Por Pr.
Manuel A Morejón Soler, El Vedado, La Habana.
La primera
distracción
Es muy fácil distraerse cuando la oferta es
aparentemente buena y Satanás no desconociendo esta trampa, para distraer la atención
de Eva arremete en contra de esta cuando se encontraba, sola con un ataque
sutilmente mortal:
“-
¿Así que Dios les ha dicho que no coman del fruto de ningún árbol del jardín?"
(Génesis 3:1).
¡Eva estaba consciente de que la consecuencia de su
desobediencia podría provocar la muerte, pero la hermosura del fruto del árbol
la distrajo de tal forma que olvidó las secuelas y pecó! (Génesis 3:6)
Concepto de
distracción*
Distracción
es una forma del comportamiento humano que consiste en una desviación de la
atención por parte de un sujeto cuando éste debe atender a algo específico. La
distracción puede ser un fenómeno absolutamente mecánico, y puede ser causado
por una falta de interés en el objeto de la atención, un mayor interés o
atracción hacia algo diferente al objeto de la atención o bien por trastornos
de la atención. Las distracciones provienen de fuentes externas, como los
reconocidos por los estímulos y sentidos físicos, o por fuentes internas, como
el pensamiento, emoción o fantasías.
Una
forma de hallar la distracción que nos produce una acción frente a otra es
asignando un valor entre 1 y 100 a cada acción de forma que entre las dos
acciones sumen 100 (acción 1 + acción 2= 100) el valor con mayor valor absoluto
es el que más nos interesa.
La filosofía cubana
de la distracción
Hoy
la Revolución a través de todos los medios de comunicación anuncia
aparatosamente al Mundo a Cuba como una “potencia médica”, capaz de exportar miles
médicos y profesionales de la salud del lado de nuestras fronteras hacia cualquier
lugar del Mundo.
Distracción
muy bien manipulada para alejar la verdadera realidad que padecemos los cubanos.
Para
nadie es un secreto que La Habana es la capital de la basura de las Américas y
asimismo un país entre los primeros lugares del ranking de epidemias de dengue,
chikungunya, cólera y otras enfermedades diarreicas y respiratorias, que se les
ha ido del control a las autoridades.
Lo
peor de todo es que por falta de información necesaria sobre las estadísticas de
estas enfermedades al pueblo ya hay víctimas fatales.
Las
misérrimas autoridades sanitarias de la Cuba pre-revolucionaria desde el año
1940 habían eliminado el dengue en el país y aunque adolecían de la rimbombante categoría de “Potencia Médica”
poseían el más estricto control para impedir la entrada de éstas y otras
enfermedades.
Así como Eva estaba consciente que la consecuencia
de su pecado podía provocar la muerte,
se dejó distraer por la hermosura del fruto del árbol, ocasionando la peor de
las catástrofes de toda la historia de la humanidad.
Hoy la hermosura del dólar que puedas recibir por
las misiones en países extranjeros puede que sea a cambio de la vida hasta de
uno de tus seres queridos o la tuya misma. El lugar de uno debe ser donde se es
más útil, para su pueblo.
No todo lo bueno es lo mejor.
*Referencia
Masson, S.A., J.
J. López-Ibor Aliño, Juan José López-Ibor, Tomás Ortiz Alonso, María Inés
López-Ibor Alcocer Lecciones
de Psicologia Medica (en español). Publicado por Elsevier España, 1999; pág
405. ISBN 84-458-0810-9
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