacio Central de Computación en La Habana.
Joven Club ha afirmado estar buscando afianzar la cultura e identidad nacional, con la posibilidad de descargar gratis música, series, novelas y otras realizaciones cubanas de distintas épocas. La nueva modalidad de “Mochila” ha querido competir directamente con el famoso paquete audiovisual que se mueve por toda la isla de manera offline.
La directora de programación anunció que esta nueva modalidad estará a disposición de los usuarios en el sitio web mochila.cubava.cu y en los Joven Club de Computación de toda la isla, con actualización fija semanal.
Al sitio web se puede acceder desde la conexión nacional o internacional, y las recientes tarifas de ETECSA podrían abaratar el costo para la descarga de estos materiales a 6,25 pesos la hora, en el caso de la conexión Nacional. Juegos históricos como Gesta final, unido a varias Reflexiones del compañero Fidel (análisis del fallecido exgobernante publicados en el periódico principal del país), documentales como Fidel Juega pelota o películas como El brigadista son la propuesta de Joven Club en esta nueva edición.
Un equipo de CubaNet se trasladó hacia un Joven Club ubicado en el municipio Boyeros con el fin de reunir algunas opiniones acerca de este nuevo servicio.
“Competir con el paquete semanal no es tan fácil. Primeramente son 1 000 gigabytes con todo tipo de materiales de calidad internacionales”, comentó Claudia Díaz, una usuaria, refiriéndose al “paquete semanal”. “‘Mochila’ es un proyecto de hace varios años, pero no creo que llegue a estar en la preferencia de los más jóvenes y mucho menos que pueda competir directamente con el ‘paquete semanal’” .
Otro Joven llamado Alfonso Llanos dijo: “Muy buena iniciativa, pero es gratis solo desde los joven Club de computación. Desde las zonas Wi-fi o desde las salas Nauta hay que pagar las tarifas de ETECSA. Pienso que la navegación nacional debería ser gratuita y así a lo mejor la gente se toma un tiempo para descargar ese tipo de materiales que ahí se ofrecen. No creo que nadie pague para ver eso”.
Esta nueva versión de la “mochila” tendrá un tamaño de 100 gigabytes. Según Granma, en próximas ediciones el paquete de Joven Club alcanzará unos 400 gigabytes y contará con materiales audiovisuales tanto cubanos como extranjeros.


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Miércoles, diciembre 28, 2016 | Agencias
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