El sexo
debiera ser visto como algo normal y sano dentro del matrimonio. No
es algo
sucio y mundano. Dios lo creó y es seguro que tenía propósitos buenos
y
saludables en hacerlo. Este estudio abarcará una investigación de términos y
casos
bíblicos, unos factores de confusión sobre el sexo con perspectivas
antiguas
y modernas, elementos esenciales de un criterio cristiano sobre el sexo
dentro
del matrimonio y la planificación familiar.
EL SEXO EN LA BIBLIA
En la
creación Dios hizo al hombre y luego a la mujer, tomando del hombre una
costilla
y así formando algo del hombre para el hombre. Es importante notar
que
Dios, al terminar toda la creación culminando con el hombre, dijo: “Es
bueno
en gran manera” (<010131>010131>Génesis 1:31). Obviamente Dios se complació con
todo lo
que vio en éste, el hombre, la máxima expresión de su creatividad; esto
incluyó
la sexualidad del hombre y de la mujer. Además, <010127>010127>Génesis 1:27 dice
que el
hombre y la mujer fueron creados a la imagen de Dios. Lo que hay en
ellos
es un reflejo del mismo creador; eso es que ellos son creados también. Así
la
procreación es una extensión del plan de Dios.
No
debemos concluir que Adán y Eva eran totalmente inocentes (o ignorantes
del
sexo) en el huerto de Edén antes de la caída en pecado. Debemos tomar en
serio
lo que Dios les mandó hacer en <010224>010224>Génesis 2:24, 25: “El hombre... se
unirá a
su mujer, y serán una sola carne.” Aun en el enlace matrimonial, que
seguramente
involucraba el trato sexual, “no se avergonzaban”. Recordemos
que la
primera función y propósito del matrimonio es el compañerismo. La
mujer
le fue dada al hombre para que no estuviera solo y para ser ayuda
idónea,
o sea su compañera. (<010218>010218>Génesis 2:18.)
Hay que
entender bien lo que quiere decir “una sola carne”. La idea de carne
ha sido
tradicionalmente interpretada como algo que implica pecado. En
<010224>010224>Génesis 2:24 encontramos la palabra basar que significa el
cuerpo
humano.
También puede ser la totalidad de la persona. (Véase <191609>191609>Salmo
16:9.)
En el Nuevo Testamento la palabra usada para la carne en esta frase,
“una
sola carne”, es sarx. (Véanse <401905>401905>Mateo 19:5, 6; <411008>411008>Marcos 10:8;
<490531>490531>Efesios 5:31.) Aunque sarx es usado para expresar lujuria (deseos de la
carne, <451314>451314>Romanos 13:14) y la debilidad y pecaminosidad del hombre
(<460301>460301>1
Corintios
3:1, 3), también puede señalar simplemente “el cuerpo”. (<471207>471207>2
Corintios
12:7; <500124>500124>Filipenses 1:24; <480413>480413>Gálatas 4:13, 14.) La “una sola carne”
se debe
entender como la unión de dos cuerpos y naturalezas de los dos
integrantes
del matrimonio. Sarx puede ser pervertido, pero no
automáticamente
implica el pecado. Sin embargo, el sarx es designio de lo que
atañe
al hombre mientras que está en el cuerpo físico.f44 Concluimos, entonces,
que el
propósito de Dios es cumplido en esta unión de una sola carne. A la vez
es
preciso entender que esta unión incluye no solamente lo físico, pero que
también
abarca la totalidad de las dos personalidades. Por consiguiente es una
unión
tanto síquica y espiritual como física. Tiene tal magnitud la unión de “una
carne”
porque es la expresión física de la entrega de las dos personas, no
solamente
un acto físico. El hebreo entendía bien que el hombre es uno solo; o
sea que
no tiene varias partes que funcionan aparte como lo espiritual y lo
físico,
sino que cada faceta de su persona y personalidad afecta a las demás.
De modo
que el acto sexual no puede ser una simple función biológica. Por eso
Pablo
enseña en <460601>460601>1 Corintios 6:16:
“¿No sabéis que el que se une con una
ramera,
es un cuerpo (soma) con ella? Porque dice: Los dos serán una carne”
(sarx). Lo más alto de su
persona (soma; véase la nota No. 1)
y lo más natural
y
humano (terrenal, sarx) de su persona, se unen con la otra persona en el acto
sexual.
