viernes, 22 de agosto de 2014

ATENTADO A OPOSITORES PACÍFICOS





El martes 19 de agosto a las 7:50 de la mañana se realizó un atentado a cuatro opositores pacíficos en la concurrida esquina de Calzada y K, en el Vedado, La Habana, Cuba.

El hecho se produjo cuando, desde el techo de la Funeraria de Calzada y K –unos 20 a 25 metros de altura- fue lanzada una bala metálica de las se usan en refrigeración.
Los cuatro opositores a los que se les realizó el atentado son, Miguel Daniel Borroto Vázquez, Orlando Martínez, Sergio y yo, Alejandro Hernández, quien redacto la nota y denuncio este hecho genocida en contra de nuestras vidas.

Los cuatro estábamos sentados en lo que antaño fuese la salida de los carros fúnebres cuando, al sentir un ruido y mirar vi, como desde el techo caía exactamente donde estábamos nosotros el referido objeto. Sólo atiné a gritar: ¡Sergito, quítate! Acto seguido salí corriendo, gracias a Dios no circulaba ningún vehículo por la calle, de lo contrario, hubiese sido atropellado.

En el techo de la Funeraria se asomaron dos sonrientes individuos, al reclamo de Sergio, uno de ellos nos preguntó sonriente y en tono de burla que si pensamos que nos lo tiraron porque éramos opositores.

Se presentaron en el lugar los agentes 03569 y 04989 quienes hasta ese momento, estaban parados justo en la acera de enfrente. Ante el reclamo de Sergio a los “trabajadores” involucrados en este acto y las amenazas de uno de ellos hacia Sergio, el agente 03569 la emprendió contra nosotros, los agredidos, exigiéndonos que nos calláramos la boca.

Este mismo agente 03569 le dio la bala al propio individuo que amenazaba a Sergio tan rápido que nos fue imposible fotografiarla como evidencia del atentado, del cual fueron testigos otros opositores y personas que estaban allí para sus trámites migratorios en la Embajada. Este sujeto que recogió la bala nuevamente y en tono burlón, volvió a preguntarnos si creíamos que nos la tiraron porque éramos opositores.

Ante mi reclamo al propio agente 03569 del porque no procedía como establece la ley en esos casos fui reprimido igualmente como lo fue Sergio y acotó: “Cállate la boca que en fin de cuentas no pasó nada”
Pregunto: ¿tenía que resultar herido o muerto alguno de nosotros como para que se viera obligado a actuar? Estas acciones de la policía cubana dejan mucho que desear. Minutos más tarde llegaron dos patrullas, la primera con la baliza iluminada, ninguna fue a preguntarnos nada ni tomarnos declaración.

La administración de la Funeraria de Calzada y K no tomó las medidas de seguridad establecidas, advirtiendo a los transeúntes el peligro de caminar por la zona debido a los trabajos de reparación. El área tampoco fue aislada ni acordonada como precaución.

De lunes a viernes y en horario de oficina, esa área es frecuentada –conservadoramente- por más de 500 personas  entre adultos, ancianos y niños. Quede la presente como nuestro testimonio y nuestra repulsa a este hecho genocida.

Alejandro Hernández.
Pastor.

No hay comentarios: