Entrevista concedida por el Rev. Manuel Alberto Morejón Soler para los lectores del Blog Los Munzers Cubanos.

1.     ¿Qué opina de la opción elegida por los Ministros latinoamericanos Ernesto Cardenal, Orlando Pellicer, Camilo Torres y otros? Estimo que cada  momento histórico tiene sus propios retos para cada ser humano y a cada uno de ellos les tocó vivir con aciertos y desaciertos con respecto a la doctrina que defendieron. Creo que estaban bien enfocados en cuanto al acercamiento como sacerdotes hacia los estratos sociales más humildes, pero muy equivocados en cuanto a utilizar conceptos marxistas para obtener por medio de las armas los cambios necesarios 2.     En Cuba, ¿qué pauta considera que marcó el movimiento Pastores por el Cambio? Para mí este movimiento marcó una pauta negativa para el Ministerio Pastoral. Tal como surgieron se desvanecieron como el humo, `porque solo estaban buscando lo suyo, lo que no es de D-ios no prevalecerrá. Entonces levantándose en el Concilio un fariseo llamado Gamaliel,  doctor de la Ley,  venerado de todo el pueblo,  mandó que sacaran fuera por un momento a los apóstoles, y luego dijo:   -Israelitas,  mirad por vosotros lo que vais a hacer respecto a estos hombres, porque antes de estos días se levantó Teudas,  diciendo que era alguien.  A este se unió un número como de cuatrocientos hombres,  pero él murió,  y todos los que lo obedecían fueron dispersados y reducidos a nada. Después de este se levantó Judas,  el galileo,  en los días del censo,  y llevó en pos de sí a mucho pueblo.  Pereció también él,  y todos los que lo obedecían fueron dispersados. (Hechos 5:34- 37) 3.     ¿Cómo cataloga la relación actual de la feligresía con la Iglesia en la vida social en el país? El comportamiento normal del ser humano es el de relacionarse con quien pueda suplir sus necesidades, asimismo el de satisfacer sus intereses y en la iglesia no es diferente. La feligresía actual de la Iglesia Católica Romana tiende a ser muy baja y de adultos mayores en cuanto a la fe, no siendo así están afluyendo una gran cantidad de jóvenes a los cursos de computación, inglés, marketing, comercialización y otros. Todo al contrario de las iglesias evangélicas en general, que la concurrencia está más equilibrada en cuanto a asuntos de la fe, aunque no cuentan con las condiciones ni el nivel de capacitación en la preparación de la feligresía para la vida social.         4.     Bajo su criterio ¿cuáles son las mayores contribuciones sociales que está realizando la Iglesia cubana de forma ecuménica? En Cuba es muy difícil hacer contribuciones sociales de forma ecuménica debidamente, pues aunque es un llamado de Jesucristo para la iglesia en general atender al enfermo, al preso, a los menesterosos, etc, aquí solamente las iglesias reconocidas por el gobierno son las que pueden realizar estas contribuciones sociales y generalmente en las iglesias que existen estas capellanías, se realizan de forma denominacional. 5.     Como ciudadano cubano ¿cuál es la sociedad que le gustaría tener? Libre y democrática. 6.     Además del movimiento Pastoral cubano, ¿qué otro movimiento le gustaría integrar? El pastoral 7.     ¿De qué aspecto de la doctrina protestante se siente más nutrido? Wesleyano 8.     Como representante social de la agrupación Alianza Cristiana, ¿qué le gustaría validar en su proselitismo? Una Ley de Cultos y de Asociaciones 9.     ¿Se considera usted un hombre rebelde por naturaleza? No, cristiano. 10.                       A tenor del desarrollo del pensamiento cristiano actual, ¿cuál es su criterio al respecto del diálogo interreligioso con las religiones monoteístas dentro de Cuba? Para poder trabajar por la libertad de religión es imprescindible tener una buena comunicación con todas las confesiones y así poder hacerle frente a toda discriminación por parte de los estados, gobiernos o instituciones, asimismo es indispensable el entendimiento mutuo, respeto y promoción de la armonía o, como mínimo, de la tolerancia entre las comunidades o los individuos de distintas religiones. Debe ser una responsabilidad de las comunidades cristianas que sus prácticas defiendan la dignidad fundamental y los Derechos Humanos de sus miembros y de otros a través de un diálogo respetuoso con todas las confesiones de fe.