La “una sola carne” refleja la mezcla de la totalidad de dos personas y
sus
personalidades. Cuando alguien entra en una unión adúltera, Pablo dice que
está
pecando contra su propio cuerpo (soma) (<460601>460601>1 Corintios 6:18), es decir,
está
violando su destino verdadero, que es glorificar a Dios (<460602>460602>1 Corintios
6:20:
compare v. 13.)f45
El
propósito de Dios ha sido siempre el matrimonio monógamo.
(<200501>200501>Proverbios 5:1-6, 15.) Aunque la poligamia se encuentra
con frecuencia
en el
Antiguo Testamento, nunca es sancionada por Dios. Más bien, ha sido
una
medida humana para traer hijos a una unión. (Por ejemplo, Abram y Agar,
<011601>011601>Génesis 16:1-4.) Muchas veces esto produjo resultados
infelices, como en
el caso
de Ismael y el de los hijos de David.
Ahora
bien, la unidad física que se goza en el matrimonio monógamo es algo
exaltado
en las Escrituras. Hay una felicidad sexual presentada en
<200515>200515>Proverbios 5:15-19; <210907>210907>Eclesiastés 9:7, 9 y en todo el Cantar de los
Cantares,
especialmente 6:6-12. Aquí se nota cierto erotismo, pero siempre en
el
contexto matrimonial. Los consejos de Proverbios capítulo 5 contra la
fornicación
no dejan duda de la confusión que esto trae a la vida de sus
participantes.
Por el otro lado, resaltan la hermosura y lo deleitoso de la entrega
sexual
entre la pareja en matrimonio. Este erotismo no es indiscriminado ni una
sensualidad
despersonalizada, sino es
la
expresión amante y corpórea del afecto de uno hacia otro... Se trata
de una
relación entre dos seres que se han descubierto, y se han abierto
mutuamente
el uno al otro y ahora profundizan en su recíproco
conocimiento
y comunicación. Alguien lo ha expresado así: Un Yo que
trasciende
a sí mismo para llegar a un Tú, con el que crea una sola
carne.f46
José
Grau acierta que eros no busca (como la sensualidad) el “deleite
meramente
personal o pasajero sino el establecimiento de un vínculo gozoso
entre
dos que se aman.”f47 Agape, el amor desinteresado, es el que
puede
salvar
a eros de cualquier
perversión por iluminarlo y transformarlo para dar al
amor humano
su verdadera dimensión querida por Dios.f48 Cristo es el ejemplo
máximo
de agape, de
entrega total para salvar la iglesia, y como tal sirve de
perfecto
modelo para el esposo en la entrega a su esposa. (<490525>490525>Efesios 5:25-
33.) El
eros nunca es suficiente
para sostener el matrimonio como el agape,
pero no
ha de ser nunca dejado a un lado (<460702>460702>1 Corintios 7:2-5; <520403>520403>1
Tesalonicenses
4:3-8), sino entendido y experimentado plenamente con la
confianza
de que es parte del plan de Dios en formar una sola carne entre los
esposos.
ELEMENTOS DE CONFUSIÓN RESPECTO AL SEXO
Actualmente
hay una tremenda confusión en cuanto al sexo. Este estado
caótico
tiene raíces que se extienden hasta la antigüedad, pero también hay
influencias
modernas que han contribuido.
1. De la Iglesia Primitiva: El Matrimonio Sacramental
La
confusión comienza con la interpretación que algunos han dado al celibato
en el
Nuevo Testamento. Jesús mismo lo practicaba y reconoció que no fue
algo
para ser ejercido por todos. (<401911>401911>Mateo 19:11, 12.) Pablo apoyó el
celibato
como un estado de mayor utilidad para las cosas del Señor, pero
nunca
lo destacó como algo de superior santidad sobre el matrimonio. (<460702>460702>1
Corintios
7:28, 32, 36-38.) Pablo fue especialmente influenciado en su opinión
por su
firme convicción de que Cristo pronto regresaría a la tierra y que el
tiempo
era muy breve. (<460702>460702>1 Corintios 7:26, 29.) Por lo tanto, aconsejaba a
los
cristianos que se dedicaran a la obra con la menor cantidad de
impedimentos.
(<460703>460703>1 Corintios 7:35.)
Para poder resistir, o mejor decir, no
necesitar
el trato matrimonial, Pablo reconocía la necesidad del don de
continencia.
(<460707>460707>1 Corintios 7:7-9.)
