Por Pr Manuel A
Morejón Soler El Vedado, La Habana.
Desde la antigüedad a los monarcas y
príncipes se les erigían portentosos funerales y majestuosos panteones. Tales
son los ejemplos de las pirámides de los faraones en Egipto, la muy renombrada abadía
de Westminster en la ciudad de Londres, Inglaterra, y el no menos famoso Mausoleo de Lenin, conocido también como
Tumba de Vladimir Ilich Lenin situada en la Plaza Roja de Moscú,
donde su cuerpo embalsamado lleva expuesto al público desde su muerte, en 1924.
En ese aspecto Cuba no será diferente al resto del mundo, por lo que es muy probable que ya esté en proyecto un monumento para el líder de la Revolución cubana.
¿El mausoleo cómo y dónde será? Hay quienes dicen que en Birán (lugar de
su nacimiento) se ejecutará el panteón del afamado líder de la Revolución,
otros que el Mausoleo se erigirá especialmente para él en el centro de la
capitalina Plaza de la Revolución, así como también unos apuestan que será incinerado y otros en que será
embalsamado.
Solamente el pueblo cubano conocerá la
verdad cuando toda la intriga que rodea al máximo líder de la Revolución cubana
deje de ser un secreto de Estado.
La inmortalidad no es humana.
Los seres humanos se obstinan tercamente
en inmortalizar con monumentos majestuosos, emblemas e íconos a sus líderes,
pero lo que sí es real es que la vida no se puede perpetuar a través de ningún
medio natural. El testimonio personal, o
sea lo que dijo y lo que hizo, es lo que confirma a cada hombre de quien fue.
Los
restos mortales de los que reposan en esas tumbas serán solo un recuerdo que
será mucho más vago según transcurra el tiempo y los que fueron célebres y
famosos en su época no trascenderán como los monumentos donde ellos yacen que
serán escogidos esencialmente con un interés turístico.
El contenido de estas tumbas son las que
han hecho famosos estos monumentos, pero la tumba de Cristo, que es la más
gloriosa, lo es por lo que no contiene.
“La muerte no es el extinguir la luz de
un cristiano, sino el apagar la lámpara porque ha llegado el amanecer.
Jesucristo dijo:
Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá”. Juan 11:25
Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá”. Juan 11:25
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