La noche está muy avanzada, y se acerca el día; por eso dejemos de hacer las cosas propias de la oscuridad y revistámonos de luz. (Romanos 13:12)
La Biblia es muy clara en sus enseñanzas para que podamos comprender las características del tiempo en que estamos, aquí la noche se refiere al tiempo umbrío de maldad en que estamos y el día alude al regreso inminente de nuestro Señor Jesucristo.
La penumbra.
Este estado no es más que la fase inmediata a la oscuridad absoluta, es un estado de sombra, de opacidad y también una analogía de prisión.
Ficticiamente nuestra nación va saliendo de la penumbra, de la cárcel física, de la prisión económica y política, en fin de las mazmorras, pero hacia lo más lóbrego de la noche, hacia la muerte.
Lo umbrío
Cualquiera se preguntaría. ¿De dónde este loco ha sacado esta afirmación?
Y la respuesta es muy sencilla:
¡De la Palabra de Dios! Porque para que se acerque el día es inevitable transitar por lo más tenebroso y oscuro de la noche. (Romanos 13:12)
¡Y para que resucite nuestra nación, primero tiene que morir!
¡Sí, irremediablemente tiene que morir todo lo que no sirve, todo que asfixia y devora al pueblo para que este pueda resucitar!
En carta recientemente enviada al Dr. Fidel Castro por el Apóstol Carlos Alberto Montoya Palomino, en lo único que difiero de esta es donde dice que él cree que el ex presidente está desinformado por sus colaboradores de la realidad cubana:
“Voy a creer que a Usted no le cuentan la verdad de lo que está pasando en Cuba hace tiempo y en los últimos años se está incrementando mucho más.
En Cuba hay hambre, prostitución (adulta e infantil), homosexualidad abierta en las calles en todas sus manifestaciones, matonismo, grandes conflictos laborales y financieros, incremento del divorcio, grandes problemas de alcoholismo, adicciones a las drogas, mendigos, limosneros, desamparados en las calles, grandísimos y gravísimos problemas de vivienda”.
El Día está cerca
Las actitudes son tan importantes como las acciones.
Así como el celo lleva a la contienda, la miseria al robo, al alcoholismo, a la prostitución, a las drogas, a la mendicidad y al suicidio, el odio lleva al asesinato y la noche al Día.
Por eso es menester que dejemos de hacer las cosas propias de la oscuridad y revistámonos de luz para tener un nuevo amanecer en Jesucristo.
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