JHVH promulgó siete juicios contra la nación de Israel y
la castigó por las transgresiones de sus
gobernantes. Un destino similar espera a todos los poderosos que practican
tales pecados si no se arrepienten y se vuelven a Él.
Este contenido se
encuentra en Isaías 5.8-25:
¡Ay! contra
los que acaparan casas y terrenos. (Verso: 8-10)
¡Ay! contra la vida inmoral de los poderosos. (Verso:
11-17)
¡Ay! contra
los que con sus acciones se burlan de Dios. (Verso: 18-19)
¡Ay! contra
los que pervierten los conceptos morales. (Verso: 20)
¡Ay! contra
los que se creen sabios. (Verso: 21)
¡Ay! contra
los jueces corruptos. (Verso: 22-24)
¡Ay! contra
los que promulgan leyes injustas y atropellan los derechos de los pobres. (Verso:
10.1-4)
Los placeres que no tienen la bendición de JHVH, pueden
destruirnos a la larga. Dejar a JHVH fuera de nuestras vidas es dejarle lugar
al pecado. JHVH quiere que disfrutemos de nuestras vidas (1ª de Timoteo 6:17),
pero que evitemos todo lo que nos pueda apartar de Él.
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