martes, 15 de agosto de 2017

Cuatro niveles de la profecía



I. ¿Quien es un Profeta?

¿Por mucho tiempo usted se ha preguntado son todos profetas los que profetizan...? ¡Déjeme responderle con honestidad NOOO...! No estoy diciendo que no sea Dios, lo que quiero decir es que por que profeticé no significa que sea profeta o tenga el don de profecía.

Esta es la razón por que muchos profetizan bajo la unción y otro día sin ella y hablan imaginaciones de su corazón como nos enseña (Jeremías 14:14) y es esto lo que confunde y hace enojar al pueblo y endurecen sus corazones para no escuchar verdaderamente cuando habla Dios.

Basado en esto fue que Pablo exhortó a la iglesia de Tesalónica por el abuso de este don a no menospreciar la profecía. (1 Tesalonicenses 5:20) "no menospreciéis las profecías. 21 Antes bien, examinadlo todo cuidadosamente, retened lo bueno."

¿Usted se preguntará, como reconocer cuando es Dios quien habla, cuando es el hombre, cuando esa persona es un ministro profeta, cuando es el don de profecía o por que pueden profetizar si no son profetas, ni poseen el don de profecía?

Bueno para esto debemos saber cuales son los cuatro niveles o las cuatro maneras que opera la profecía en la iglesia, pero antes quiero hacer una aclaración, es la siguiente, seria una falta de respeto de mi parte el no decirlo que es imposible para cualquier ministro el querer exponer un tema tan profundo como lo es la profecía, en una pequeña exposición como la que usted esta leyendo, solo es una breve explicación con el único fin de contestar las interrogantes que tienen algunos creyentes sobre este tema en especial.

Nivel I. Espíritu de la Profecía:

Es la manifestación a través de cualquier creyente que actuando en fe profetiza en la congregación en momento de la adoración o en la oración o estando en una atmósfera donde los profetas están fluyendo por la inspiración divina, cualquier persona puede profetizar por que él espíritu de la profecía le place usar en ese momento a esa persona; sin que por ello quiera decir que ese creyente sea un profeta.

Esto es solamente el espíritu que empezó a fluir en la persona porque tuvo la medida de fe como dice en (Romanos 12:6) el Espíritu mismo hace que esta persona profetice sin ser un profeta de Efesios 4:11, ni siquiera tener el don de profecía de 1 Corintios 14:1-3.

Esta manifestación es la unción que sube de Jesús en usted, no viene del hombre, sino ya está depositada en nosotros por su Espíritu. Entonces esta unción corporal se manifiesta en la congregación y estos hermanos profetizan; pero algunos caen en el error de querer volver a profetizar o pensar que son profetas cuando la manifestación fue ocasional y ellos profetizan sin la vía del Espíritu y de ahí vienen las falsas profecías de la imaginaciones de sus corazones o profetizan las cosas que conocían antes por otras personas.

Seria prudente orar a Dios para que le confirme cual es el don que opera en usted o en estos hermanos. "Entonces caí a sus pies para adorarle. Y me dijo: No hagas eso; yo soy consiervo tuyo y de tus hermanos que poseen el testimonio de Jesús; adora a Dios. Pues el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía" (Apocalipsis 19:10).

Hombres en la Biblia que profetizaron bajo el Espíritu de la profecía:

Adán profetiza concerniente al futuro estado matrimonial. (Génesis 2: 20-25)

Noé fue pregonero de justicia. (2 Pedro.2:5; Hebreos 11:7; Judas 14-15)

Abraham fue visto como profeta por Abimelec. (Génesis 20:7)

Isaac y Jacob tuvieron sobre ellos el espíritu de la profecía cuando proclamaron las bendiciones sobres sus hijos, (Génesis 27:48-49; Hebreos 11:20-21; Salmos 105:9-15)

José profetiza el Éxodo de Israel (Génesis 50:24; Hebreos 11:22)

El espíritu de la profecía fue puesto sobre los setenta ancianos que estuvieron con Moisés en el desierto de Sinaí. ( Números 11:24-30)

Saúl también tuvo la experiencia de profetizar entre los profetas por él espíritu de la profecía, como las tres compañías que había enviado antes que él, (1 Samuel 10:10, 19:20-24)

Siempre esta manifestación del espíritu de la profecía opera en la iglesia de hoy; conforme a lo que nos dice 1 Corintios 14:3.

Nivel II. El Don de Profecía:

Es una de las manifestaciones del Espíritu Santo mencionado en 1 Corintios 12:10; Romanos 12:6; Hechos 2:18. Es una operación del Espíritu dada a la iglesia neo testamentaria que debe ser operado con reglas y ejercitado con medidas establecidas en las Escrituras. Ej. (1 Corintios 14:1, 3:25-31; 1 Tesalonicenses 5:20-21).

Este don de profecía no tiene que confundirse con el ministerio del profeta que es diferente, la razón es que el don de profecía solo es para edificar la iglesia, exhortarla y consolarla, se diferencia en el ministro profeta porque este don que opera en los creyentes no trae revelación; los ministros profetas de Efesios 4:11, son los que traen la revelación de la Palabra en los mensajes, pero este don de profecía bien desarrollado puede en ocasiones ser más certero que cualquier mensaje generalizado.

La diferencia del espíritu de la profecía al don de profecía es que el primero solo opera en ocasiones, pero el don de profecía esta activo permanentemente en la persona, solo que depende de la fe del que lo posee. Pero el que profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación. (1 Corintios 14:3; Hechos 2:18).