Los
padres de la iglesia interpretaron, en un sentido general, que el celibato era
superior
al matrimonio. Tertuliano (c. 200 d. de J.C.) razonaba que debido a la
persecución,
aquellos que tenían el menor número de impedimentos y
relaciones
en el mundo tendrían más posibilidades de sobrevivir. El pensaba
que los
cristianos, como los soldados, podían entrar mejor en campaña si no
tenían
familias. Además, antes de Constantino y la popularidad de la iglesia
(325 d.
de J.C.), sufrir el martirio u otro aspecto de abnegación fue algo de
mayor
mérito. Después de Constantino, el celibato fue exaltado aún más por el
movimiento
monástico. En este último caso, el sentido del movimiento fue en
contra
de la carne en todas sus formas, aun rechazaba la relación con los
padres.
Jerónimo decía que uno debía pisotear a su propio padre si se postraba
en la
entrada de la casa para persuadirle a no salir para entrar en la vida del
monasterio.
Decía: “Con ojos secos vuele a la bandera de la cruz. En tales
casos
la crueldad es el único afecto verdadero.”f49 Por cierto, fueron
menospreciadas
también las mujeres y el matrimonio por esta forma dualistaf50
de
interpretar la vida.
Fue
Agustín quien llevó a un punto muy elevado el concepto del matrimonio
como un
sacramento. El declaraba que la procreación en el matrimonio es algo
instituido
por Dios no para llenar la tierra sino para llenar el número de los
elegidos
a la salvación. Sostuvo que el acto sexual no es malo en sí pero que
siempre
es acompañado por la pasión humana, y que la pasión es mala. El
decía
que si fuera posible tener niños de otra manera, deberíamos rehusar
participar
en el sexo. Puesto que esto no era una posibilidad, debíamos aceptar
el
sexo, lamentándolo todo el tiempo. El acto sexual entonces trae pecado a la
vida,
razonó, pero este pecado es venial, no mortal, si se comete dentro del
matrimonio,
porque el matrimonio es un sacramento. El estado sacramental
también
cubre el pecado de participar en el sexo con el fin de satisfacerse en
vez de
participar en la procreación. De este modo la virginidad y el celibato
fueron
exaltados sobre el matrimonio porque eran estados de mayor pureza y,
por
tanto, de mayor santidad. Parte de este criterio fue también la aplicación de
este
principio en la elevación a un plano moral más alto a los que se separaron
de todo
lo carnal, específicamente el clero.
2. De la Edad Media: El Amor Romántico
Hasta
el siglo XII el matrimonio se vio como un sacramento permanente,
primordialmente
para procreación, sin romance y por debajo de la virginidad.
Durante
el Renacimiento surgió el concepto del amor de los cortesanos que
exaltó
a la mujer al punto de ser adorada. También el amor ennoblecía a los
contrayentes
pero, por el otro lado, el amor era siempre una cosa de
incertidumbre,
es decir, que se buscaba en solicitud, ansiedad y vehemencia de
pasión.
Este amor ferviente y apasionado fue considerado imposible en el
matrimonio
porque en el matrimonio el amor se da por sentado. Las
condiciones
del amor romántico se realizaron mejor cuando el amante trataba
de
conquistar a una mujer casada porque hacía de la experiencia algo para
gozar
sólo en secreto y como una aventura. Así el amor cortesano llegó a ser el
culto
del adulterio. Bainton señala que los orígenes de esta interpretación de la
actividad
sexual son desconocidos. Sin embargo, hay varias teorías en cuanto a
su
oriGénesis El lado que enfatiza la adoración y exaltación mística de la mujer
quizá
viene del culto a la virgen que había llegado a ser un fanatismo en la edad
media.
El lado físico bien puede haber venido de la influencia de los árabes en
España.f51 Debe recordarse que los conquistadores españoles que
llegaron a
América
Latina proyectaron este concepto romántico del amor a la cultura que
formaron.
Es la base de mucho de lo que se entiende por el machismo que
todavía
tiene su popularidad. En cuanto al resultado del machismo en el
concepto
del sexo, la mujer es idolatrada como un objeto del placer del
hombre,
y muchos niños han sido criados sin el compañerismo ni modelo moral
de un
padre.
3. De la Reforma: El Matrimonio Secularizado
La
Reforma en Alemania y en Suiza exaltó el matrimonio otra vez sobre el
celibato.
