Aunque algunos pecados producen peores consecuencias que
otros, desde la perspectiva de Dios, el pecado siempre es pecado.
Su perdón cubre todos ellos, pero algunos nos ponemos por
encima del Señor y no estamos dispuestos a perdonarnos a nosotros mismos.
En ningún lugar de la Biblia dice que Dios perdona todos nuestros
pecados sin excepción. Si usted decide endurecer su corazón para no perdonar, tendrá que luchar con:
• Incertidumbre en
cuanto a qué posición tiene delante de Dios.
• Un comportamiento
compulsivo indeseable.
• Falsa humildad, no
espiritual.
• Auto negación
exagerada.
• Desconocimiento de
las prioridades de Dios para usted.
• Subestimar su
utilidad en la obra de Dios.
"Amados, si nuestro corazón no nos reprende, confianza
tenemos en Dios".
(1 Juan 3:21)
Muchos cristianos que saben que Dios los ha perdonado
todavía se sienten abrumados
con su auto condenación. Esos corazones atormentados deben
reprender las mentiras de
Satanás y decirle: "¡Yo estoy cubierto con la sangre de
Cristo!"
"Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los
espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el
mundo".
(1 Juan 4:1)
Si está usted luchando con la auto condenación, memorice los
siguientes pasajes de la
Biblia:
El Espíritu de Dios puede triunfar donde usted ha fallado
1 Juan 1:9 "Si
confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados,
y limpiarnos de toda maldad".
Hebreos 8:12
"Porque seré propicio a sus injusticias, y nunca más me acordaré de
sus pecados y de sus iniquidades".
Isaías 1:18 "Venid luego, dice Jehová, y estemos a
cuenta: si vuestros pecados fueren
como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren
rojos como el
carmesí, vendrán a ser como blanca lana.
Romanos 8:1
"Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo
Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme
al
Espíritu".
1 Juan 1:7 "pero
si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con
otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo
pecado".
Romanos 5:1
"Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio
de
nuestro Señor Jesucristo".
Romanos 8:33-34
"¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica.
¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también
resucitó,
el que además está a la diestra de Dios, el que también
intercede por nosotros".
Mateo 6:14-15
"Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también
a vosotros vuestro Padre celestial; mas si no perdonáis a
los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras
ofensas".
Filipenses
3:13-14 "Hermanos, yo mismo
no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo
que queda atrás, y extendiéndome a lo que
está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo
llamamiento de Dios
en Cristo Jesús".
F. Compañerismo con su amigo
¿Recuerda que cuando era niño alguna vez se cayó y se raspó
la rodilla? ¿Corrió con su
mamá para que ella lo cargara y besara hasta que desaparecía
el dolor?
En forma milagrosa, siempre lo lograba. Usted volvía a
sentirse bien y corría a jugar nuevamente. Lo mismo se aplica cuando usted
lleva a Dios su vida lastimada y rota. ¡Él lo perdona y olvida! ¡Siempre funciona!
Y cuando confiamos en él... ¡él nos quita la culpabilidad!
Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en
Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al
Espíritu".
(Romanos 8:1)
EL PERDÓN
"Al ver él la fe de ellos, le dijo: Hombre, tus pecados
te son perdonados".
(Lucas 5:20) (Continuará)
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