jueves, 15 de octubre de 2015

LA ESPERANZA CRISTIANA DUELE




Por Pr Manuel A Morejón Soler -El Vedado, La Habana.

Esperanza es uno de los tres grandes pilares de la fe cristiana. Todo el mensaje cristiano se fundamenta en la esperanza, junto con la fe y el amor (1 Corintios 13:13). Esperanza es característicamente la virtud cristiana y, a la vez, algo imposible para el no cristiano (Efesios. 2:12). Sólo el cristiano puede ser un optimista con relación al mundo. Sólo el cristiano puede esperar hacer frente a la vida. Sólo el cristiano puede considerar la muerte con serenidad y ecuanimidad.

Es la esperanza de la resurrección de los muertos. Este pensamiento discurre consistentemente a través de todo el NT. (Hechos 23:6; 26:6; 1 Tesalonisenses 4:13; 1 Pedro. 1:3; 1 Juan 3:3; 1 Corintios 15:19). El cristiano es un hombre que no va rumbo a la muerte, sino a la vida. Para él, la muerte no es el abismo de la nada y la aniquilación. Es "una puerta abierta en el horizonte.”

Es la esperanza de la gloria de Dios (Romanos 5:2). Es la esperanza de que ya no veremos más la gloria de Dios en la nube ni por espejo, oscuramente. Es la certeza de que vendrá el día que veremos a Dios y seremos revestidos de su misma gloria.

Es la esperanza de la nueva dispensación (2 Corintios 3:12). Mientras los hombres se reconocían gobernados por la ley, no había lugar para otra cosa que no fuera la desesperación, pues no hay ni uno que pueda obedecer y satisfacer la perfecta ley de Dios. Pero cuando vemos que la nota clave de la religión no es la ley, sino el amor, renace una nueva esperanza.

Es la esperanza de salvación. Es la confianza de saber que Dios nos libra en este mundo (2 Corintios 1:10), no en el sentido de ser resguardados contra sinsabores y peligros, sino en el de ser confortados para superarlos.

Es la confianza de salvación en el mundo venidero. Es la esperanza de salvación en medio de los peligros de la tierra, y de ser rescatados del juicio de Dios. Es la esperanza de vida eterna (Tito 1:2; 3:7).

La esperanza está fundada en Dios (1 Timoteo 4:10) porque él es Dios de esperanza (Romanos 15:13) y Dios que da esperanza. El carácter de Dios es, como Jesús nos dijo, el fundamento esencial de nuestra esperanza. La esperanza mira hacia Dios. Vuelve la cara a Dios (Hechos 24:15; 1 Pedro 1:21; 3:5;1 Tito 5:5). El cristiano es un hombre de esperanza porque tiene sus ojos puestos en Dios. El secreto de la esperanza cristiana es la mirada dirigida hacia Dios.

La esperanza cristiana, aunque duele, no teme ni se plantea el problema de que tal vez las promesas de Dios sean verdaderas. Es la confiada expectación de que no pueden ser nada más que la verdad. 
 
¿En quién has puesto tu esperanza?

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