viernes, 28 de marzo de 2014

MI ONDA ES LA DE DAVID













                                                                                                                                                                                       Por Pr. Manuel A Morejón Soler El Vedado, La Habana.

Una historia de las historias más apasionantes en la Biblia la podemos encontrar en el  Libro  1 de Samuel; capítulo 17 desde el versículo 4 hasta el 54, el cual trata del comienzo del liderazgo de David; en donde la contrapartida de este pastorcito de ovejas de apenas 16 años es un enorme gigante y formidable guerrero profesional llamado Goliat.

Goliat
Dijo Goliat: “Hoy yo he desafiado  al campamento de Israel; dadme un hombre que pelee conmigo.” (1ª de Samuel 17:10)
 En aquellos tiempos era normal que un rey evitara una batalla muy costosa al enfrentar al guerrero más fuerte de su enemigo. Esto evitaba un gran derramamiento de sangre, porque el ganador de la pelea era considerado el ganador de la batalla. Goliat desde el punto de vista humano sabía que tenía una ventaja definitiva hasta sobre el rey de Israel. Goliat, de 2.70 m de estatura, ridiculizó durante 40 días seguidos a todos los soldados israelitas y parecía invencible ante ellos. Saúl, el más alto de los israelitas, pudo haber estado preocupado ,porque él era obviamente el rival más adecuado para Goliat.
Goliat se puede ver como un símbolo de enemigo del pueblo de Jhvh.

David
A través de toda la Biblia podemos ver que Jhvh se manifiesta a través de los más débiles. Con David, el hijo menor de Isaí no fue diferente. Este fue el último entre siete hermanos en ser llamado por Samuel para la elección como rey de Israel.  (1ª de Samuel 16:1-13). En las Escrituras el nombre de David se aplica solamente a él, como tipificación del lugar único que ocupa como antepasado, precursor y anunciador del Señor Jesucristo.
Goliat no sabía que pelear contra David, era también pelear contra Jhvh de los Ejércitos, por eso cuando lo vio delante de él quiso ridiculizarlo despectivamente dándole el trato de un perro antes de matarlo.
Ni la crítica de los hermanos, ni el desaliento del rey Saúl  y ni la burla pudieron detener a David para que enfrentara al paladín de los filisteos y lo venciera, porque él sabía que Jhvh estaba con él. 

Mi onda es la de David
Hoy la nación cubana está  paralizada de temor ante el Goliat espiritual que la oprime, pero asimismo como David reconoció la importancia de actuar, porque sabía que Jhvh estaba con él. Si sabemos que Jhvh de los Ejércitos está con nosotros, quién  contra nosotros..
¡Fe y adelante, nuestra onda es la de David! 


No hay comentarios: