Por: Mario Mayim Travieso.*
La Revolución Cubana se ha mostrado impotente en 50 años para solventar las necesidades más elementales del hombre. El salario básico de un cubano no puede suplir los medios esenciales de consumo para que una persona viva un poco por encima de los simios. La gente hace tramoyas, roba, inventa pero lo incomprensible es que cientos de miles de benditos cubanos no quieren el cambio, sólo porque le temen a lo nuevo.
De manera contraria, Dios quiere la igualdad en su reino. Jesús dijo que la voluntad del Padre era, como en el cielo, así también en la tierra. La prosperidad, salud, gozo y bienestar celestial. Dios quiere que sus patrones sean implantados en la tierra. A los apóstoles les persiguen por que predican esa bendita doctrina, por eso somos combatidos, encarcelados y algunos hasta han sido asesinados en otras naciones.
La palabra patriota lo define cualquier diccionario como la Encarta o el Larousse, como la persona que tiene amor por su patria, procurando todo su bien y la defiende. Hay muchos patriotas amantes de la Palabra de Dios, en nuestra nación, sólo que con ideologías diferentes a los políticos Marxistas o Fidelistas. Amamos a Cuba y queremos lo mejor para nuestra nación y la defendemos desde nuestra fe cristiana. Hace sólo un par de años atrás la nación cubana pasó uno de los tsunamis morales más escandalosos de los últimos 50 años. Fue cuando un grupo de altísimos dirigentes fueron sorprendidos en garrafales delitos de corrupción. Si en ese tiempo en Cuba hubiera habido una mesa principal de donde saliera la ley a la nación, dos de las cuatros patas de esa mesa cayeron en vergonzosos descréditos que hicieron temblar los cimientos políticos del estado. Antes de este grupo, que encabezaron el canciller Felipe Pérez Roque y vicepresidente del consejo de estado Carlos Lage, se quedaron en el extranjeros traicionando los intereses que, por décadas, habían defendidos y robándose cuantiosas sumas de dinero que majeaban producto de sus responsabilidades muchos otros dirigentes de diferentes esferas. Eso es escandaloso e inmoral.
Al principio la revolución abogó por un hombre nuevo. Todos los que conocíamos a Cristo sabíamos que eso era idílico, porque sin el nuevo nacimiento que viene por el arrepentimiento, es imposible un hombre nuevo. Nos da compasión de cómo anda la nación en muchos renglones que se han deteriorado al extremo. Observe que expreso compasión y no lástima, porque los que tienen lástima se quedan con ella, pero los misericordiosos pueden ayudar a los necesitados. Es precisamente ahí donde radica el valor de un hombre integro.
Nosotros los cristianos tenemos mucho que darle a Cuba, porque donde se presenta un hijo de Dios autentico se acaban las corrupciones y desfalcos. Es que la obra que hace la iglesia no hay policía, ni cuerpo de vigilancia que lo logre hacer. La policía tiene la fuerza física, pero nosotros tenemos la fuerza espiritual que controla lo que se mueve detrás de la violencia, la corrupción y la maldad. Deseamos establecer principios de reino que llevarían a la nación a una mejor condición y que se nos ha vedado. Por lo menos queremos intentarlo, después que otros ya lo hicieron y fracasaron. La nación está en ruinas en muchas áreas y eso no es un secreto para ningún gobernante. La justicia es una avenida de doble senda. Si exijo justicia, también tengo que darla. Si es injusto que EE.UU. tenga a 5 cubanos presos en cárceles norteamericanas, por qué entonces persiguen lo apostólico y les quitan a estas iglesias la libertad y el derecho constitucional de reunirse. Nuestra carta magna aprueba cualquier tipo de creencia que el ciudadano escoja.
Quitar el derecho de nacer a nuevas iglesias es tan ilegal como las reclamas que hace el gobierno cubano para eliminar el bloqueo. Según la administración cubana, el bloqueo mata niños porque no le llegan medicamentos, mata ancianos que son privados de alimentos. El bloqueo es injusto y criminal. Todos los países del mundo lo saben y se oponen. Pero perseguir a la iglesia entorpeciendo su trabajo en diferentes áreas también es una forma de homicidio, ya que impide que los feligreses reciban el alimento espiritual necesario para mantener la salvación. Matar almas, según la Biblia es más criminal que matar cuerpos. Quitarle el derecho de salvación que todo hombre tiene, por la muerte de Cristo es inaceptable para los que aman a Dios y están comprometidos con su Palabra. Tenemos el derecho de practicar nuestra fe y de ser respetados por cualquier autoridad sin tener que pactar con ellas o amancillar nuestros principios. La iglesia y el estado deben estar separados constitucionalmente, así lo dice nuestra carta magna.
Hemos vivido en el país más politizado del planeta y eso ha traído confusión dentro del cuerpo de Cristo cuando se ha compartido este tema en la iglesia. La política véase, comunismo, socialismo o fidelismo esconde a un espíritu detrás de su aparente e inocua filosofía. Hay un falso concepto que expresa que en la iglesia no se habla de política. La Biblia tiene mucho de política, pero hay que saber discernir su meollo. Cuando se manejan en la nación leyes inmorales y ofensivas a Dios, como la aprobación del homosexualismo y el aborto, la iglesia no puede callar su voz, aunque sea la hija del presidente de la nación la que estimule su práctica.
Elías se paró ante Acab para decretar el juicio divino por culpa de la hechicería que permitía el rey. Luego se encontró con él después de tres años y le dijo al monarca: Yo no he turbado a Israel, sino tú y la casa de tu padre, dejando los mandamientos de Jehová, y siguiendo a los baales (1 de Reyes 18: 18). El profeta Daniel era un político en su tiempo; los profetas del Viejo Pacto entraban a la corte de los reyes a llevar la Palabra de juicio o bendición. Pedro y Juan se enfrentaron a los máximos dirigentes de la nación para defender a Dios y a su obra.
Todos los líderes cristianos son políticos, pero del reino. El reino es el gobierno de Dios que debe ser establecido y defendido con prioridad antes de defender cualquier ley constitucional. El anticristo será un líder político religioso, él gobernará hasta sobre los propios hijos de Dios que se queden en la Tierra. Los pastores son los encargados de libertar a los feligreses que vienen esclavizados del mundo. Esto no es en Cuba solamente, es en todas partes del mundo. Ellos son libertadores de conciencia. Eso no es política, es evangelio. Los líderes llamados al ministerio son responsables, delante de Dios por medio de la Escritura, de transformar las mentes de hombres atados y confundidos y limpiarlos con el jabón de la Palabra.
Hay una línea muy sutil para discernir lo que es politizar o no un mensaje. Las iglesias apostólicas hicieron una guerra espiritual muy fuerte para el último congreso del PCC cubano. Se metió para el gran evento de los comunistas cubanos, ayuno, oración, vigilias, declaraciones y proclamaciones proféticas de todo tipo. Se terminó ungiendo el día antes del congreso todos los Comité Provinciales del Partido en cada capital provincial y de la misma manera se hizo con los gobiernos y el Ministerio de Justicia. Si alguien piensa que eso es política está equivocado, es evangelio. Se decidía los designios de la nación y la Biblia dice que oremos para que vivamos quieta y reposadamente. Esa no era una reunión normal, era una cita donde se tenían que romper fortalezas espirituales y los únicos que pueden operar con el poder para destrozar esos cerrojos es la iglesia.
Pablo le dijo a Timoteo en su primera epístola: Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni contienda (1 de Tim 2: 8). Hay que enseñar al pueblo como orar, pues la paz de las naciones depende de las oraciones de los santos. Respetar las leyes constitucionales es un deber de cada cristiano, siempre y cuando la obediencia a los gobernantes no transgreda la Ley de Dios.
Las mujeres deben respetar a sus esposos siempre en todo, con la acepción de cuando estos la quieren arrastrar al pecado. Si el mandato del cónyuge es pecaminoso, entonces las mujeres deben negarse y obedecer la ley de Dios primero que a sus esposos. Ninguna mujer debe complacer a su esposo si este quiere asumir actitudes contrarias a la fe y el testimonio cristiano. Primero que el esposo está el mandato de Dios. De la misma manera pasa con los pueblos y sus gobiernos. Daniel se negó a aceptar el edicto del rey Darío de Media y Persia y aunque pagó por su aparente desobediencia, fue honrado por Dios de manera excepcional. Porque sobre el alto vigila otro más alto, y uno más alto está sobre ellos (Eclesiastés 6: 8b).
En Cuba hay hoy muchas mujeres cristianas como Ester que han dicho si perezco que perezca, pero también hay decenas de hombres llenos del espíritu santo, como los tres jóvenes hebreos para decir: He aquí nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará. Y si no, sepas, oh rey, que no serviremos a tus dioses, ni tampoco adoraremos la estatua que has levantado (Daniel 3: 17). Eso se llama fidelidad a cualquier precio.
Lo apostólico no lucha contra el sistema político cubano, lucha contra la injusticia y los abusos, que ha sido manifestado contra el pueblo de Dios y en especial contra la Reforma Apostólica.
*Pastor – Apóstol. Miembro de la directiva de la Coalición Apostólica Cubana. Dirige la Red Apostólica “Viento Recio” que cuenta con más de 20 pastores. Esta red está bajo la paternidad de Apóstol José Félix Coronel. Desempeña su apostolado en la Iglesia de Las Tunas, Cuba. Es Licenciado en Cultura Física y tiene una maestría y doctorado en Ministerio cristiano por estudios dirigidos.
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