jueves, 8 de octubre de 2015

EL DON DE DIOS (Charisma)





Básicamente, charisma significa "don". Esta es una palabra particularmente paulina (del Apóstol Pablo). En total, aparece diecisiete veces en el Nuevo Testamento (NT): catorce en las cartas paulinas, dos en las Epístolas Pastorales y una en 1era de Pedro.

Sus aplicaciones:
I. Se usa respecto de lo que podríamos llamar "dones de gracia". Pablo anhelaba visitar Roma a fin de impartir a los romanos algún charisma (Romanos 1:11). Los corintios no carecen de charisma (1 Corintios 1:7). Pablo les alienta a que procuren el charisma más excelente (1 Corintios 12:31) y después canta su himno al amor. Charismata son las gracias de la vida cristiana.

II. Se utiliza respecto de la "gracia y del perdón de Dios" dentro de la situación en que el juicio y la condenación serían lo único justo. En Romanos 5:15, 16, el pecado del hombre y el charisma de Dios son contrastados, también en Romanos 6:23 la paga del pecado es la muerte, pero el charisma de Dios es la vida eterna.

Ill. Se usa con referencia a los "talentos naturales" que el hombre posee. Cada hombre, dice Pablo, tiene su propio charisma de Dios (1 Corintios 7:7). Pedro exhorta a todo hombre a servir a los otros de acuerdo con el charisma que ha recibido (1 P. 4:10).

IV. Se emplea con relación al "don que se confiere a un hombre cuando es ordenado para el ministerio". Timoteo nunca debe desatender el don que vino a él mediante la imposición de las manos del presbiterio (1 Timoteo 4:14; 2 Timoteo 1:6). El don de Dios viene a los hombres a través de las manos de los hombres, pero permanece como un don de Dios.

V. Se utiliza especialmente respecto de "los dones especiales que pueden ser aplicados al servicio de la iglesia". Hay dos grandes listas de dones. Romanos 12:6-8 menciona profecía, ministerio, repartimiento, enseñanza, exhortación, presidencia y misericordia. La lista de 1 Corintios 12:8-10 es más larga. 1 Corintios 12:28-30 indica cuán diferentes charismatas se dan a las diversas personas.

VI. Se usa respecto de la "ayuda de Dios en una situación difícil" (2 Corintios 1:11).
La idea básicamente completa que encierra la palabra es la de algo que nos llega gratis y sin merecerlo; de algo que se da a un hombre, pero que él no ha ganado ni ha hecho méritos para ello, sino que proviene de la gracia de Dios, y nunca podría haber sido logrado, conseguido ni poseído por el propio esfuerzo del hombre.

V. Romanos 6:23 Dios es el que da al charisma su significado esencial. En este versículo hay dos palabras contrastadas. La "paga del pecado es la muerte. La palabra usada es opsonia, que literalmente significaba "dinero para comprar carne cocida", y es la palabra regular que se usa para "paga de un soldado". Es decir, si hubiéramos recibido la paga que merecíamos, ésta hubiera sido la muerte. La "dádiva" de Dios es vida eterna. La palabra es charisma. Ahora bien, charisma también tiene un trasfondo militar. Cuando un emperador subía al trono, o cuando celebraba su cumpleaños, daba a sus soldados charisma, es decir, les regalaba cierta cantidad de dinero. Ellos no lo habían ganado, lo recibían por la generosidad del emperador.
Así, pues, lo que nosotros hemos ganado, nuestra opsonia, es la muerte. Por ello, todo lo que tenemos es charisma, regalo de Dios. Todo es de Dios. Toda gracia con la cual la vida es adornada, la gracia que perdona el pecado; todo talento natural que poseemos, los dones que ponemos al servicio de la iglesia, cualquier función que podamos desempeñar, cada vez que hayamos pasado por algo que amenazara nuestros cuerpos o nuestras almas, Dios lo dio, Dios lo hizo, es el charisma de Dios, todo es de Dios. Cada virtud que poseemos, cada victoria que ganamos y cada pensamiento santo son únicamente de Él".



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