Lutero interpretó que el acto de coito en el matrimonio no es más
pecaminoso
que cualquier otra actividad del hombre. Vio el matrimonio como
el
medio dado por Dios para controlar el impulso sexual que es natural. Pensó
que el
casado puede controlarse mejor que el monje que no tiene el don de
continencia.f52 La interpretación de Lutero y Calvino fue la de que el
matrimonio
es
sagrado pero no es sacramento. Es sagrado porque pertenece al orden de la
creación
no al de la redención. Como tal, razonó Lutero, el matrimonio debe
ser
algo administrado por el estado. Lutero creyó que el ministro de la iglesia
podría
participar en la ceremonia, pero que en realidad estaba funcionando
como un
oficial secular, representando al estado. El llegó a esta conclusión por
su
concepto de que el cristiano tiene que vivir en dos mundos, el espiritual y el
secular,
siendo fiel a Dios en ambas esferas. Los reformadores reaccionaron
fuertemente
contra la concupiscencia de muchos sacerdotes y dirigentes
católicos
de su época. Desgraciadamente, a la Reforma no le fue permitida
tener
ninguna entrada en España, de donde los colonizadores llegaron a las
Américas.
En un sentido general la reforma salvó el matrimonio para los
cristianos
para que lo vieran como algo legítimo y sano para ellos y no como un
estado
inferior al del clero. Sin embargo, el proceso de la secularización
después
fue llevado a un extremo tal que ni la iglesia ni la Biblia mantienen
mucha
influencia sobre la marcha del matrimonio ni del hogar en estos días
presentes.
4. De la Época Moderna: La Nueva Moralidad
Bainton
explica que la era moderna ha enfatizado el compañerismo y la
igualdad
entre los esposos.f53 quizá
este movimiento de democratizar al hogar
es un
fenómeno experimentado más en América del Norte que en el sur del
continente.
Por ahora, lo que se busca en este estudio es comprender algo de
las
razones de tanta confusión al respecto del sexo.
Sin
duda, en la actualidad, el sexo es mal entendido por la onda de una nueva
moralidad
que promueve una secularización y humanización del trato sexual en
todos
sus aspectos. Hay la corriente común de la proliferación de pornografía y
de toda
clase de lujuria. Las guías de este estilo de vivir son revistas como
Playboy y Penthouse. El gusto del individuo es lo que
vale en este sistema. Ira
Reiss
justifica este modo de vida, diciendo que la moral es algo privado.
También
dice que si las personas se aman, el sexo antes o fuera del matrimonio
está
bien con tal de que nadie sea perjudicado. Esto es permisividad con
afecto.f54 Esta interpretación de Reiss es lo que comúnmente se
llama la “nueva
moralidad”.
Al contrario, es una nueva inmoralidad. Sea cual sea su nombre es
la
causa fundamental de la confusión actual concerniente al sexo. Henlee
Barnette
expone otras causas de este movimiento de promiscuidad. Hay una
pérdida
en la autoridad de la iglesia sobre la moralidad social. Ha sido
popularizado
el concepto de romance que glorifica la fornicación y el adulterio
especialmente
en el cine y las revistas. Los jóvenes se están declarando libres
de la
cultura de los padres, quitando toda restricción moral para ser más
“abiertos”
para experimentar. Con “la píldora” y otros anticonceptivos
modernos
es más fácil evitar el embarazo. La industrialización ha proveído a la
mujer
una emancipación del hogar, dándole constantemente contactos sociales
y
profesionales con aquellos del sexo opuesto. Se agrega a todo esto la
facilidad
de movilizarse en automóvil y la comodidad de los moteles y se ve la
facilidad
que una cantidad de personas cada vez mayor tiene de actuar
ilícitamente.
La confusión es de tan grandes proporciones que en nuestros días
el sexo
es casi deificado, como en el antiguo culto a Venus o Afrodita.f55
Cuando
se levanta la cuestión de la nueva moralidad, es preciso entender que
hay un
grupo de comentaristas y teólogos de renombre que han desarrollado
una
ética racional que apoya esta interpretación liberal de la moralidad. Son los
sistemas
racionales y humanistas de aquellos, como John A. T. Robinson,
Joseph
Fletcher y Rudolf Bultmann, los que han planteado literalmente la nueva
moralidad.
Su posición eleva al individuo y sus valores personales por encima
de
cualquier regla o principio. Ellos afirman que el único principio es el amor
que se
espera que todo hombre utilice en sus decisiones. En realidad ponen
gran
confianza en que el hombre moderno sea el “nuevo” hombre, libre y
capaz.
Estos exponentes enseñan que en cada situación hay que sentir la
responsabilidad
para actuar con amor hacia otros.f56 Aun esto es lo que Dios
espera
de todo hombre, dicen ellos. La tendencia en la nueva moralidad es
hacer
que todo hombre sienta que es un paladín de moral correcta, cuando en
realidad
no es capaz de desligarse de su ego y amar verdaderamente con el
agape de Dios. En vez de aclarar el amor para el hombre
moderno, lo enredan
más. Es
interesante cómo Joseph Fletcher ilustra sus explicaciones del principio
de amor
con casos del acto sexual. El fin de su presentación no resulta en más
honra
para el matrimonio sino sirve para justificar el adulterio y la fornicación.
5. Resultados de la Confusión sobre el Sexo
Uno de
los resultados de la confusión corriente es la distorsión y aun
destrucción
de un amor verdadero. Hay una plena desconfianza en muchas
personas
que llegan al altar para contraer matrimonio. No debe causar sorpresa
que más
adelante esto engendre grandes problemas de celos entre la pareja en
su
relación personal. También estas presiones atacan la personalidad,
convirtiendo,
especialmente, a la mujer, en un objeto como un juguete o como
un
pedazo de caña que se chupa y después se tira. Quizá peor, es que la
práctica
promiscua hace que el acto sexual no sea más que una función animal,
es
satisfacer un apetito igual que el comer. En todo esto, está perdido el gran
concepto
original de Dios, en formar de dos personas una sola carne. Hay que
oír
otra vez <581304>581304>Hebreos 13:4:
“Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho
sin
mancilla; pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios.”
CLAVES DE LA FELICIDAD SEXUAL EN EL MATRIMONIO
Este
estudio no tiene el propósito de presentar datos y orientación sexual en el
sentido
técnico o médico, sino sólo escudriñar el asunto para destilar unos
principios
para la búsqueda de la felicidad en la cohabitación matrimonial. Para
la
lectura de materiales afines al punto de vista médico, puede consultarse la
bibliografía
al final de esta obra. Esperamos que esta parte del estudio no sea
en nada
ofensivo sino que sirva para quitar el velo del viejo tabú de que es
ilícito
hablar abiertamente sobre este tema. Ahora, veamos tres claves de
felicidad
sexual en el matrimonio.
1. El Sexo Es una Parte de la Comunicación Natural
entre los Esposos.
La
palabra bíblica para la relación sexual, y específicamente el coito, es
“conocer”.
(<010401>010401>Génesis 4:1.) Hay un
reconocimiento por parte de los hebreos
de que
en la relación conyugal uno recibe conocimiento o revelación. El
conocimiento
es múltiple. Uno llega a conocerse a sí mismo, ya sea como
hombre
o mujer. También los dos se revelan el uno al otro. Es aquí donde se
experimenta
la entrega total y donde se expresa el afecto más íntimo del cual
los dos
son capaces. Si no se abren o se revelan en este trato, frecuentemente
se
crean la sospecha y la ansiedad.f57 Es cierta una cosa, una vez que uno ha
entrado
en este conocimiento, la relación no queda igual porque ha pasado de
ser una
relación de conocimientos superficiales de sus personas y
personalidades
a un nivel mucho más profundo e íntimo.
Además,
la comunicación y el trato normal entre la pareja durante el día afectan
la
relación sexual. Solo es necesario recordar lo que los roces y conflictos
hacen a
la comunicación; se levantan barreras entre los dos. Es necio pensar
que el
hombre pueda hacer lo que le da la gana, no ser sensible a la esposa y
no
preocuparse de que ella tenga ansiedades o aun cansancio por haber
aguantado
a los muchachos todo el día, y esperar que al llegar a la cama haya
una
mayor felicidad en el acto sexual. Si hay sensibilidad, preocupación y
ternura
durante el día, es más factible que ella esté convencida de su amor y
cuidado
cuando venga la noche. Así la comunicación se cumple dentro de una
mayor
expresión de cariño.
2. La Meta Es Satisfacer el Uno al Otro.
Pablo
decía en <490528>490528>Efesios 5:28: “...los
maridos deben amar a sus mujeres
como a
sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama.”
También
Pablo aconseja a la pareja que cumpla con el deber conyugal para
evitar
las tentaciones del adulterio. (<460702>460702>1 Corintios 7:2-5.) La entrega del
cuerpo
entre los esposos demuestra el aprecio que tienen de sus cuerpos,
porque
una persona sana no hace algo dañino a su propia persona, sino la
sustenta
y la cuida. (<490529>490529>Efesios 5:29.) La
idea funcional aquí es que los dos se
preocupen
de cuidar el uno del otro y quieran hacerse felices. Al actuar así
cada
uno está mostrando un aprecio por sí mismo. El asunto es que el amor
(agape) busca lo mejor para
el objeto que recibe su cariño confiando en que
no se
pierde el esfuerzo. También, hacer que el otro sea feliz es una felicidad en
sí. Si
ambos compiten para ver cuál puede contentar más al otro, ¡imagínese el
contentamiento
que habrá! Es la vieja paradoja de que el que quiere ser el
primero,
sea el siervo de otros (<402027>402027>Mateo 20:27), porque la gente
naturalmente
se preocupa de aquellos que se preocupan por ellos. La verdad
de este
principio funciona magníficamente entre los esposos en todas sus
relaciones,
no solamente en la sexual.
Es un
arte saber satisfacerse mutuamente en el acto sexual. Mace explica que
esto:
requerirá
tiempo y paciencia. Es un gran error el imaginar que todo lo
que
debemos hacer es responder a los rápidos impulsos y todo ira
bien.
No somos animales, y como seres humanos debemos aprender a
controlar
y dirigir nuestros impulsos físicos para que sirvan a un
propósito,
y no frustren los altos fines de la vida humana.f58
Nunca
está fuera de moda que el hombre sea sensible y tierno. El éxito en esta
relación
se logra cuando el hombre está viviendo sabiamente con la esposa,
dándole
honor como a vaso más frágil. Ella a su vez lo satisface cuando se
sujeta
a él. (<600305>600305>1 Pedro 3:5-7.)
3. El Factor de Tiempo
Ya se
ha mencionado que el acto sexual no es para cuando haya apuros, sino
cuando
haya tiempo suficiente para una entrega consciente y adecuada. Por
eso,
puede ser efectuado mejor cuando es posible realizar conscienzudamente
los
primeros dos elementos de cumplir la buena comunicación e intentar
satisfacer
el uno al otro. No hay una regla fija sobre la frecuencia del acto.f59
Nunca
debe ser algo forzado. Es mejor esperar si cualquiera de los dos siente
mucho
cansancio. La regla sana es esperar hasta cuando los dos tengan la
mayor
oportunidad y deseo de entrar en el acto sexual.
También,
hay otra clave para la felicidad sexual en cuanto al asunto de tiempo.
La
naturaleza del hombre es excitarse rápidamente, mientras la mujer es mucho
más
lenta en lo mismo. Se requiere tiempo para excitarla y prepararla para el
acto.
Las caricias estimulan y son una expresión de ternura que la mujer
necesita.
No es algo en lo cual se debe apresurar. Recordemos que la mujer
normalmente
puede gozarse del sexo sólo cuando esté relajada y entra en éste
con
plena confianza de que el marido la está ayudando y quiere que ella esté
contenta.
Este convencimiento sicológico en la mujer de que su galán es su
principal
protector, no se logra con un par de palabras y un poco de
maniobras.
La
naturaleza de la mujer es de responder más lentamente al acto sexual y
requiere
que el hombre no se precipite, durante ni después del acto, porque una
vez que
la mujer esté excitada no se relaja rápidamente. El hombre debe seguir
con sus
atenciones, caricias, conversación, etc., aun cuando todo el acto en sí
ha
terminado felizmente. De otro modo el silencio o el sueño del hombre es
recibido
por la mujer como una comunicación brusca, contraría al cariño
cabal.f60
Estas
tres claves para la felicidad sexual sirven de principios para una mayor y
profunda
relación entre la pareja. No es el designio de este estudio entrar con
más
detalles en esta materia sino sólo tratar de levantar suficientes ideas al
respecto
que por un lado se quiten las dudas elementales y por el otro lado se
planteen
unos conceptos sanos sobre el trato sexual dentro del matrimonio.
