Jesús
en el “Sermón del Monte”, sermón más largo pronunciado,
describe las características que buscaba de sus seguidores. Llama
bienaventuradas a todas las personas que proceden de esa forma,
porque Dios tiene reservado algo especial para ellas.
Cada
bienaventuranza es casi una directa contradicción a la forma de vida
típica de la sociedad y Jesús advierte bien claro que los que
quieran desarrollar la forma de vida de las bienaventuranzas
provocarán oposición y persecución por parte de los que mal
administran la justicia.
“Bienaventurados
los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de
ellos es el reino de los cielos.
Bienaventurados
seréis cuando por mi causa os insulten, os persigan y digan toda
clase de mal contra vosotros, mintiendo.
Gozaos
y alegraos, porque vuestra recompensa es grande en los cielos, pues
así persiguieron a los profetas que vivieron antes de vosotros”.
(Mateo 5:10-12)
El
comienzo de la persecución de la iglesia
La
era de las iglesias comenzó en *Pentecostés (Hechos 2). Nacida en
Jerusalem, la iglesia se difundió rápidamente a través del
Ministerio de los apóstoles y de los primeros creyentes. Alentada
por la persecución, la llama del evangelio se esparció a otras
ciudades y naciones.
Es
bien sabido por un sin número de personas en el mundo, que la
iglesia nunca ha tenido descanso desde su inicio, pero también por
teología es conocido que esta persecución forma parte de los
propósitos divinos para la propagación de la fe en Jesucristo.
(Hechos de los Apóstoles 8:1)
El
comienzo de la persecución de la iglesia en Cuba
Después
de la revolución comunista de 1959, Cuba restringió la práctica
religiosa. Esto llevó a la persecución de los cristianos en las
escuelas, las universidades y en los centros de trabajo. El Gobierno
reconoce sobre el papel el derecho de los ciudadanos a profesar y
practicar cualquier creencia religiosa dentro del marco del respeto a
la ley. Sin embargo, en la ley y en la práctica, el Gobierno aún
impone restricciones a la libertad religiosa.
En
estos momentos la iglesia cubana soporta la segunda mayor oleada de
represiones en toda su historia. No escapan de ellas ni las iglesias
históricas (las únicas reconocidas legalmente). Esta acción, a mi
juicio, está concebida y permitida por Dios para que los creyentes
oren, se arrepientan de sus pecados y se unan en la diversidad para
que puedan ser una masa reconocida y respetada por las autoridades.
“Un
solo cuerpo y un solo Espíritu, como fuisteis también llamados en
una misma esperanza de vuestra vocación, un solo Señor, una sola
fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre de todos, el cual es
sobre todos y por todos y en todos”. (Efesios 4:4-6)
*Pentecostés
(del griego Πεντηκοστή "el quincuagésimo día")
describe la fiesta del quincuagésimo día después de la Pascua
(Domingo de Resurrección) y que pone término al tiempo pascual.
Durante Pentecostés se celebra el descenso del Espíritu Santo y el
inicio de la actividad de la Iglesia.
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