Las cuatro hijas de Felipe el evangelista, profetizaban como ejemplo de este don, pero no hay prueba alguna que ellas hallan sido profetas (Hechos 21:9)

El profeta Agabo hizo uso del don de profecía para dar un mensaje al apóstol Pablo de parte del Señor. (Hechos 21:10-11)

Todos pueden profetizar pero no todos son profetas. (1 Corintios 12:2;14:31)

Es dado por fe (Romanos 12:6; Gálatas 3:5)

No esta basado por madurez o mayordomía cristiana. (Hechos 10:45)

No esta supeditado a la doctrina completa o incompleta, se recibe por gracia. (Hechos 19:1-6)

No puede ganarse por buenas obras o comprarse.(Hechos 8:18-19; Romanos 9:16)

"Procurad alcanzar el amor; Pero también desead ardientemente los dones espirituales, sobre todo que profeticéis." (1 Corintios 14:1).

Nivel III. Ministerio u Oficina del Profeta:

Es la manifestación de Jesucristo que depositó su manto en uno de los cinco ministerios de ascensión, como nos menciona Efesios 4:11. Ocupa un lugar de autoridad y dirección después del apóstol; son los ministerios designados por Cristo para establecer el fundamento de la Iglesia.

Son muchas y variadas las funciones del profeta, pero podemos señalar entre otras, las siguientes:

+ Activar impartición de dones y llamamiento al ministerio. (1 Timoteo 1:18 y 4:14)

+ Confirmar, traer revelación de la Palabra y los sucesos que compete a la iglesia. Hechos 13:1-2

+ Predica la Palabra con el fin de preparar el camino del Señor. Lucas 1:76

+ Trae arrepentimiento al pueblo, establece fundamentos de la Palabra, hace que el pueblo se vuelva a Dios llevándolo hacer pacto con nuestro Señor, con el fin de madurar y capacitar la iglesia para perfeccionar a los santos para llevarlos a la medida del varón perfecto juntamente con los apóstoles, evangelistas, pastores, maestros, (Lucas 1:77-79, 1Corintios 12:28; Efesios 2:20; 4:11-16).


Llamado: El profeta como el apóstol y los otros ministerios debe tener un llamado distintivo de parte de Dios. El profeta del Nuevo Testamento debe tener convicción interna, saber que Dios lo ha llamado y puesto para ello. (Jeremías 1:5)

Calificación: El profeta como los demás ministerios de ascensión debe tener las cualidades de un anciano. El ministro profeta es también un anciano para que pueda ser usado en todo lo que Dios desee. Debe ser un ministro con el carácter necesario para enfrentar los problemas de la iglesia, sin un carácter integro expondría al pueblo de Dios, (Tito 1:5-13).

El profeta ha sido puesto en la iglesia. (1 Corintios 12:28-29)

Esta en segundo lugar de importancia. (1 Corintios 12:28; Efesios 4:11)

Los profetas son uno de cincos ministerios que el Señor Jesucristo nos extendió de su manto profético, no olvidemos que Jesús vino como profeta. (Deuteronomio 18:18; Efesios 3:22-23).

Tienen el Espíritu de la profecía activo sobre ellos. (Apocalipsis 19:10).

Los profetas están equipados con los dones de profecía, sabiduría, revelación, ciencia, discernimiento de espíritu, fe, diversos géneros de lenguas, interpretación de lenguas sanidad divina, milagros. (1 Corintios 14:3, 31, 12:8-10)

Son parte activa en el presbiterio, su dirección debe ser tomado en cuenta a la hora de las decisiones importantes referente a ministros como envíos, imparticiones, imposición de manos según la guianza del Espíritu Santo. (Hechos 13:1-3, 15:2-4).

Son puesto en la iglesia para: 

1. Perfeccionar (capacitar, equipar) a los santos para la obra del ministerio. (Efesios 4:12a) 

2. Para edificar el cuerpo de Cristo, madurar a los santos. (Efesios 4:12b) 

3. Desarrollar el sano crecimiento del Cuerpo, como una comunidad profética que tiene la vida de Cristo operando en plenitud. (Efes 4:13-16)

Nivel IV. La Profecía Inspirada de las Escrituras:

Siendo que las Escrituras son inspiradas, la profecía escrita es la más alta inspiración de la revelación inefable e infalible de la voluntad de Dios.

Este nivel profético es el grado más alto; los tres niveles proféticos anteriores pueden tener un margen de error, pueden fallar porque son impartidos por medio de hombres, pero en este cuarto nivel de la profecía escrita de Dios es infalible.

La expresión "palabra profética más segura" en 2 Pedro 1:19-20 es usada para referirse a los libros proféticos del Antiguo Testamento; pues para el momento en que Pedro escribe sus cartas el canon bíblico no estaba completado.

Ya que las Escrituras son inspiradas por Dios, las profecías en ellas son inspiradas e infalibles revelación divina. (2 Timoteo 3:15-16). Entonces debemos entender claramente que este nivel profético es el más santo y por ello requiere la más cuidadosa y responsable interpretación de quienes la enseñan.

Este tipo de profecía no es dado más hoy, con el fin de escribir revelaciones personales e incluirlo en los cánones bíblicos. Ya están escritos los sesenta y seis libros de la Biblia completa. Nada debe ser añadido a la Palabra de Dios, pues nada le falta, ni nada debe ser quitado de la Palabra de Dios, pues nada le sobra (Apocalipsis 22:18-19).

No hay comentarios: