viernes, 10 de febrero de 2012

PRIMERA PARTE: EL MATRIMONIO



Capítulo 2: Preparativos para el Noviazgo Las Amistades; Estrechando

Vínculos; Elementos de Selección; La Diferencia entre el Amor

Maduro y el Inmaduro; Sexo Prematrimonial; ¿Qué de las Caricias?

Hay tres decisiones fundamentales que uno normalmente espera tomar en su vida: decidir si sigue a Cristo como creyente y discípulo, escoger una vocación, y elegir al compañero(a) con quien casarse y compartir la vida. Como evangélicos ponemos mucho énfasis en capacitar a los nuevos creyentes doctrinalmente y en cuanto a las prácticas y la moral de la vida cristiana, todo antes de bautizarles. Sería una falla muy seria el no preparar bien a aquella gente para poder entrar en la vida del creyente, como miembro de una iglesia.

También nos preocupamos en prepararnos secularmente para nuestras vocaciones para poder ejercer bien un oficio o trabajo y así poder sostenernos económicamente. Pero debemos reconocer que hemos flaqueado en preparar a los jóvenes de nuestras iglesias para la tarea cuyo cumplimiento durará toda la vida, esto es, en seleccionar a su cónyuge y casarse, sabiendo lo que hacen y cómo hacerlo bien. Hace falta darles un buen adiestramiento y una buena orientación en este campo.

En el presente estudio serán investigados varios aspectos del noviazgo que incluyen: la amistad, las citas, los elementos de selección y algo de autoanálisis para calificar la compatibilidad entre los novios. Es preciso aquí tocar la delicada cuestión del sexo prematrimonial para ayudar a los jóvenes a entender bien el peligro que hay en ello.

LAS AMISTADES

Algunos piensan que la preparación para el matrimonio es un asunto de pocas semanas antes de la ceremonia. En realidad comienza en la cuna. Las relaciones que alguien forma, aun en la infancia, crean las bases para la forma en que se relacionará cuando entre en el noviazgo y el matrimonio. Si experimenta a temprana edad la seguridad y el aprecio con los padres y familiares es más probable que siga reproduciendo estas características dentro de sus amistades.

Por el contrario, el sentir inseguridad y rechazo puede crearle la incapacidad de relacionarse satisfactoriamente con sus semejantes o dentro de su círculo.

También es menester recalcar que la dirección que nuestras vidas toman se debe a nuestra forma de tomar decisiones. Si tratamos de elegir correctamente, nos creamos un hábito de éxito, pero las malas selecciones también nos traen su sentido de frustración. Alguien lo expresó una vez así: “Siembra un hecho y cosecha un hábito; siembra un hábito y cosecha un carácter; siembra un carácter y cosecha un destino”. La aplicación de este criterio es obvia en la selección de amistades y novios.

La manera en que uno se acostumbra a formar amistades afecta considerablemente cómo se relacionará con su novio(a) más tarde. Ganar y mantener buenas amistades es un arte que todos deseamos aprender. Se puede definir a un amigo como alguien que nos aprecia o nos quiere a pesar de conocernos. De modo que los amigos son de gran valor y han de ser tratados con cuidado. Este hábito de cuidar y nutrir la amistad crea un criterio estable para mantener la amistad íntima que se espera formar en el matrimonio.

El doctor Ralph Phelps hace resaltar que la amistad es engendrada por el ser amistoso, el mantener una buena disposición, el expresarse sinceramente, el saber dialogar y el manifestar un genuino interés en los demás. Son contraproducentes el egoísmo, la timidez, los modales incorrectos, la apariencia descuidada, la supersensibilidad, el mal genio, el faltar a los compromisos, la manipulación de otros y el ser criticón. La escuela primaria para el matrimonio es el trato que uno da y recibe con los amigos de ambos sexos durante el tiempo de la niñez y adolescencia.

ESTRECHANDO VÍNCULOS (Continuará)

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