Y
Jesus
dijo:
Por
eso os he dicho que ninguno puede venir a mí, si no le fuere dado
del Padre.
Desde entonces muchos de sus discípulos volvieron atrás, y ya no andaban con él.
Dijo entonces Jesús a los doce: ¿Queréis acaso iros también vosotros?
Desde entonces muchos de sus discípulos volvieron atrás, y ya no andaban con él.
Dijo entonces Jesús a los doce: ¿Queréis acaso iros también vosotros?
(Juan 6:65-66)
¿Por qué las palabras de Jesús
hicieron que muchos de sus seguidores lo abandonasen?
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Una de las razones es que los judíos esperan aún, un Mesías-Rey conquistador
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Rehusó ceder ante sus exigencias egocéntricas.
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Enfatizó la fe, no los hechos.
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Sus enseñanzas eran difíciles de entender y muchos de sus pronunciamientos están todavía en contra de las injusticias sociales, los que en gran medida afecta los intereses de los poderosos.
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Las lecciones de Jesús son difíciles para los que se aferran a los deseos pecaminosos de la carne que lo niegan con sus acciones.
Para Jesús no existen términos medios.
Cuando preguntó a sus discípulos si también se irían, les
mostraba que podían tanto aceptarlo como rechazarlo. Jesús no
intentaba rechazar a la gente con sus enseñanzas. Sencillamente
decía la verdad.
Cuanto más escuchaban
las personas el verdadero mensaje de Jesús, más se dividían en dos
bandos: Los que buscaban con sinceridad porque deseaban entender más,
y los que rechazaban a Jesús porque no les gustaba lo que oían.
¿Reaccionará usted
dándose por vencido, pasando por alto ciertas enseñanzas o
rechazando a Cristo? En lugar de eso, pida a Dios que le muestre el
significado de sus enseñanzas y le diga cómo se aplican a su vida.
Luego tenga el valor de actuar en base a la verdad de Dios, porque
para Dios lo más importante es que todos creamos que solamente en
Jesús hay salvación.
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