PLANIFICACIÓN FAMILIAR
Para
terminar este capítulo, se considera importante aclarar uno de los fines
principales
del sexo dentro del matrimonio: engendrar niños. Ha sido lo más
natural
para una pareja, desde que Adán y Eva comenzaron el proceso. Dios
dijo a
aquella primera pareja en forma de una bendición: “Fructificad y
multiplicaos:
llenad la tierra, y sojuzgadla...” (<010128>010128>Génesis 1:28). Ellos y sus
herederos
tomaron en serio la primera parte del mandato de Dios, pero sólo es
en esta
segunda mitad del siglo veinte que hemos llegado a presentar atención al
asunto
de “sojuzgar” la creación, particularmente con referencia al número de
niños
que procreamos.
La
planificación familiar, debe ser bien entendida como la decisión responsable
de los
esposos para tener solamente el número de niños que quieren y creen
que
pueden criar. El doctor José G. Carrero, de San Cristóbal, Venezuela dice:
...no
es otra cosa que una intervención médica que tiene el propósito de
dirigir
y cuantificar la procreación de los hijos que una pareja puede
tener,
cuidar y educar óptimamente.f61
Todos
los niños son dádivas de Dios. (<19c703>19c703>Salmo 127:3-5.)f62 La pareja
cristiana
debe considerar la posibilidad de tener cuantos niños cree poder
preparar
adecuadamente para una vida cristiana y productiva.f63
Para
realizar una planificación familiar, normalmente hay que practicar el control
de la
natalidad. La razón por querer hacer esto son ciertos factores y presiones
sociales
y personales. En lo social, la presión más grande viene de la explosión
demográfica.
En el mundo actual hemos llegado a la suma de casi cuatro
billones
de habitantes. Esto ha traído una creciente presión sobre el espacio
vital y
los limitados recursos disponibles. Hay muchas voces levantándose en un
esfuerzo
de hacer conciencia en la ciudadanía mundial de la crisis que ya existe.
Es
tarea de los cristianos actuar conscientemente a la luz de esta necesidad y
también
recordar la seriedad de la segunda parte de <010128>010128>Génesis 1:28.
Una
razón personal de planificar el tamaño de la familia puede ser la salud de la
madre,
especialmente si existe el peligro de perder la vida por estar encinta.
Algunas
mujeres sufren grandemente por el proceso del embarazo y sus
cuerpos
se debilitan mucho. Es justificable tomar en cuenta su salud. También,
cuando
se descubre que hay enfermedades en uno de los cónyuges que pueden
causar
que un niño nazca físicamente defectuoso, hay justificación para prevenir
el
nacimiento. Otra buena razón, y quizá la más usada, es la de procrear sólo el
número
de niños que la pareja considera que son capaces moral, espiritual,
emocional,
y económicamente de criar, educar y guiar. Sin embargo, no es
justo
evitar tener niños simplemente porque la pareja quiere subir su nivel
económico
de vida.
Son
siempre de alta importancia los motivos de la pareja en este asunto. No se
puede
justificar el evitar la concepción por razones de baja moral. (Véase el
caso de
Onán. <013808>013808>Génesis 38:8-10.)
Pero si guardan los altos motivos de su
amor,
tales como el compañerismo, la buena comunicación y la satisfacción
mutua,
con el fin de seguir la dirección de Dios, tendrán un sentido de haber
cumplido
el deber conyugal (<460703>460703>1 Corintios 7:3) y de haber sojuzgado algo de
la
creación que es su responsabilidad —la procreación. (<010128>010128>Génesis 1:28.)
Para
efectuar algún control de la natalidad se necesita el conocimiento de
algunos
métodos. La mayoría de los métodos involucra una intervención
médica,
con la excepción del método del ritmo (o el natural). En este, la pareja
simplemente
calcula el período de los 4 o 5 días cuando ella está ovulando y
evitan
la cópula en este tiempo. También pueden medir la temperatura de la
esposa
diariamente porque en el momento de la ovulación hay una repentina
subida
de la temperatura corporal.f64 Sin embargo, aun con este método, hay
que
tomar precauciones extras.
Los
otros métodos del control de la natalidad son de índole médico. No hay
ninguno
que sea perfecto para todas las parejas. Es aconsejable siempre
consultar
a un médico para recibir su prescripción e instrucción sobre el
método
que él considera mejor basado en su análisis del caso y el estado físico
de la
pareja, especialmente el de la mujer.
