Distinguidos
hermanos:
No
puedo pasar por alto las circunstancias y solución que ha tenido el diferendo
del cual ustedes fueron parte y que el Blog de Religión en Revolución dio a conocer.
Es
desafortunado que informaciones como esas tengamos que darla a conocer…, ese es
también el precio de la pasión por la libertad de expresión que tanto valoramos
y exigimos en nuestro atribulado país. Pero dar a conocer una información,
permitir el derecho de réplica y admitir que el libre juego de ideas en valido,
aun en el desempeño de la Iglesia es algo que tenemos que asumir, es parte de
una sociedad participativa.
Pero
más que esto..., ustedes han dado una lección de dedicación, apego a la verdad
y humildad manifiesta. Esta carta de perdón..., que no es otra cosa, y la aceptación
por parte del hermano Morejón Soler y la consabida conformidad del hermano
Montoya demuestra lo necesario que es solucionar cualquier desacuerdo en el
mejor espíritu cristiano y con apego a la Palabra.
Hace
mucho tiempo, casi lo había olvidado, que los problemas entre hermanos se pueden
dirimir sin dañarnos ni arruinar a la Iglesia. He tratado de recordar algo así
en los últimos tiempos aquí y allá y no he encontrado asidero en mi memoria. ¡Qué
bueno es ver a hermanos que apelan a la reconciliación
y el noble hacer!
Algo
como este ejemplo nos enseña que no todo
es contienda.
Dios
les bendiga a ambos y les proporcione el cuidado y la consagración necesaria en
sus faenas en la Fe.
Saludos,
E.A González
Editor.
Blog Religión en Revolución.
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