Por Pr. Manuel A Morejón Soler, El Vedado, La
Habana.
Cobardía es una debilidad de la
voluntad del hombre que se pudiera considerar como una degeneración de la
prudencia, degeneración que lleva a toda anulación del valor e incapacitándolo
para poder encarar las consecuencias. La cobardía generalmente es vista con
desprecio en la mayoría de las culturas, si no es que en todas.
Un cobarde es aquel que no enfrenta sus
problemas, sus temores le anulan su capacidad de decisión de tal modo que no
les importa hasta perderlo todo.
La cobardía paraliza
Recientemente el hijo del Gral.
Presidente, Cnel. Alejandro Castro Espín pasándole por arriba al Buró Político
del Partido Comunista (Máxima instancia política del gobierno), a todo generalato
cubano y a espaldas pueblo inclusive, firmó acuerdos militares con Rusia, Dios
solo sabe bajo que términos. Y ninguno de los bravucones de verde olivo héroes
de mil batallas, que constantemente se pronuncian en contra del mayor imperio
del Mundo, ha sido capaz de proferir su desacuerdo a esta flagrante violación
de todo conducto reglamentario. ¿Qué será lo que los paraliza?
Dios aborrece de tal forma al
cobarde, que le tiene reservado el primer lugar en la herencia para la
condenación.
Así dice Jhvh:
“Pero los cobardes, los incrédulos, los abominables, los asesinos,
los que cometen inmoralidades sexuales,
los que practican artes mágicas,
los idólatras y todos los mentirosos recibirán como herencia el lago de
fuego y azufre. Ésta es la segunda
muerte." (Apocalipsis 21:8)
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