miércoles, 21 de diciembre de 2011

Hermanas de Mujeres de la Palabra:

Una vez mas; como sierva de Dios nacida en Cuba les escribo pidiendole oracion por mi pueblo ante la brutal represion de la dictadura y el silencio de nuestros lideres evangelicos. Ha sido notorio y con resultados probados el papel de mediador y hasta de denunciante que han jugado lideres evangélicos en distintos paises latinoamericanos, logrando acuerdos y entendimiento entre las partes en conflicto, o cuando a existido represion del gobierno contra el pueblo, pero en el caso de la prision mas grande del continente (CUBA), no escucho el pronunciamiento publico de organizaciones o lideres evangelicos de latinoamerica, y mucho menos de la isla, salvo algunos pocos, y esos estan pagando un precio y en peligro sus vidas en caso de una salida sangrienta de la dictadura militar comunista mas vieja y enganosa de nuestro continente.
Dentro de la isla hay muchas personas en peligro, y estoy atalayando, que de cerrar nuestros labios hoy; es como consentir en la masacre que planean los represores cubanos y es nuestro deber avisar o prevenir para evitar que se derrame sangre inocente, porque si callamos quedariamos como homicidas ante Dios.

Esto no significa inmiscuirse en los asuntos internos de una nacion, esto significa cumplir con los mandamientos de Dios para con nuestro progimo hablando por los que no tienen voz . Le reitero la peticion a que me den la oportunidad de a traves de ENLACE hablarle a la comunidad cristiana latinoamericana sobre la Cuba que ellos no conocen y de la realidad que vive mi pueblo.

Hoy hermana, me levanto sobre mis rodillas intercediendo ante Dios por mi pueblo, y como la reina Ester voy delante del rey y donde sea, y si perezco, que perezca, Ester oro, ayuno, pero tambien se movio y hablo ante el rey asuero en favor de los suyos, y gracias a eso se salvaron y hasta hoy se celebra una fiesta de Purim.

Yo formo parte de Cuba y de los Estados Unidos, no pertenezco a ningun partido politico, ni a favor ni en contra del gobierno cubano; pertenezco a la unidad que forman el Padre, el Hijo, y el Espiritu Santo; me siento con autoridad para hablar del sufrimiento de mi pueblo incluyendo a la comunidad cristiana cubana porque yo sufri en mi propia piel la represion, pague un precio alto por ser cristiana, fui llevada a juicio en la Sala Especial de lo Penal del Municipio de 10 de Octubre, ciudad de La Habana (donde mismo enjuiciaron a Alan Gross, estadounidense enfermo y prisionero en Cuba por entregar telefonos celulares a la comunidad judia) y fui reprendida por orar por Israel, por confesar mi amor por los Estados Unidos, patria de mi padre y abuelos, fui metida en los calabozos en celda fria, humeda, pestilente, tras rejas y candados de la Unidad Policial de Aguilera y Lugareno, en 10 de Octubre, el dia 26 de febreo de 2009; donde querian que a cambio del permiso de salida yo firmara que a mi padre lo asesinaron los estadounidenses en la Base Naval de Guantanamo; le conteste a mis carceleros que la sangre de mi padre no estaba en venta y que Dios es el dueno de mi vida, por tanto no firmaria tal cosa ni dejaria de asistir a la SINA por mis clases de periodismo desde la Universidad de la Florida si ello me dejaban salir de ese lugar, volveria a la SINA, y asi lo hice. Les dije que como que Jesus Cristo esta vivi yo saldria de Cuba junto a mi hijo y ellos serian mis maleteros. Dios respaldo mis palabras; aqui estoy con mi hijo, y ellos (la Seguridad del Estado) fueron mis maleteros.

Le reenvio el comunicado de condena al aumento de la represion en Cuba, firmado por el Comite Panamericano Pro-democracia.

Estoy a su dispocision, en Cristo le saluda y bendice:

Miriam Brown, sierva de Dios.


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