viernes, 1 de noviembre de 2013

LA REBELION







Por Pr Manuel A Morejón Soler El Vedado, La Habana, noviembre del 2013

Por la rebelión del país, sus gobernantes son muchos…  (Proverbios 28:2 a)

En el sujeto de esta oración: "Sus gobernantes son muchos", significa que el descontrol prevalece en el país, que el egoísmo de cada persona afecta a los demás. Un empleado que roba en su centro de trabajo deteriora la eficiencia del mismo. Un chofer que bebe antes de conducir convierte las calles en inseguras. Un cónyuge que adultera, a menudo rompe varias familias. La delincuencia  se acrecienta como consecuencia de una sociedad en decadencia. La descomposición de una nación se pone de manifiesto cuando sus gobernantes son corruptos.

Cuando mucha gente vive para sí con muy poco interés en cómo sus acciones afectan a otros, la corrupción moral hace que la nación se derrumbe.
Para que un gobierno o sociedad perdure, necesita líderes sabios y bien preparados para sus funciones y estos son difíciles de encontrar.

¿Qué es una rebelión?
Una rebelión es, en la mayoría de los casos, una manifestación de rechazo hacia los gobernantes.

La rebelión resignada
Un hombre que se dice no así mismo es una de las tres formas de rebeliones, porque a pesar de estar inconforme con las decisiones que los gobernantes toman por él, resignada y pasivamente las acepta.

La rebelión pacífica
Está el rebelde pacífico pero activo, este no se resigna a que inconsultamente tomen las decisiones por él y manifiesta su inconformidad en forma de desobediencia civil para que le den lugar en el gobierno en la toma de decisiones.

 La rebelión armada
Es en la mayoría de los casos, una manifestación de rechazo a la autoridad pero a través de las armas Esto puede variar desde la desobediencia civil hasta un intento organizado y armado de destruir la autoridad establecida. El término también se usa para hacer referencia a la resistencia armada de un grupo insubordinado frente a un gobierno establecido. Aquellos quienes participan en una rebelión, son denominados rebeldes.

Una fruta podrida no hace falta que la tumben, esta se cae sola por la fuerza de su propia gravedad.




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