Estos
métodos médicos incluyen la “píldora” o anticonceptivo oral, el
diafragma,
cremas, gelatinas o espumas, y el dispositivo intrauterino. La píldora
y el
dispositivo en general han sido los más efectivos. Otros dos métodos por
medio
de la cirugía son los de ligar las trompas de la mujer o que el hombre se
someta
a la vasectomía, o sea cortar los conductos espermáticos que llegan
cerca
de la piel del escroto. Estos últimos dos son medios permanentes y se
consideran
como actos de esterilización.f65
Lo malo
de todos estos nuevos métodos de anticoncepción es la posibilidad de
algunos
abusos. Los jóvenes y los de mala intención se aprovechan de ellos
para
experimentar o para vivir en promiscuidad. Sin embargo, los abusos no
anulan
sus usos legítimos dentro del matrimonio, porque fue para tal empleo
sano
que han sido diseñados. Como ha sido el caso desde la creación, el
pecado
del hombre ha sido la distorsión y el abuso de lo bueno creado por
Dios.
Debemos como cristianos siempre guardar toda reverencia para esta
faceta
de la buena creación de Dios (<010131>010131>Génesis 1:31), expresamente lo
sexual
dentro del matrimonio.
EJERCICIOS DE APRENDIZAJE
Cuestionario:
1. ¿Por qué se debe ver el sexo como algo normal y sano
dentro del
matrimonio?
2. ¿Qué quiere decir “una sola carne”?
3. ¿Por qué no puede ser el acto sexual una simple función
biológica o física?
4. ¿Cómo se entiende la poligamia del Antiguo Testamento?
¿Ha sido alguna
vez
aprobada por Dios?
5. Lea <200515>200515>Proverbios 5:15-19; <210907>210907>Eclesiastés 9:7, 9: Cnt. 6:6-12. ¿Cuál es la
actitud
de estos escritores bíblicos hacia el sexo en el matrimonio?
6. Complete esta oración desde el Texto: Pablo apoyó el
celibato como un
estado
de mayor Para las cosas del señor, pero nunca lo destacó
como
algo de superior sobre el matrimonio. Pablo también reconocía
que era
necesario tener un don de dios para vivir la vida célibe. ¿Cuál don es?
7. Generalmente, ¿cómo interpretaron el celibato los padres
de la iglesia?
8. ¿Cómo explicaba Agustín la procreación en su concepto del
matrimonio
como un
sacramento?
9. ¿Cómo fue el amor cortesano (o romántico) un culto al
adulterio?
10. ¿Qué es lo que vale en el sistema de la nueva moralidad?
¿Cómo justifica
Ira
Reiss este modo de vida?
11. Explique tres resultados de la confusión moderna sobre el
sexo.
12. Mencione y explique brevemente tres claves para la
felicidad sexual en el
matrimonio.
13. Dé una razón social para la planificación familiar.
Indique tres razones
personales
por qué se planifica el número de niños.
Para la Dinámica de Grupo:
1. Basado en el estudio bíblico, compare las siguientes
ideas escriturales:
(1) ¿Cuál es la relación entre sarx y soma, especialmente cuando son usados
en
conexión con “una sola carne”?
(2) ¿Cuál es la relación entre agape y eros en el trato matrimonial?
2. He aquí, un caso para resolver en grupo:
Ricardo
está a punto de divorciarse de Carolina. Ambos son cristianos pero
ninguno
tiene una vida muy profunda en lo espiritual. Ricardo tenía una vida
bastante
desordenada antes de ser cristiano. Cuando conoció a Carolina,
pensaba
que ella era una persona muy “inocente” y, por lo tanto sería una
esposa
cristiana ideal. Pasaron unos meses y se casaron pero Ricardo tuvo
problemas
en las relaciones sexuales con Carolina porque ella sí era inocente y
él no
se sentía con la libertad que antes sentía con otras mujeres. Al contrario,
sentía
pena por su vida anterior y su sentido de culpa le frustraba en su relación
personal
con la esposa. Además, él había imaginado que ella le sería una mujer
muy
perfecta por ser bonita, quieta y, sobre todo cristiana. Ella frustraba a
Ricardo
por portarse a veces con algo de frialdad o por su juego de inocencia,
o sea,
ella rechazaba sus avances y esto confundía a Ricardo. ¿Cómo se les
puede
ayudar para que eviten el divorcio?
Un Estudio Extra:
Haga un
bosquejo para un sermón o estudio devocional basado en uno de los
siguientes
pasajes: <200501>200501>Proverbios 5:1-23; <460702>460702>1 Corintios 7:2-9; <520401>520401>1
Tesalonicenses
4:1-8.
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