Un sacrificio humano es la ofrenda de una persona a
una deidad en señal de homenaje o expiación. Es toda muerte ritual de una o
muchas vidas a manos de un tercero o de una institución.
El sacrificio
de infantes recién nacidos era también una manera de aplacar a los dioses.
La
práctica mencionada varias veces en La Biblia de cumplir la orden de Yahvé de
matar a todos los habitantes de una ciudad, o variantes de la misma, como matar
a todos los seres humanos pero no los animales, o solo los humanos, o solo los
adultos, ha sido considerada por algunos estudiosos como un acto de complacer
al voluntad de Yahvé, y por lo tanto una forma de sacrificios humanos. Al Rey
Saúl se le quitó su reino por no cumplir esos procedimientos ordenados por
Yahvé.
Otro ejemplo de sacrificio humano en el Antiguo
Testamento es el de Jefté. Jefté promete a Yahvé sacrificar en su honor al primero que salga a recibirle a su regreso si
le ayuda a vencer a los Amonitas (Jueces 11:31).
Los sacrificios humanos han sido abiertamente practicados en muchas culturas
desde la antigüedad, se sacrificaba a las víctimas ritualmente de una forma que
pretendía apaciguar la ira o enojo de los dioses o también por el cumplimiento
de una promesa cuando las víctimas iban conscientemente al sacrificio.
Teorías
sobre el sacrificio.
Entre las distintas razones que han existido para la
práctica del sacrificio humano, parece haber las siguientes:
Salud
y buena fortuna:
En la India, algunos adherentes del tantrismo creen
que los sacrificios humanos a los dioses pueden cambiar su fortuna. Asimismo,
el sacrificio que acompañaba la inauguración de un edificio nuevo (un templo,
un puente, una pirámide), podía tener dicho fin. Una leyenda china afirma que
miles de personas fueron enterradas en la Gran Muralla. La “Regla de Palo
Mayombe” acepta sacrificios humanos (cambios de cabeza), por asunto de salud.
Preservación
de relaciones en el otro mundo:
En el caso de sacrificios que acompañaban la muerte
de un rey, de un gran sacerdote y de líderes en general, éstos solían servir a
dar compañía al difunto en el otro mundo. Los mongoles y varios monarcas mesoamericanos
podían llevarse consigo a la tumba gran parte de su casa, incluyendo criados y
concubinas.
Adivinación:
Un sacerdote intentaba predecir el futuro a partir
de los miembros y órganos del cuerpo de un preso o de un esclavo sacrificado
Desastre
natural:
Las sequías, los terremotos, las erupciones
volcánicas, entre otras catástrofes naturales, fueron consideradas una muestra de la cólera o del descontento de
dioses. Los sacrificios eran realizados para apaciguar la ira divina.
La
manipulación.
Actualmente en las religiones occidentales se ha
establecido un vínculo directo entre el sacrificio humano y el pacto con el
Diablo, por lo que ya esta práctica no se puede ejercer abiertamente.
Es por esto que solapadamente hoy estos rituales de
ocultismo satánico se practican hasta a nivel de Estado y a través de los
medios, pero enmascarados en el arte y la cultura (Sociedad Yoruba de Cuba).
La práctica sin misericordia de sacrificios humanos continúan (los balseros
han sido entregados en ofrenda a Yemayá Olocum, la diosa del mar). Estos
rituales en Cuba son “Secreto de Estado”,
absolutamente controlados por la “Jerarquía Verde Olivo”, en contubernio con
pseudo sacerdotes envilecidos que han vendido sus almas al diablo.Renovación del pacto de sangre.
El PSUV convoca a una marcha para defender los logros de la Revolución
“El 23 de enero las fuerzas de la Revolución van a la calle a tomar Caracas por los cuatro puntos cardinales”, dijo Jorge Rodríguez., miembro de la Dirección Nacional del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), durante una rueda de prensa en la sede nacional del Partido, en Caracas.
Es muy posible que con esta convocatoria se esté elaborando una ocasión para la renovación del pacto bolivariano que reclama de sangre humana para la reafirmación y la salud del Presidente Hugo Chávez Frías, que en una ocasión ante la Asamblea Nacional Venezolana y personalidades de su gobierno dijo: “Aprovecho la oportunidad una vez más para maldecir desde el fondo de mi alma y de mis vísceras al Estado de Israel, maldito seas Estado de Israel”, en franco desafío a las palabras del Creador: Bendeciré a los que te bendigan y maldeciré a los que te maldigan. (Génesis 12:3)
Con absoluta seguridad el Comandante Chávez está pagando el precio de su petulancia y altanería pública ante Dios, y si no se humilla y contrita su corazón, de nada le servirán todos los holocaustos para salvar su alma.
morejon777@gmail.com
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