Por: Aimée Cabrera.
El 18 de abril fue Viernes Santo. Muchos
creyentes se debatían en darle a la jornada un tono de tristeza; mientras que
un grupo de mujeres pertenecientes al Ministerio de Mujeres: “Mujer no
dejes tu lugar” se dieron cita en su sede en la Habana Vieja junto a
Nancy Alfaya Hernández para entre canciones, oraciones, testimonios y lecturas
bíblicas alabar a Dios en un tiempo cercano a la Resurrección.
Coincidió con la semana de receso escolar, por
lo que niños de diferentes edades, se unieron a las mujeres que desde
municipios tan distantes como el de 10 de Octubre, no dejaron de asistir a este
encuentro que deparó sorpresas, sabios y prácticos consejos así como que
propició, se derramara entre todos, el espíritu de amor que lo hizo tan
especial.
Levanto Mis Manos.
La primera lectura Bíblica fue del Evangelio
según Mateo, Capítulo 11, versículos del 25 al 30. En el mensaje se explicó la
tenencia de un cansancio que se siente, cual carga difícil de soportar, la cual
debe ser erradicada, a través del amor que hace cobrar vida en el Espíritu, el
cual obra por la Palabra.
Destacó Nancy lo importante de que, ante
todo cansancio espiritual, dado por todas las contingencias diarias, no
imposibilite el movimiento a través de la realidad que Dios pone en cada vida,
al que se llega a través de la sabiduría y el entendimiento que se logra con la
oración y sobreponiéndose ante quienes se acercan con pensamientos negativos, o
se niegan a escuchar la revelación de Dios.
Por ello es tan valioso profundizar en el
conocimiento de la misma para obtener la salvación a través de la acción,
cuestiones donde lo personal es imprescindible pues todas estas bendiciones se
dan cuando se está en perenne prueba de obediencia a Dios, por lo que estos
tiempos actuales el entendimiento actúa como base de sostén de la vida del
Cristiano.
También Nancy Alfaya Hernández enfatizó en no
dejarse juzgar por las Leyes de los hombres, cuestión que facilita el
triunfo, una vez que quienes están en el Señor conozcan hacia dónde dirigirse
cuando son capaces de aferrase a las herramientas divinas que permiten la
edificación, restauración y entendimiento para evitar la contaminación
que arriba por los antivalores, la ignorancia, la falta de humildad y la
arrogancia.
El Poder De Tu Amor.
Otro tema para meditar fue el del papel de la
mujer en su hogar. “La mujer es la responsable principal de la educación de sus
hijos, educación que da al hogar la integralidad que lo convierte en feliz y
armónico”, consideró Alfaya Hernández y más adelante expresó que “Debes saber
establecer las reglas del hogar: saber que es lo primero, lo más importante,
saber reclamar derechos cuando tus hijos son maltratados en sus centros
escolares o cuestiones ajenas tratan de desestabilizar la unión familiar: Dios
te dio autoridad para reconocer qué derechos te corresponden ”, apuntó.
Además se tocaron aspectos relacionados con el
papel de la mujer como esposa y se recordaron pasajes y versículos
Bíblicos como “La mujer virtuosa es corona de su marido”: Pr 12: 4, o
el papel del esposo resumido en Ef. 5: 25, 28 “Maridos, amad a
vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por
ella. Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos
cuerpos”.
“El hogar feliz” está dado, según Nancy, “por la
esposa como don de Dios y el matrimonio como institución de alcance universal
donde cada uno debe amar y respetar al otro, demostrando en Cristo Jesús el
amor auténtico y verdadero relacionado con la fidelidad absoluta que permite el
cumplimiento de los deberes de la familia, y de los padres para con sus hijos;
todas estas bendiciones se logran, cuando la familia cristiana pone todo en
manos de Dios, por medio de Jesucristo en la oración”, acotó.
Todo Se Lo Debo A Él.
Un momento destacado por los testimonios dados
fue el suscitado después de leer 1S 1-28 en el que se narra cómo
Ana que parecía estéril le pide a Dios que le conceda un hijo al que llamará
Samuel, el que dedicará a Jehová todos los días de su vida. Una hermana
presente, Elena dio testimonio de cómo los médicos le habían dicho que no podía
tener hijos a menos que ocurriera “un milagro”.
Ella oró y le pidió a Dios tener un hijo al que
llamaría Samuel y el que dedicaría al Señor. Su hijo Samuel de 12 años estaba
presente en el encuentro de féminas, junto a sus dos hermanitas. Samuel predica
desde muy pequeño y ha realizado obras de sanación e impuesto sus manos. Con
voz grave y una madurez por encima de su edad habló a las asistentes sobre sus
experiencias.
Una mujer pidió oraran por ella al encontrase
enfrentando una difícil situación laboral. Nancy le dio estrategias a seguir
desde un punto de vista cristiano y para finalizar retomaron cantos e hicieron
oraciones, invitando Nancy a las presentes a un próximo encuentro en Jesús.
Entre todas, se esmeran en continuar una labor
comunitaria que va más allá de estas asambleas porque priorizan la ayuda a
enfermas, minusválidas y presas; además de no cejar en su empeño de crear
talleres para ayudar a las que no tienen cómo pagar licencias a que aprendan
tareas por las que puedan ser remuneradas para ayudar al sustento familiar.
La Sra. Nancy Alfaya Hernández realiza una
labor destacada en su Iglesia además de ser una activista por los Derechos
Humanos y haber sido de las primeras Damas de Blanco, cuando en el 2003
su esposo, el periodista y escritor Jorge Olivera Castillo fuera condenado en
el Grupo de los 75; es la directora de este proyecto.
Su email: alfayabendiciones@gmail.com
Su blog: Mujernodejestulugar.
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