domingo, 1 de mayo de 2011

“PERTURBANDO LA FE”


Por Pr Manuel Morejón Soler El Vedado, La Habana, de mayo del 2011 (PD) imorejon@yahoo.es

Dicen las Sagradas Escrituras:

Pero con respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo, y nuestra reunión con él, os rogamos, hermanos, que no os dejéis mover fácilmente de vuestro modo de pensar, ni os conturbéis, ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta como si fuera nuestra, en el sentido de que el día del Señor está cerca. Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición, el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios.

2ª carta a los Tesalonicenses Cap. 2: 1-4

A través de los tiempos, en todo el Mundo, ha habido personajes que han sido hostiles a todo lo que Jesucristo representa. Estos anticristos han existido en cada generación y continuarán su obra de maldad en la justa medida que la iglesia se lo permita.

Desde la ofensiva atea-revolucionaria contra la iglesia y de todos los creyentes, al comienzo de la década del 1960, la iglesia en Cuba cedió un terreno que nunca más ha recuperado.

Y la pregunta es: ¿Por qué es que nunca la iglesia ha vuelto ha recuperar el lugar que le corresponde? La respuesta es muy sencilla: Porque los fieles sacerdotes, tanto protestantes como católicos, comprometidos con Jesucristo no les quedó más remedio que asumir una resistencia pasiva para poder preservar la verdadera Fe. En tanto los apóstatas renegados y oportunistas que se doblegaron para ser cómplices del régimen ateo imperante son los que actualmente ante el Mundo representan a la iglesia a través del Consejo de Iglesias de Cuba (CIC). .

A continuación presentamos los propósitos de la Ley de Cultos y Asociaciones entregada y expuesta ante el Parlamento cubano el 19 de mayo del 2005, por el Rev. Ibrahim Pina Borges y el Lic. José Manuel de la Rosa Pérez (ambos en el exilio actualmente)

El Proyecto de Ley de Cultos y Asociaciones Religiosas surgió por un propósito Divino y como una necesidad para el pueblo de Cuba puesta en el corazón de pastores y siervos de diferentes confesiones religiosas que funcionan de forma legal y otras sin amparo jurídico, ya que en la República de Cuba , en materia de libertad religiosa no existe ninguna Ley al efecto, sirviendo como base únicamente la Ley de Asociaciones como mecanismo regulador la cual adolece del defecto de no recoger en su total la voluntad del legislador expresada en los Artículos 8 y 55 de la actual Constitución de la República.

Los motivos que dieron origen a este proyecto fueron las restricciones en materia de libertad religiosa y la posibilidad de solicitar a través de propuestas cambios en las leyes que garanticen y respeten una Ley de separación de las instituciones religiosas del Estado, por la promulgación de una Ley de Cultos donde se establezcan las disposiciones siguientes:

1. El derecho a la libertad de conciencia y de culto religioso.

2. El derecho a la libertad de organización de las distintas confesiones.

3. El derecho al no reconocimiento a religión oficial alguna.

4. El derecho a la igualdad jurídica.

5. El derecho a la libertad de manifestación de las confesiones religiosas en el ámbito público.

6. El derecho a la libertad de la enseñanza religiosa.

7. El derecho a la colaboración y cooperación. (Estado- Iglesia –Sociedad)

8. El derecho a la propiedad.

9. El derecho al servicio religioso en los centros penitenciarios.

¿Por qué el nombre de Proyecto de Ley de Cultos y Asociaciones Religiosas?

Porque Cuba carece de un proyecto de ley que garantice a las distintas confesiones religiosas que hoy existen, tanto de forma legal y otras sin amparo jurídico, sus derechos y libertades en materia de religión que les permitan realizarse, salvo lo que convenga al gobierno a través de la Oficina de Asuntos Religiosos del Comité Central del Partido Comunista de Cuba.

Estamos viviendo un momento histórico en que los opresores quieren despojar las iniciativas de sus verdaderos autores. Ellos saben bien que el cambio es inaplazable (tanto en lo económico, político y social) y quieren adjudicarse la autoría del cambio atribuyéndose los méritos de los que verdaderamente han pagado y pagan un precio muy caro de acosos, maltratos, prisiones, el exilio y hasta de muerte, perturbando así la Fe.

Dice Jesucristo que no nos dejemos engañar de ninguna manera. ( 2ª Tesalonicenses cap. 2:3-4)

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