“La Palabra de Dios es Independiente y es Luz, para todo aquel que esté perdido en las tinieblas torcidas y oscuras de la vida”.
viernes, 8 de abril de 2011
LA ULTIMA CENA
Llegó el día de los panes sin levadura, en el cual era necesario sacrificar la
víctima pascual. Jesús envió a Pedro y a Juan, diciendo:
—Id, preparadnos la Pascua para que comamos.
Cuando llegó la hora, se sentó a la mesa y con él los apóstoles. Y les dijo:
—¡Cuánto he deseado comer con vosotros esta Pascua antes de padecer!
Porque os digo que no comeré más de ella hasta que se cumpla en el reino de Dios.
Luego tomó una copa, y habiendo dado gracias, dijo:
—Tomad esto y repartidlo entre vosotros, porque os digo que desde ahora no beberé más del fruto de la vid hasta que venga el reino de Dios.
Entonces tomó pan, y habiendo dado gracias, lo partió y les dio diciendo:
—Esto es mi cuerpo que por vosotros es dado. Haced esto en memoria de mí.
Asimismo, después de haber cenado, tomó también la copa y dijo:
—Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama.
No obstante, he aquí la mano del que me entrega está conmigo en la mesa. A la verdad, el Hijo del Hombre va según lo que está determinado, pero ¡ay de aquel hombre por quien es entregado!
LUCAS 22:7, 8, 14-22
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