viernes, 11 de septiembre de 2015

COMPLETA DESVERGÜENZA





Por Pr Manuel A Morejón Soler El Vedado, La Habana, septiembre de 2015

En muchos aspectos,  aselgeia  es la palabra más fea de las que figuran en la lista de pecados que da el NT, esta se encuentra con mucha frecuencia en Marcos. 7:22; Romanos 13:13; 2 Corintios. 12:21; Gálatas. 5:19; Efesios. 4:19; 1 P. 4:3; 2 P. 2:2, 7, 18; Judas. 4. La Versión Reina Valera Antigua la traduce oscilando entre "lascivia" e "impudicia", y la misma versión, revisión de 1960 la traduce como "lascivia". Algunas traducciones regularmente la traducen también  como "impureza". Pero, hasta cierto punto, todas estas traducciones fallan al dar la característica esencial de esta palabra.

Aselgeia expresa como el espíritu no conoce limitaciones y que osadamente sigue en pos de cualquier capricho, desvarío e insensato desenfreno que se proponga. Un hombre puede ser impuro y ocultar su pecado, pero el hombre que es  aselges  sacude a la decencia pública.

El hombre en cuya alma mora  aselgeia está tan en las garras del pecado, es tan bajo su dominio, que no le importa lo que los demás digan o piensen mientras pueda satisfacer su mal deseo. Es el hombre que ha perdido la vergüenza. La mayoría de los hombres tienen la suficiente decencia como para procurar ocultar su pecado, pero al  aselges hace mucho que eso dejó de preocuparle. Es culpable de cualquier conducta ultrajante y le tiene absolutamente sin cuidado todo lo que no pueda  satisfacer sus deseos.

Es Josefo quien mejor matiza el significado de  aselgeia. Este escritor judío la empareja con  manía, "locura", y declara que ése era el pecado de la reina Jezabel cuando erigió un santuario a Baal en la Ciudad Santa, la misma ciudad de Dios. Semejante acto era un ultraje que desafiaba toda decencia y provocaba toda opinión pública.  Aseigeia es una palabra fea. Es la insolencia sin límites de quien ha perdido la vergüenza.

La corrupción es una puerta abierta al espíritu de aselgeia y el exceso de poder ilimitado corrompe.



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